9/10/07

La identidad gallega ha desaparecido ¡La leche!

“Algo ha cambiado, algo hemos cambiado, y ese algo es muy grande. Y creo que también muy profundo. No, ya no podemos vernos en Balbino, el protagonista de la hermosa novela de Neira Vilas Memorias dun neno labrego. Siempre habrá miseria y opresión, pero como pueblo, como país no podemos vernos ya en esa imagen. No hay que darle vueltas, hemos salido de la pobreza y somos ricos, le compramos a nuestros hijos motos y automóviles de mucho caballaje. (…)

Todo ha cambiado, nuestro entorno ha cambiado. La vida del marinero fue y es increíblemente injusta y dura, por eso hoy faltan marineros para enrolarse en los barcos pesqueros y las tripulaciones de barcos llamados "O`Noso" las van conformando peruanos o coreanos cada día más. Por eso los camareros no entienden el gallego, son argentinos, uruguayos o rumanos y por eso las cocineras que preparan en los restaurantes para los turistas y para los del país el pulpo "á feira" son ecuatorianas o cubanas.

Si queremos podemos seguir viéndonos en los dibujos de Castelao, esos niños pobres descalzos, hambrientos y llenos de sabañones y sarna. Es un insulto a los que verdaderamente pasan hambre, trabajos y necesidad. Incluso faltarle a la memoria de nuestros padres, nuestros abuelos o bisabuelos. (…)

Este es nuestro tiempo y este nuestro mundo. Estos somos nosotros. Ahora somos nosotros los que damos trabajo a otros, las contratamos en nuestros hogares para cuidar a nuestros mayores o como empleados en nuestros negocios. El abuelo pasó hambre, el hijo pasó trabajos y el nieto ahora tiene una moto acuática, una moto y un automóvil. (…)

Habrá que sacar consecuencias de eso, dejar de vernos como un país víctima, un pueblo esclavizado y, sin dejar de reclamar lo que nos corresponde, asumir nuestras responsabilidades. Galicia tiene que hacerse adulta.” (SUSO DE TORO: ¿Quiénes somos?; El País, ed. Galicia, Galicia, 07-10-07. pp. 40)

La identidad (cultura) gallega era la de los campesinos, la de los marineros. Desapareció con la última generación de emigrantes a Alemania, Barcelona... entre 1970 y 1980. A partir de ese momento, la mayoría de los gallegos somos señoritos de ciudad; y algunos, ecologistas; y algunos se esfuerzan en hablar el gallego de la tele; y muchísimos, "xunteiros". Pero todos iguales a los de Cantabria o Teruel.

Así que uno de los promotores del estado plurinacional (un estado basado en la existencia de distintas identidades, gallega, vasca, catalana, que necesitan reconocimiento político) se queda sin su identidad, la gallega ¡Menudo trago!.

La identidad que existía en 1967, ya no existe en el 2007 ¿Qué habrá pasado en esos años para que un aumento del nivel de vida y un cambio en la ocupación, haya derretido un hecho diferencial histórico, proveniente de de la Prehistoria, y que nos definió siempre?

¡A lo mejor no era pa tanto! La identidad campesina, la identidad marinera, la identidad de los de Lugo, la de los de Ferrol, cambia... a peor, pero cambia.

Y es que cuando éramos pobres (casi todos, y desde la Prehistoria) necesitábamos la cultura (la identidad, que se llama) para sobrevivir: cantar, ayudarse, cocinar, cultivar, bailar, luchar contra los señores, navegar, moldear el barro, trabajar la piedra, hacer muebles y carros de madera, pescar, fundir el hierro.

Ahora que somos ricos (unos pocos) nos basta con ir al hiper para comprar todo.

¿La identidad será cosa de pobres? ¿Será que los ricos solo necesitan mercancías? Ay, ay...

Suso de Toro está hecho un lío... hay que crecer...


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