12/1/14

Sólo el 13,3% de los vascos recurre habitualmente al euskera

"(...) En esta última encuesta del Gobierno vasco solo un 27% de encuestados confiesa manejarse bien en euskera, aun cuando el 75% de ese mismo sector reconoce que habla mejor el castellano. 

En los incesantes sondeos de este tipo, sin embargo, quienes manifiestan desear un mayor conocimiento de la “lengua propia” de su comunidad ascienden a un porcentaje nada desdeñable (en la CAV el 63%, en Navarra el 38%).

 Lo sospechoso es que tantos acepten imponerse unas obligaciones que durante décadas han sido reacios a satisfacer y que pospongan otras iniciativas públicas que les serían de bastante mayor interés individual y colectivo. 

Tan escandaloso como que esa mayoría que solo conoce y emplea nuestra lengua común esté hoy matriculando a sus retoños en el modelo D, o sea, en la inmersión en euskera. O que muchos de esos pocos que dicen hablar el euskera con soltura, prefieran conversar en castellano; pero que eso no les impida sostener a la vez que el euskera es el idioma “por excelencia” de los vascos…

 Es de temer entonces que no solo estén falsificados los resultados de estas encuestas, sino antes y sobre todo la conciencia misma de buena parte de quienes las responden. Llamémosla hipócrita, conformista o atemorizada, pero el diagnóstico parece indudable. La falta de libertad de expresión ante la política del euskera no ha sido fruto directo del miedo a ETA, sino del miedo al control social de “los nuestros”.

 Y con ello se falsea, asimismo, la impresión que sacan los extraños, que tienden aún a creer en nuestra realidad nacional al toparse por doquier con rótulos, folletos, carteles, topónimos, etcétera en ambos idiomas y a fiarse sin reservas de datos como estos que les ofrecen.

Así que no se confundan. Pese a su cuantía tan reducida, las cifras obtenidas mediante esas consultas telefónicas aún están infladas. Para verificarlo, acudamos a la VI Medición del Uso de las Lenguas en la Calle (2011) llevada a cabo por el Cluster de Sociolingüística, bajo el patrocinio de dos departamentos del Gobierno vasco y de las cuatro Diputaciones forales.

 Según este estudio, basado en la observación directa, solo el 13,3% de los vascos recurre habitualmente al euskera, lo que significa que su uso está prácticamente estancado y que durante los últimos 22 años (1989-2011) ha crecido nada más que en un 2,5% (aunque se dispare, eso sí, el derroche presupuestario de esa partida).

 Hay diferencias por territorios, claro: en Guipúzcoa los hablantes ascienden hasta el 32,7%, mientras que en Vizcaya se quedan en el 9,4%, en Navarra en el 5,7% y en Álava alcanzan justamente el 4%. Llama la atención que en capitales como San Sebastián ese porcentaje sea el 15,9%, igual que el medido hace 10 años. Tal vez no se lo crean, pero en Vitoria y en Bilbao los usuarios rondan el 3% y en Pamplona oscilan alrededor del 2,5%.

Si el dato más revelador de la pujanza de una lengua es su uso efectivo, y si solo este ofrece el fundamento de los derechos lingüísticos…, saquen las consecuencias. 

Y si hiciéramos una pregunta expresa sobre las razones de un empleo tan exiguo del euskera, la respuesta sincera más probable del ciudadano medio sería esta: “Porque apenas tengo necesidad ni ocasión de servirme de esa lengua”. ¿Habrá algún valiente que se atreva a declararlo?

Todo esto se lleva denunciado en la prensa local bastantes años. Ni el gremio de sociólogos, ni las empresas de investigación contratadas ni los propios servicios del Gobierno vasco se han dado nunca por aludidos. Cosas de la timidez, supongo."                 (AURELIO ARTETA, EL PAIS 07/01/14, en Fundación para la Libertad)

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