23/10/20

Xavier Rius: Las mentiras de Mas... ha sido, por decirlo sin ambages, un cobarde... la única noticia buena es que no vuelve a la política

 "Mi difunta abuela decía que s’enxampa abans un mentider que un coix. Que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. Con Mas es una definición exacta. Aunque ha faltado tiempo para verlo. Basta con analizar su última rueda de prensa.

Primera trola: aseguró que no había comparecido antes porque quería trabajar para rehacer la “unidad soberanista”.

¿Qué unidad? Si están a la greña. El PDECAT ha demandado a JxCat en el juzgado. Torra ha echado a la única consejera del partido, Àngels Chacón. Los cuatro diputados del PDECAT ya han votado en el Parlament diferente de JxCat con la ley de alquileres. Seguramente es lo mejor que han hecho en toda la legisltura. Y los cuatro que tienen en Madrid se han hecho la foto para la prensa. Se aprestan a negociar los Presupuestos con Pedro Sánchez.

Segunda trola: Anunció que no iría en las listas. Ni en un lugar de salida ni en posiciones testimoniales. Claro, un expresidente sólo puede aspirar a ir de número uno.

Tercera: También que no quería ningún cargo en el Govern. ¿Pero qué cargo si además ya ha sido presidente? ¿Consejero? ¿Delegado del Govern en el Pallars? ¿Secretario general de Cultura?

El otro día vi a Theresa May en el Parlamento de Westminster metiendo caña a Boris Johnson. Pero aquí no estamos acostumbrados. Aquí los expresidentes se van a casa. O como mucho al Senado.

Cuando puso a Puigdemont me acuerdo que éste dijo que había que aprovechar la experiencia internacional de Mas. Pero al final quedó en nada.

Mas no serviría ni de embajador plenipotenciario del proceso porque no nos recibe ni el conserje del edificio Berlaymont de Bruselas, que es la sede de la Comisión. A Mas, por cierto, no lo ha fichado ni Grifols. ¿Cómo lo va a fichar si lo rompe todo? No ha dejado nada en pie.

Además, da por sentado que vuelven a ganar. Incluso que el PDECAT volvería a formar gobierno. Está por ver. A este paso -si fuera David Bonvehí- yo firmaría ahora mismo media media docena de diputados. De momento no tienen ni candidato.

Cuarta trola: Aseguró que en el 2015 “sacrificamos las siglas del partido" para constituir la coalición entre CDC y ERC que nos tenía que llevar a la independencia en 18 meses. Sería coser y cantar. Otro engaño.

¿Sacrificar? Es como cuando decían que, con el caso Palau, tuvieron que "sacrificar" las siglas de CDC. Menudo esfuerzo. Salieron relativamente indemnes porque el nuevo partido no han tenido que asumir las deudas del antiguo. Que no vengan con milongas.

Con JxSí tampoco fue un sacrificio. Fue una jugada genial. Mas presionó con aquella famosa conferencia en el Fòrum ante 3.000 altos cargos -y la inestimable ayuda de TV3 durante seis meses- porque si perdía tenía que irse a casa. Como Montilla en el 2010. Esquerra picó.

Además tenía otras ventajas. No iba a los debates televisivos -fue Romeva, cabeza de lista- con lo que tampoco tenía que rendir cuentas sobre su obra de gobierno. Entonces ya muy escasa porque había empezado el proceso.

Seamos sinceros: Lo de Mas, com su comparecencia del pasado lunes, no ha sido prudencia ni discreción. Ha sido ausencia de liderazgo o incluso algo peor: falta de coraje político.

¡Ha salido catorce días después de que Puigdemont anunciara que rompía el carnet del partido! Debía estar refugiado en Menorca o en Vilassar.

Mas ha sido, por decirlo sin ambages, un cobarde.

Ya calló cuando Pugidemont defenestró a Marta Pascal. ¡Y eso que la puso él! No movió ni un dedo. No dijo nada. Al menos en público.

Calló también cuando Puigdemont rompió por primera vez con el PDECAT porque es evidente que la Crida no era ni un club de petanca ni una asociación de jubilados. Aunque entonces ni unos ni otros quisieron hacerse daño e hicieron la vista gorda: permiteron la doble militancia con la excusa de que formalmente no era todavía un partido.

Calló incluso cuando Puigdemont se apropió de las siglas. Ayer dijo que había un compromiso “firmado” de que nadie se quedase con ellas. O sea, que Puigdemont jugó sucio. ¡Y lo dice ahora!

Pero, sobre todo, lo que más me llamó la atención fue cuando afirmó que estaba "triste, decepcionado y empipat”. ¡No por cómo ha dejado el país sino por la falta de unidad soberanista!

¿Si él está así cómo hemos estar el resto? Le pregunté si podía decirme un sólo resultado positivo del proceso y no encontró ninguno. Apeló a los sentimientos mientras la jefa de prensa me pedía concreción al oído. Ni siquiera se atrevió a hacer autocrítica por haber puesto a Puigdemont. ¡Vaya vista, Artur! ¡Qué ojo clínico! Mas no serviría ni de jefe de personal.

No voy a entrar aquí en la valoración de la trayectoria institucional del de Waterloo porque era un acto de partido pero hay que reconocer que ha conseguido cargarse hasta el PDECAT, el mismo partido que lo encumbró a la presidencia de la Generalitat. Cornuts i pagar el beure!

Mas dijo también que no entraría a criticarlo -sólo se atrevió con Torra y de pasada- pero el otro ha tardado menos de 24 horas en tirarle alguna pulla. Puigdemont es un destroyer, una trituradora, un elefante en una cacharrería.

Lo bueno es que la mayoría de periódicos y analistas han interpretado que Mas ha dado oxígeno al PDECAT.

¡Noooo!

La pura realidad es que los ha dejado tirados: ha abandonado el partido a su suerte.

Él dijo que estaba para ejercer un “perfil más institucional”, au-dessus de la mêlée que dicen en el Colegio Francés.

En cierta manera les lanzó el mensaje de ja us ho fareu. Pobres Bonvehí, Solsona, Castells, Fonollosa.

Hasta escogió un lugar neutral para hacer la rueda de prensa -los jardines del Palau Robert- en vez de la sede del PDECAT. En el caso de que el PDECAT todavía tenga una sede por embargar, que tampoco lo sé.

En fin, la única noticia buena del día es que al menos no vuelve a la política. Por lo demás, como me dijo un día un excargo de la Generalitat: "mucha fachada y poco fondo"."            (Xavier Rius, director de e-notícies, 15/09/20)

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