20/7/21

Xavier Rius: No lloraré por Mas-Colell... Lo del Tribunal de Cuentas tiene algo de justicia divina porque ahora pringarán los que han salido relativamente indemnes... Si el Estado se hubiera dedicado a poner multas desde el principio, nos habríamos ahorrado el proceso ¡El patrimonio que no me lo toquen!

 "No voy a llorar por Andreu Mas-Colell y el resto de treinta y pico encausados por el Tribunal de Cuentas. Que conste que, de todos, es el que me cae más bien por su expediente académico y talla intelectual. Incluso espero que salga relativamente bien librado.

 Pero el resto que se jodan.

Con excepción de aquella interventora que advirtió del desvío de fondos y fue cesada ipso facto por Junqueras. O Adam Casals, el delegado de la Generalitat en Viena, que también alertó de los riesgos. Además de un ejemplo de austeridad -que echo tan en falta en la Generalitat actual- cumplió a rajatabla con los preceptos diplomáticos. Hasta se le quejaron que ponía la bandera española en los actos en el exterior. Y Jordi Vilajoana, que creo que no está bien de salud. Muchos ánimos desde aquí.

 Del resto había mucho milhomes, que decimos en catalán. Algunos te miraban por encima del hombro. Como si esto fuera imparable. O incluso te invitaban a café. Nunca acepté ninguno. Amadeu Altafaj se acordará.

Como aquellos consellers -algunos de los cuáles han estado en la cárcel- que por los pasillos el Parlament te decían una cosa y después hacían otra. Nadie se atrevía a bajar del burro. O a desmarcarse del rebaño.

Siempre me he preguntado: ¿Qué se pensaban? ¿Que el Estado no haría nada? ¿Que el Gobierno no actuaría? ¿que los jueces no abrirían diligencias?

 Recuerdo que, con la primera causa del Tribunal de Cuentas por el 9-N, Mas ya dijo que era “una venganza del Estado”. ¡Artur! ¿Qué esperabas? ¿Golpecitos en la espalda?

Lo del Tribunal de Cuentas tiene algo incluso de justicia divina porque ahora pringarán los que han salido relativamente indemnes. Los que encendieron la mecha. Si el Estado se hubiera dedicado a poner multas desde el principio nos habríamos ahorrado el proceso. ¡El patrimonio que no me lo toquen!

 En el caso concreto de Mas-Colell, yo no sé si tiene alguna responsabilidad económica. Eso ya lo decidirán los miembros del tribunal. Pero tiene una responsabilidad muy superior aunque no sea cuantificable económicamente: una responsabilidad moral.

Mas-Colell, que pasó como profesor por Berkeley y Harvad, tenía una autoridad indiscutible. Si a Mas, al inicio del proceso le hubiera preguntado: “Artur, ¿seguro que vamos bien? no prendrem mal?”

Quizá el otro hubiera frenado de golpe: “Andreu, què vols dir?”. Un día ya me dijo un conseller que Mas no tenía criterio propio. Se fiaba del último que llegaba.

El papel de Mas-Colell es extensible a todos los palmeros que tenían influencia en él y que no pararon de echar leña al fuego: Rahola, Francecsc-Marc Álvaro, Antich, Sanchis, etc. Algunos de los cuales, como saben, están en franca retirada. Ahora van diciendo que ellos simplemente pasaban por allí. O incluso se han apuntado al yo ya lo decía.

No, fueron los fogoneros del proceso.

 Tampoco voy a entrar a juzgar ahora en profundidad la gestión de Mas-Colell como consejero de Economía (2010-2016). Es cierto que fue el consejero de los recortes pero si estiras más el brazo que la manga es evidente que hay que hacer recortes. Aunque visto lo visto quizá habría sido mejor recortar en el Diplocat o en TV3 que en las UCIs. Pero es también el de la tercera emisión de bonos patrióticos -¿se acuerdan?- y el que vendió todo el patrimonio de la Generalitat para ir de alquiler.

 Pan para hoy, hambre para mañana.

No conozco a ninguna abuelita que, en tiempos de crisis, se haya vendido el piso para irse de alquiler tras haber estado pagando la hipotecta durante treinta años. ¡Hasta se vendió la sede del Departamento de Economía!

Los indepes ni siquiera podrán colocar una placa a la puerta del edificio recordando la efeméride del 20 de septiembre del 2017: “40.000 manifestantes impidieron aquí salir porla puerta a una secretaria judicial”.

Por eso, ahora va diciendo que “hay que ser pragmático” o incluso que “no hay ruta a la independencia”.

¿Ahora?

 La valentía se demuestra andando. ¡Haberlo dicho cuando eras conseller!

Mi teoría personal es que, en Mas-Colell, las convicciones políticas se impusieron sobre las académicas. Al fin y al cabo ya participó de joven en la Capuchinada y seguramente le quedó clavada una espinita tras ser cesado de conseller de Universidades (2.000-2.003). Pero un hombre de su categoría intelectual no tendría que haber perdido nunca el mundo de vista.

Al contrario, era de los pocos -probablemente el único- con autoridad suficiente para haberle dicho a Artur Mas: “Cuidado”. Y no lo hizo. 

Que lástima."                (Xavier Rius, director de e-notícies, 16/07/21)

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