14/3/19

El procés ha sido la revolución de los ociosos. El día del cerco a la Consejería de Economía eran todos jubilados y estudiantes. Además, una revolución tiene que ser seria; su objetivo es tomar el poder. No puedes hacerla y después decir que ibas de farol... Una revolución implica consecuencias que uno debe asumir. Si pierdes en tu enfrentamiento con el Estado, luego no vengas exigiendo explicaciones o lamentándote...

"(...) Los acusados del procés han presentado el juicio como una “causa general” contra el secesionismo. ¿Puede considerarse así?

Entiendo que lo planteen como una causa política. Como en España lo dan todo por  perdido, tienen la vista puesta en el Tribunal Europeo. Es una estrategia de defensa totalmente legítima. En cualquier caso, yo no lo entiendo como una causa política, aunque el señor Junqueras tiene derecho a plantearla como tal. Es la grandeza del Estado de derecho.

Luego, está lo de que Junqueras asegure que “ama a España”. A mí la gente sentimental me parece muy peligrosa. No puedes confiar en alguien que ama las cosas con esa intensidad y, al mismo tiempo, las quiere destruir.

Por otra parte, su discurso—y el del nacionalismo en general— es muy adolescente. “Los demás no me comprenden” o “Yo solo quiero encajar” son argumentos propios de esa edad. Y cuando defiende que todo fue pacífico, miente. Si violentas la ley, tan pacífico no fue. Tampoco dijo la verdad cuando afirmó que Esquerra Republicana no ha sufrido casos de corrupción en cuarenta años.

En los años 30 hubo corrupción en Esquerra. Además, circulan teorías de que al mártir Companys querían liquidarlo desde sus propias filas —los de Estat Català, que no podían con él—.

Por su parte, Quim Torra ha declarado: “Antepongo a la democracia a cualquier ley”. ¿Le parece lícita su postura?

Pues depende. La cuestión es que si antepones tu concepción de la democracia a la ley, debes atenerte a las consecuencias. Ese es el gran problema: no se puede plantear una revolución hecha exclusivamente de sonrisas. Un revolución implica consecuencias que uno debe asumir. Si pierdes en tu enfrentamiento con el Estado, luego no vengas exigiendo explicaciones o lamentándote. 

El procés ha sido la revolución de los ociosos. El día del cerco a la Consejería de Economía, por ejemplo, eran todos jubilados y estudiantes. Además, una revolución tiene que ser seria; su objetivo es tomar el poder. No puedes hacerla y después decir que ibas de farol.

(Entrevista a Jordi Bernal, colaborador en The Objetive y Jot Down, Óscar Benítez, El Catalán, 26/02/19)

No hay comentarios: