14/5/19

Pesimismo existencial en Cataluña... El 45,9% de los ciudadanos creen que la situación política de Cataluña es mala y el 22,1% consideran que es muy mala... He ahí la realidad. Insatisfacción que se refleja en un día a día gris y apático, sobrado de adustez y gesto crispado. Decía Albert Boadella que, volviendo de la alegría y de la luz de la Feria de Abril en Sevilla, al pisar Gerona se había llevado un tremendo shock al comprobar como todo eran caras falsamente trascendentes, ceñudas, agraviadas por Dios sabe qué... Es la política melancólica de los que aún creen en que desde Waterloo emanará una estrategia de victoria, un golpe de efecto fulminante...

 "Una política melancólica.

Podemos abdicar de cualquier cosa menos de nuestras tristezas, dijo Shakespeare. La melancolía, pareja del desánimo, se ha convertido en el paradigma de esta primavera política, tan cuajada de elecciones como de desengaños. (...)  

No debe sorprendernos, pues, la última andanada demoscópica del CEO catalán, aún teniendo cuidado de no aceptar como dogma de fe sus resultados puesto que ya se sabe que las encuestas oficiales las carga el diablo, máxime en medio de una contienda electoral. 

Dicen los augures de la Generalitat que hay más de un cuarenta y cinco por ciento que consideran la situación política catalana como mala y un veintidós incluso muy mala. 

Más de la mitad de los catalanes. Solo un veinte por ciento de panglosianos opina que la cosa va bien. El relativismo agnóstico se queda en un humilde nueve por ciento, ponderando que la política catalana no es ni buena ni mala. Como el vino de Asunción.

He ahí la realidad. Insatisfacción que se refleja en un día a día gris y apático, sobrado de adustez y gesto crispado. Decía Albert Boadella que, volviendo de la alegría y de la luz de la Feria de Abril en Sevilla, al pisar Gerona se había llevado un tremendo shock al comprobar como todo eran caras falsamente trascendentes, ceñudas, agraviadas por Dios sabe qué.

 Caras con la seriedad bovina que apuntaban algunos cronistas de pluma afilada y orden de detención a punto de caer en la Alemania de los años treinta.

 También el separatismo padece melancolía, sí, porque sabe que el sueño no era más que propaganda y que la república fue un instrumento convergente, creado para distraer al pueblo de los tejemanejes que se hacían por debajo de la mesa.

Es la política melancólica de los que aún creen en que desde Waterloo emanará una estrategia de victoria, un golpe de efecto fulminante (...)"              (Miquel Giménez, Vox Populi, 13/05/19)


"El 45,9% de los ciudadanos creen que la situación política de Cataluña es mala y el 22,1% consideran que es muy mala, según el último barómetro del CEO

La percepción empeora cuando se pregunta por la situación política de España: el 40,9% cree que es mala y el 30,8% muy mala.

Esta es la respuesta a la pregunta "Usted cómo valora la actual situación política de Cataluña/España?". Por el contrario, un 20,2% afirma que la situación política catalana es buena. En el caso de España, la cifra de satisfechos es del 19,8%. 

También hay un 1,1% que consideran que la situación en Cataluña es muy buena y un 0,8% que atribuye una muy buena situación a España.

Finalmente, un 8,8% de los ciudadanos asegura que la situación política en Cataluña no es ni buena ni mala. Esta cifra disminuye hasta el 19,8% para referirse a la situación política española."          (e-notícies, 11/05/19)

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