5/10/12

En España, Bruselas se presenta como el problema. En Cataluña, Madrid es el problema

"Resultado de esta situación, incluido el control de la mayoría de medios en Catalunya por parte de las derechas nacionalistas, nos encontramos con la situación casi única en Europa de que uno de los gobiernos que ha ido imponiendo mayores medidas de austeridad a su población (ninguna de ellas existentes en su programa electoral) goza de un amplio apoyo electoral en Catalunya sin que la crisis y la puesta en marcha de tales políticas hayan afectado su popularidad.

 La gran astucia política del partido gobernante, CiU, ha sido presentar la necesidad de aplicar tales medidas como consecuencia del “expolio” de Cataluña por parte de España. De ahí que haya intentado canalizar, con la ayuda de sus medios, tal enfado hacia el establishment español basado en Madrid, definiéndolo como España.

En este argumento se olvida que el déficit de gasto público (incluyendo el gasto público social) de Cataluña es mayor que el déficit fiscal (que existe y debe eliminarse). Y también se olvida que el País Vasco, con un sistema fiscal semejante al que el gobierno CiU desea, tiene también problemas graves, con una crisis profunda.

En realidad, el gasto público social por habitante en el País Vasco es mucho menor de lo que le correspondería por el nivel de desarrollo económico que tiene, y ello como resultado de haber estado gobernado por las derechas en la mayoría del periodo democrático. Tener una Cataluña independiente no es garantía de que Cataluña elimine su enorme déficit de gasto público social.

 En realidad, algunos de los economistas más visibles en la esfera independentista (incluyendo el economista “oficial” de TV3, que en sus llamadas “lecciones de economía” en tal medio adoctrina a la población catalana con su dogma neoliberal) son ultraliberales que eliminarían gran parte de los servicios públicos, como sanidad y educación, acentuando todavía más el deterioro de los servicios públicos que ha ocurrido bajo el mandato de CiU. (...)

En realidad, tal como he señalado en otro artículo (“Expolio nacional o expolio social” Público 13.11.11) el gran déficit social de Cataluña se ha acentuado todavía más como resultado de la alianza de CiU con el PP (que fue el partido que se opuso más al Estatut) en las políticas fiscales regresivas, en la reducción de los impuestos que gravan las rentas del capital y rentas superiores, y en la privatización de servicios públicos, además de otras políticas de clara orientación neoliberal.

 Y ambos, tanto CiU como el PP, han hecho lo opuesto a lo que prometieron. Dijeron mil veces durante la campaña electoral que no recortarían en los servicios públicos como sanidad y educación, donde ha recortado más. 

Ambos están siguiendo políticas para las cuales no hay ningún mandato popular. De ahí que la demanda de un referéndum sobre si la ciudadanía aprueba tales políticas de austeridad sea tan aplicable al gobierno PP como al gobierno CiU.

El Presidente Mas ha subrayado que, si el pueblo catalán votara a favor de la independencia en un referéndum, las autoridades públicas representativas españolas, por mera coherencia democrática, deberían aceptarla y permitir su desarrollo. Pero la selectividad en la exigida coherencia y su falta de credibilidad aparece claramente cuando el mismo Presidente hace lo contrario de lo que el pueblo catalán votó, desmontando, como lo está haciendo, el Estado del Bienestar catalán. 

En sanidad, por ejemplo, las políticas que la Generalitat de Catalunya están polarizando todavía más la sanidad en Catalunya, favoreciendo a la sanidad privada (que sirve predominantemente a las rentas de mayores ingresos) a costa de la sanidad pública (que sirve a las clases populares). 

Y todo ello bajo el liderazgo del Conseller de Salut (que era el jefe de la patronal hospitalaria privada) transformando un servicio universal en un servicio asistencial, justificando tales políticas bajo el lema de que no hay otra alternativa, pues Madrid (España) nos fuerza a hacerlo y así nos lo manda.

De la misma manera que el Presidente Rajoy está desmantelando la España social bajo la excusa de que es lo que le exige Bruselas, el gobierno Mas también señala que tiene que hacerlo porque así se lo pide Madrid. En ambos casos estamos viendo la externalización de responsabilidades.

 En España, Bruselas se presenta como el problema. En Cataluña, Madrid es el problema. Y aunque en ambos casos hay un componente que sí se corresponde a la realidad, es sólo un componente y no lo es todo pues, ni antes de que hubiera el euro ni ahora con el euro, Bruselas y Madrid han sido los mayores determinantes del subdesarrollo social de Cataluña y de España (ver mi libro El Subdesarrollo Social de España. Causas y Consecuencias).

 Las relaciones de poder de clase juegan el papel determinante tanto en Cataluña como en España. La alianza de clases, entre las clases dominantes en España y en Cataluña (terminología nunca utilizada en los medios por considerarla interesadamente como anticuada), es la causa mayor del retraso social de ambas, y los datos así lo muestran. 

Los países que tienen menor gasto social por habitante son aquéllos donde las clases conservadoras han sido más dominantes sobre los aparatos de sus Estados. Y así ocurre tanto en Cataluña como en España, como lo muestra que en la gran mayoría de leyes y presupuestos de austeridad que han afectado negativamente el bienestar de la población (tanto en Catalunya como en España), el PP y CiU han votado juntos (tanto en el Parlament de Catalunya como en las Cortes Españolas). Esto es lo que está ocurriendo en Catalunya y en España, de lo que no se habla en los medios de mayor difusión ni en Catalunya ni en España.

 Sería un gran error que las izquierdas permitieran que las derechas catalanas y españolas protagonizaran el desarrollo de los hechos durante este periodo."              (Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 20 de septiembre de 2012, en www.vnavarro.org, 20/109/2012)

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