Albert Soler: Hace unas semanas, un informe situaba Cataluña como una de las regiones más corruptos de Europa... ayer se supo que las embajadas catalanas son poco más que una excusa para gastar dinero como si no hubiera un mañana: pagos injustificados, falta de control, ausencia de documentación y todo lo que haga falta para asegurar que Cataluña continúe entre las regiones más corruptas

 "La utilidad real del Diplocat.

Hace unas semanas, un informe situaba Cataluña como una de las regiones más corruptos de Europa. Imagino que todos los miembros del gobernó mostrarían a gritos su enojo, como un solo hombre. Una ofensa así no podía quedar sin respuesta. 

 - Nos han tratado de región! Debemos exigir una rectificación.

 De la corrupción, nada que decir, hay cosas que por obvias no se pueden discutir. A la inversa, para reafirmar el compromiso europeo de Cataluña, lo que hay es confirmar con hechos la validez del estudio. Colocar de presidenta del Parlamento una acusada de corrupción es un gesto que agradecerán los autores del documento, pero es poco, hay mucho más. 

Por suerte, ayer se supo que las embajadas catalanas son poco más que una excusa para gastar dinero como si no hubiera un mañana: pagos injustificados, falta de control, ausencia de documentación y todo lo que haga falta para asegurar que Cataluña continúe entre las regiones más corruptas. 

 - Dijo región! 

No hacía falta que lo dijera el Tribunal de Cuentas. Sólo de ver con qué ganas se crean delegaciones exteriores es suficiente para saber que su función es repartir dinero entre los afines al régimen, aquí, con ganas, no se hace nada que no suponga beneficios.

¿Que alguien necesita un teléfono móvil? Se pide desde una embajada y que lo pague el Diplocat, o sea todos los catalanes. ¿Que alguien quiere un televisor? A cuenta de otra embajada. ¿Un sofá cama? ¿Un microondas? ¿Un viaje al Caribe? ¿Un reloj de pared? ¿Un coche por la señora? ¿Un pisito por la querida? Por eso se inventó el Diplocat y sus generosas embajadas.

 «Ni un niño sin hogar, ni un lacista sin regalo», es el eslogan, con la condición de que la primera parte es para disimular y, de hecho, no nos importa.

 Liderar un ranking de corrupción no es ninguna deshonra, al contrario, es una prueba de la inventiva de los catalanes, capaces de idear lo que sea con tal de beneficiar a los de siempre. Y eso que no nos dejan demostrar todo lo que somos capaces. El estado español, poniendo palos en las ruedas como siempre, nos impidió crear la herramienta definitiva, la madre de todas las corrupciones, lo que habría permitido hacer realidad el viejo sueño de repartir dinero sin freno a amigos y familiares: la republiqueta."         (Albert Soler, Diari de Girona, 13/07/21)