15/1/21

Xavier Rius: Decía Antoni Bassas: “Trump tendría que ser apartado y llevado a juicio por haber incumplido el juramento de preservar, proteger y defender la Constitución”. ¡Coño, como Puigdemont! pensé. “Esto se llama sedición, la revuelta violenta contra las instituciones con la intención de hacerlas caer”. Pues como aquí, ¿no? Es curioso como el independentismo ve la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio... ya no nos acordamos de que intentaron asaltar el Parlament después de que Torra llamara al “apreteu, apreteu”

 "Decía Antoni Bassas en su artículo de este jueves a raíz de lo ocurrido en el Capitolio: “Trump tendría que ser apartado del cargo y llevado a juicio por haber incumplido el juramento de preservar, proteger y defender la Constitución”.

¡Coño, como Puigdemont! pensé.

“Esto se llama sedición -continuaba-, la revuelta violenta contra las instituciones con la intención de hacerlas caer, levantarse públicamente y de forma tumultuosa para obtener o impedir por la fuerza la promulgación o ejecución de una ley”.

Pues como aquí, ¿no? Es curioso como el independentismo ve la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio.

“¿Cómo hemos llegado hasta aquí?”, se preguntaba.

Pues muy sencillo: porque Trump y Torra no han parado de excitar al personal.

 El independentismo -que una parte viene del partido dels botiguers que era Convergencia- anda escandalizado pero no se da cuenta de que ellos han promovido lo mismo.

O ya no nos acordamos de que intentaron asaltar el Parlament después de que Torra llamara al “apreteu, apreteu”.

Si no lo consiguieron fue por los pelos. Creo que los Mossos -que les pilló casi tan desprevenidos como a la Policía de Washington- tuvieron que movilizar incluso a patrullas de seguridad ciudadana para evitar la ocupación del edificio.

Pero si aquí han estado jugando con la desobediencia, con el desbordamiento. Hasta hace cuatro días el ejemplo a  seguir era Hong Kong. Incluso por reputadísimos catedráticos. Ya ven como han acabado en la antigua colonia británica.

Recuerdo incluso un exalto cargo -nada menos que el que fuera secretario de comunicación de Mas, Josep Martí, ahora columnista de El Periódico- decía que había que convertir el Parque de la Ciudadela con la Plaza Tahrir. ¡Como en Egipto!

Ahora anda echando el freno. Como el resto de fogoneros del proceso (Rahola, Álvaro, Sanchis, etc,) tras haber estado echando leña al fuego durante diez interminables años.

Los propios indepes no entendían nada. Primero Torra llamaba a la desobediencia y luego les mandaba a los Mossos.

Tardó 48 horas en condenar los disturbios de la Plaza Urquinaona.

Yo mismo fui a una rueda de prensa del entonces consejero de Interior, Miquel Buch, durante esos acigados días y no condenaron los disturbios hasta pasados 40 minutos. Y aún porque se le ocurrió al director general de la Policia, Pere Ferrer. Buch lo hizo con la boca pequeña temeroso ya, supongo, del cese. Al salir los vi en una sala anexa y le dije citado al director general: “et felicito”. Al menos alguien lo hacía sin ambages.

Torra, tras haberse paseado con las Marxes per la Llibertat -parace que el hombre no tenía nada mejor que hacer- hizo un “llamamiento a la calma” y dijo que había que detener la violencia “ahora mismo” cuando ya se había desbordado la situación.

¡Como Trump!

Pero si se fue a Eslovenia a flirtear con una guerra corta: diez días y una sesentena de muertos muertos.

¿Se acuerdan? Yo sí que me acuerdo.

“Los eslovenos lo tuvieron claro, decidieron determinarse, y decidieron llevar adelante su camino hacia la libertad con todas las consecuencias y hasta conseguirlo” dijo en la presentación del Consejo para la República en Bruselas.

Me ahorro otros episodios como la ocupación del Aeropuerto -una infraestructura esencial-, el bloqueo de la frontera con Francia durante tres días -¡con escenario de por medio!- o el corte de la autopista en Salt.

 Recuerdo que cuando los CDR cortaron la autopista en Tarragona en el 2018 durante quince horas los Mossos fueron incapaces de hacer ni una sola identificación. Por no recordar episodios de violencia como el sabotaje de líneas de Rodalies o el corte del AVE. ¡La alcaldesa de Girona, Marta Madrenas, haciéndose fotos en las mismísimas vías del tren! Y una concejal del PDECAT, Eva Palau, haciendo llamamientos en las redes a cortar las vías. ¡Nada menos que la responsable de Seguridad! Pero si hasta Laura Borràs, ahora flamante cabeza de lista de JxCat, decía que no podía considerar violencia quemar un contenedor.

 ¿Qué es? ¿Un foc de camp? ¿Una verbena? ¿Una fiesta de adolescentes?

Hasta que le quemen uno debajo de casa o les corten la carretera de Cadaqués en pleno mes de agosto.

Han hecho dos cosas nefastas: una desprestigiar las propias instituciones catalanas y hablar repetidamente en nombre del pueblo. Hay que mantener la política dentro de las instituciones porque lo contrario es la selva.

Aunque la peor es, sin duda, que han utilizado medios públicos -¡y privados!- para excitar al personal. Pero si cuando surgió el Tsunami Democrático le dedicaron una pieza en el TN. Y eso que era anónimo. Y todos iban retuiteando como locos: Puigdemont, Torra, Junqueras. Se nota que estaban metidos en el ajo.

Por eso digo siempre que TV3 tiene casi una responsabilidad criminal en el proceso. Si un día los catalanes llegamos a las manos será por la cadena pública.

Pero entonces que no se quejen. Han estado alimentando a la bestia."                (Xavier Rius, director de e-notícies, 08/01/21)

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