9/10/07

¡Pelillos a la mar!

“El Parlamento vasco pide "solemnemente" perdón a las víctimas del terrorismo. La abstención del PP permite que prospere una moción nacionalista sobre los crímenes de los GAL.

(...) PNV, PSE, PP, EA y EB pactaron 20 resoluciones. Sólo una escapó al acuerdo: la que encarga al Gobierno vasco, para antes del 31 de marzo, un informe sobre víctimas de los GAL y un segundo sobre "otras víctimas de vulneraciones de derechos humanos". La resolución denomina "violencia de motivación política" a la de ETA. El PP posibilitó su aprobación al abstenerse. (…)

... el tripartito y Aralar sacaran adelante además un mandato al Gobierno vasco para que realice, antes del 31 de marzo, un informe sobre víctimas de los GAL, ya reconocidas como víctimas del terrorismo, y de la extrema derecha o incontrolados.

También encarga un segundo estudio que identifique a "otras víctimas de vulneraciones de derechos humanos derivadas de la violencia de motivación política" y posibilite su "reconocimiento moral y reparación" también para ellas. Los denunciantes de presuntas torturas, por ejemplo, entrarían de lleno en esta definición.” (El País, ed. Galicia, España, 06/10/2007, pp. 24)

Los terroristas son los verdugos. Las víctimas mueren. No se pueden equiparar jamás.
Y se sigue amenazando en el supermercado...

"Los hermanos de los etarras me dicen en el pueblo que no debería haber vuelto".

Durante ocho años ha estado fuera y hace unos meses regresó de nuevo al pueblo. Ya no es concejal y trabaja en otra localidad, pero ha tenido algún encontronazo desagradable. "Hace tres meses, cuando estaba en la caja de un supermercado pagando, se me acercó la hermana de un etarra encarcelado y me dijo 'has cometido un error al volver'. Aunque tratas de abstraerte, la amenaza siempre está ahí.

"Mi vida", continúa, "dio un giro radical con el primer intento de atentado. Ya nada es como antes. Cuando estás fuera, te evades, pero al final necesitaba volver al pueblo, regresar a mis raíces". Y lo ha hecho. Lleva escoltas y hoy es el día que asegura que "los terroristas no han logrado aislarme socialmente. Y eso es algo que les da mucha rabia". Pasea por las calles de Balmaseda y se siente tan integrado como cualquier otro vecino. "Yo he nacido en Balmaseda y nadie puede echarme de allí. Hay momentos en los que sientes el peligro más cerca y cuesta mucho acostumbrarse a ello". (RAFAEL MARCOS ARANDA Colectivo Arco de Víctimas del Terrorismo; El País, ed. Galicia, España, 06/10/2007, pp. 24)

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