12/2/14

Un dirigente político diciendo que una parte escindida de un Estado quedaría dentro de la Unión Europea, es un espectáculo cómico y ridículo

"El espectáculo de un dirigente político, o de varios, diciendo a quienes le quieren oír y sobre todo creer, que una parte escindida de un Estado existente quedaría como si nada hubiera ocurrido dentro de la Unión Europea, al amparo de sus tratados e instituciones ha sido tildado, quizá no sin razón, de cómico y de ridículo. 

Sobre todo si tales declaraciones no obtienen la confirmación ni el respaldo de ningún país ni institución solventes. Quienes así se expresan saben perfectamente que una parte de un Estado que se escinde, al margen del sistema legal del país de que se trate, queda automáticamente fuera de la UE.

 Que insistan una y otra vez en que seguirán siendo ‘Europa’, sin mediar nada entre la salida segura y la futura entrada posible, produce a muchas personas sensación de vergüenza ajena y de oprobio propio. La sensación entre los ciudadanos avisados de que les están tratando de estúpidos es abrumadora. (...)

Conocen que la escisión unilateral en su momento de Kosovo, por ejemplo, hace que ese país siga ahí después de tantos años, sin que ni siquiera haya llegado a formar parte todavía de la Organización de Naciones Unidas. Por eso resulta humillante para quienes les escuchan oír su prosopopeya. (...)

El Tratado de la Unión está escrito, como el resto, cualquiera puede leerlos, se trata de sociedades de cultura escrita, prácticamente sin analfabetismo, con grupos amplios de personas que han alcanzado niveles altos de formación escolar e incluso académica, y en las que la mayoría tiene acceso ilimitado a cualquier información por medio de Internet. 

Cierto que no es lo mismo instrucción que educación. En los artículos 49 y 50, por ejemplo, se explicita qué procesos se seguirán en el caso de una solicitud de ingreso en la Unión por parte de un Estado, así como los de salida de la Unión para un Estado que pertenezca a la misma. (...)

Dicho esto, resulta que para lograr una legitimidad en una propuesta que se plantea de manera que parece no sostenerse jurídicamente, los representantes políticos que desean llevarla adelante buscan encontrar apoyos en voces autorizadas en autoridades o instituciones internacionales.

 Por otro lado, también en la respuesta se busca la intervención de una autoridad representativa, cuanto más arriba en la escala burocrática mejor, para que el ‘gran público’ llegue a ser consciente de cual es la realidad que surgirá de la puesta en marcha de los procedimientos que se establecen en el Tratado para salir o entrar en la Unión

Deben repetir una y otra vez que incluso con el acuerdo con el propio Estado, el resto de los Estados deberán aceptar al nuevo por unanimidad. Oír en boca de personas autorizadas, verlo en los medios especialmente en televisión, lo que puede leerse por parte de la gran mayoría de los ciudadanos, incluso estudiarse en la escuela que se debería estar haciendo ya, parece otorgar la credibilidad necesaria a un discurso o argumento. Está pasando en España pero también en otros países europeos. Algo falla en nuestras sociedades alfabetizadas."                (EL CORREO 10/02/14, MARÍA TERESA BAZO, en Fundación para la Libertad)

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