3/2/22

Xavier Rius: Las víctimas que se jodan... no deja de sorprenderme que el independentismo catalán se deje deslumbrar de vez en cuando por el independentismo vasco... Pero todavía sorprende más en el caso de Junts que, al fin y al cabo, son los herederos de la antigua Convergencia, el partido del orden y de los botiguers... Yo, en este caso, me viene a la cabeza las víctimas de ETA. No puedo remediarlo. Quizá porque mi familia era de la Sagrera y teníamos el Hipercor cerca... O porque, cuando trabajaba en La Vanguardia, me tocó cubrir varios atentados... Recuerdo especialmente dos casos. El de un empleado de una agencia transitaria del puerto al que alcanzó la onda expansiva contra el Gobierno Militar porque dejó viuda y dos hijas adolescentes. Además vivían en la calle Espronceda, no lejos de casa. Y la otra la viuda del citado coronel jurídico que me confesó que a us marido lo habían matado “como a un conejo”. Lo asesinaron, en efecto, al salir de casa. A dos pasos del portal... Por eso no entiendo la voluntad del independentismo catalán de blanquear a ETA... ¿Qué les pueden decir ERC y Junts a las vícitmas de ETA? ¿Y el gobierno catalán del que forman parte?

 "A mí ya me sorprendió que un convergente de toda la vida, como Eduard Pujol, aunque fuera un tapado, se manifestara a favor de los presos de ETA el 11 de Enero del año pasado junto a la también diputada de Junts, Núria Picas; el de la CUP Albert Botran; y el de Esquerra, Isaac Peraire, recolocado ahora como director de la Agencia de Residus tras haber cedido su masía para ultimar el pacto de legislatura entre ERC i Junts.

Pero sí, ahí estaba junto al coordinador general de Bildu, Arnaldo Otegi; y el senador Jon Iñarritu, un habitual en las tertulias de TV3, entre otros dirigentes abertzales.

Cabe decir en todo caso, antes proseguir, que en un Estado de Derecho incluso los presos tienen derechos. Y también, por supuesto, los de ETA.

Pero no deja de sorprenderme que el independentismo catalán se deje deslumbrar de vez en cuando por el independentismo vasco.

Antes lo hacía sólo Esquerra. ERC ya tiene relaciones estrechas con Bildu y el propio Arnaldo Otegi participó en la campaña de los republicanos en las últimas elecciones puño en alto.

Además de que en Madrid presumen de una estrategia unitaria frente a Pedro Sánchez.

Pero todavía sorprende más en el caso de Junts que, al fin y al cabo, son los herederos de la antigua Convergencia -el partido del orden y de los botiguers- por mucho que algún dirigente actual no militara entonces en el partido.

El mismo Puigdemont, que sí fue militante, fue el primero en salir en defensa de los presos de ETA.

Y a la manifestación de este año se han desplazado el secretario general del partido, Jordi Sanchez; los diputados Josep Rius -que rechazó ser consejero- y Aurora Madaula; y el exasistente de Ramon Tremosa, Aleix Sarri.

Yo, en este caso, me viene a la cabeza las víctimas de ETA. No puedo remediarlo. Quizá porque mi familia era de la Sagrera y teníamos el Hipercor cerca aunque no tuvimos que lamentar con el atenado desgracias personales ni en el círculo familiar ni el de amistades.

O porque, cuando trabajaba en La Vanguardia, me tocó cubrir varios atentados. El del Gobierno Militar, el de Sant Quirze del Vallès en el que falleció un trabajador que pasaba por ahí, el de dos miembros de la banda música del Bruc o el de un coronel jurídico, también del cuartel del Bruc.

Todos, en la mentalidad etarra “enemigos del pueblo” y “opresores del Estado” por mucho que algunos se dedicaran sólo a tocar instrumentos musicales o a redactar informes técnicos.

Recuerdo especialmente dos casos. El de un empleado de una agencia transitaria del puerto al que alcanzó la onda expansiva contra el Gobierno Militar porque dejó viuda y dos hijas adolescentes. Además vivían en la calle Espronceda, no lejos de casa.

Y la otra la viuda del citado coronel jurídico que me confesó que a us marido lo habían matado “como a un conejo”. Lo asesinaron, en efecto, al salir de casa. A dos pasos del portal

Pero también, desde luego, a las víctimas de Hipercor, de Sabadell, de Vic, al agente de la Guardia Urbana Juan Miguel Gervilla -que probablemente salvó la vida sin saberlo al radiofonista Luis del Olmo- y al agente de los Mossos Santos Santamaria.

Su padre me explicaba recientemente en una entrevista que ni siquiera estaba de servicio pero que fue a reforzar el dispositivo de seguridad ante la localización de un coche bomba de ETA.

En fin, muchos ánimos desde aquí a familiares y amigos.

Por eso no entiendo la voluntad del independentismo catalán de blanquear a ETA. Sólo se explica por dos motivos: uno por un complejo de basquitis que siempre ha tenido respecto a los vascos.

Por la voluntad tambén de joder lo máximo posible al “Estado español” visto el fracaso del proceso. Aquello de que los enemigos de tus enemigos son tus amigos. Pero espero que no sean también tentaciones.

La declaración de Otegi del pasado 19 de octubre a las víctimas (“Sentismo su dolor, nunca debió producirse”) espero que cale hondo.

Y que nadie nunca un eixelebrat o un hiperventilado se le pase por la cabeza seguir el ejemplo etarra.

Al fin y al cabo ETA no consiguió derrotar al Estado -y mucho menos la independencia de Euskadi- tras cuarenta años pegando tiros. Sólo sangre, dolor y muerte. Incluso entre las filas propias.

Pero me queda una pregunta final: ¿Qué les pueden decir ERC y Junts a las vícitmas de ETA? ¿Y el gobierno catalán del que forman parte?

Se lo he preguntado a la portavoz, Patricia Plaja, y se me ha sacado de encima al alegar que no "se ha tratado en la reunión de gobierno y no puedo darle una respuesta más precisa"

Que manera de dejar a las víctimas de lado."                    (Xavier Rius, director de e-notícies, 11/01/22)

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