"1.- Piden Uds. en primer lugar, algo insólito, que deroguemos los
Decreto de Nueva Planta. Yo creo que los ciudadanos merecen un mínimo de
rigor y un máximo de respeto. No se puede derogar lo que no está en
vigor. Yo soy diputado por Segovia. Su iniciativa es como si yo
trajera a esta Cámara la derogación del Fuero de Sepúlveda (...)
Su propuesta no es sólo extemporánea, porque llegan Uds con 300 años de retraso, sino también excéntrica. No conozco a nadie,
salvo Uds., que mantenga que los Decretos de Nueva Planta estén en
vigor….Es insólito. Es ridículo y es una tomadura de pelo a la Cámara.
2.- Hablan Uds. en su PNL de una supuesta soberanía de Cataluña suprimida por Felipe V. Y yo, antes de entrar en materia, me pregunto: ¿Les parece normal, con la que está cayendo, que esta Cámara se dedique a hablar de Felipe V o de Carlos II el Hechizado y de sus disposiciones testamentarias?
2.- Hablan Uds. en su PNL de una supuesta soberanía de Cataluña suprimida por Felipe V. Y yo, antes de entrar en materia, me pregunto: ¿Les parece normal, con la que está cayendo, que esta Cámara se dedique a hablar de Felipe V o de Carlos II el Hechizado y de sus disposiciones testamentarias?
(Discurs de Pedro Gómez de la Serna, el 26 de setembre del 2012, en
resposta a CIU i ERC sobre la restitució de drets històrics de Catalunya
a les Corts espanyoles.) (...)
La Nueva Planta fue, en opinión de Vicens Vives –nada sospechoso de
anticatalanismo- “un desescombro que obligó a los catalanes a mirar
hacia el porvenir”; algo que comparte Ferrán Soldevilla cuando dice
que dieron lugar al resurgimiento económico de Cataluña; por cierto
que ya Mercader y Voltes pusieron de relieve la catalanidad de los
gestores de la Nueva Planta.
No voy a entrar en mayor debate. Cito
sólo a cuatro historiadores catalanes de indudable prestigio. Le
recomiendo su lectura. Léalos, y sabrá, entre otras cosas, que aquella
no fue una guerra de secesión sino de sucesión. Léalos y sabrá que el
mayor valedor del archiduque de Austria frente al borbón fue el
almirante de Castilla.
Léalos y sabrá que la realidad fue mucho más
compleja de lo usted dibuja. Léalos y sabrá que el austracismo catalán
no fue inmediato; hasta el punto que, con motivo de la boda de Felipe
V en Barcelona, se produjo una eclosión de panegíricos catalanes como
los de Joan Bac o Raimundo Costa.
Nadie cuestionó la legitimidad de
Felipe V en Cataluña hasta que en 1703 emerge la alianza internacional
antifrancesa y pro austriaca. Los actores españoles no fueron más que
actores sucursalizados de las grandes alianzas internacionales.
Hacen Uds. también la afirmación de que Felipe V incorpora Cataluña a
Castilla mediante el derecho de conquista. Primero, no la incorpora a
Castilla. Segundo, saben perfectamente que Barcelona fue inicialmente
leal a Felipe V y que fue asediada por una escuadra internacional
anglo portuguesa dos veces: en 1704 y el 1705, por cierto esta última
vez lanzando nada menos que 6000 bombas sobre la ciudad, que cayó
finalmente en manos austracistas.
Derecho de conquista.
Repito: fue una guerra de sucesión, no de secesión. Y lo que había en
Cataluña no era un sentimiento antiespañol, sino antifrancés. Ya lo
dijo D. Rafael de Casanova: “Por nosotros y por la nación española
peleamos”.
Lo que querían los catalanes era movilizar a toda España contra el candidato francés, es decir, liderar España, el mismo propósito de Cambó, algo a lo que Uds., los nacionalistas, han renunciado. (...)
Lo que querían los catalanes era movilizar a toda España contra el candidato francés, es decir, liderar España, el mismo propósito de Cambó, algo a lo que Uds., los nacionalistas, han renunciado. (...)
Y fue un catalán, D. Ramón Lázaro Dou, un ilustrado catalán precursor
de la Renaixenxa y diputado en Cádiz, quien glosó los Decretos de
Nueva Planta por haber acabado con las jurisdicciones patrimoniales y
la única instancia en las condenas de muerte y por la prohibición de
las multitudes armadas para perseguir a los delincuentes.
No seré yo
quien defienda a Felipe V, pero sí se digo que la historia es mucho
más compleja que el mito, señor Bosch. Y es más compleja también que
la mentira. Y claro, cuando uno parte de premisas falsas llega a
conclusiones erróneas. No es una historia infantil de buenos y malos.
Es una historia de hombres, con luces y con sombras. (...)
(Discurs de Pedro Gómez de la Serna, el 26 de setembre del 2012, en
resposta a CIU i ERC sobre la restitució de drets històrics de Catalunya
a les Corts espanyoles.
)" (Caricatunya, 24/10/2012)
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