" El cantautor catalán Joan Manuel Serrat ha protagonizado una de las imágenes del fin de semana con su respuesta a un espectador que le recriminó, en pleno concierto en Barcelona, que no cantara en catalán.
"Mire, siempre hay alguien que viene despistado a un espectáculo", dijo el cantante, que pidió al público que no aplaudiera durante su respuesta y prosiguió:
"Perdonen, todos vamos despistados a muchos sitios, el despiste es general, es decir, que no aplaudan. Siempre hay alguien que viene un poco distraído y no sabe exactamente dónde se mete. Esto es un espectáculo, como le he dicho, señor, que se llama Mediterráneo Da Capo, en el cual, de entrada, estoy repasando las canciones de un disco escrito en el año 1971, titulado Mediterráneo, y que integra 10 canciones, todas en castellano. Y las estoy haciendo una detrás de otra.La respuesta de Serrat ha sido muy comentada en las redes sociales. En Twitter, el periodista y presentador del programa Salvados de LaSexta, Jordi Évole, ha alabado al cantautor y ha realizado la siguiente reflexión sobre la necesidad de escuchar sus palabras:
Entiendo que usted no lo entienda. No entender esto, realmente, en los tiempos que corren, sería realmente soberbio por parte de nadie. Pero déjeme hacer, el espectáculo va así. No es por saber que estoy en Barcelona, lo sé seguramente desde antes que usted. Y desde antes que usted estoy trabajando por esta ciudad y por hacer cosas. Y, por tanto, le pido que me deje hacer mi espectáculo tal y como está diseñado. Le aseguro que es la primera vez que este espectáculo, yendo por el mundo, encuentra a alguien que dice esto. Se lo digo para que se pueda sentirse orgulloso. Muchas gracias".
"Dos minutos de Serrat. Tomar cada 8 horas para combatir la intolerancia. Venga de donde venga", ha escrito Évole en un tuit que acumula en pocas horas casi 2.000 retuits y casi 5.000 'me gusta'.
(Huff Post, 23/12/18)
" No es la primera vez que un energúmeno separatista increpa a Serrat.
En
su concierto del otro día le espetaron que cantase en catalán porque
estaba en Barcelona. Qué tristeza y cuanta mala leche tienen esos
indocumentados. (...)
Serrat, el cantautor catalán más
conocido – y querido – internacionalmente debería, según sus bocas
asnales, limitar su libertad de espíritu y de elegir el idioma que más
le plazca cuando mejor le acomode. Van listos. Si me permiten la
inmodestia, los del Poble Sec somos así, él, de la calle Salvat,
servidor, del Roser, la vecina.
En aquel barrio nos conocíamos
todos, las puertas no se cerraban, los chavales igual merendábamos en
nuestra casa que en la del vecino y existía esa solidaridad del que sabe
que ha venido al mundo a currar, porque nadie le va a regalar nada.
Hijos de camareros, taxistas, ebanistas, zapateros remendones,
oficinistas pluriempleados, modistas, tenderos, de gente venida de todos
los puntos de España, los nacidos en esa barriada popular, sabrosa y un
punto canalla por su proximidad con aquel mítico Paralelo de teatros y
vedettes, nos hicimos mayores un si es no es descreídos respecto a
banderas, patriotas, himnos y estandartes.
Preferíamos, como bien dice
el Nano en uno de sus temas, un buen polvo a un rapapolvo, un bombero a
un bombardero, crecer a sentar cabeza y, en definitiva, la revolución a
las pesadillas. Mi añorado VázquezMontalbán, otro chaval de barrio, no lo habría podido decir mejor.
Así que no voy a explayarme acerca
de lo estúpidamente estúpido de toda estupidez que es venir a hacer el
gilipolla intentando hacer pasar a Serrat por lo que no es y buscarle
tres pies a su guitarra. El historial de este artista es tan grande, tan
lleno de luz y tan repleto de esa verdad que solo aprendes en las
calles jugando al marro, al gua, al churro, media manga y mangotero, que
los señoritos de ratafía en supositorio y homilía carlistona a ritmo de
moscardón no merecen mayores explicaciones. (...)
Cuando se intenta apartar de una sociedad a gente como Serrat, como a la Sardá, como a LluísPasqual,
el gran y enorme Lluís Pasqual, la persona que más sabe de teatro de
Cataluña, es que existe una ponzoña peligrosa que debe conjurarse cuanto
antes mejor. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?, se preguntarán ustedes.
¿Qué ha de pasarle a un pueblo para que reniegue de sus mejores artistas
e intelectuales? AlbertBoadella podría
explicárselo mejor que yo, pero quizás empezó cuando se dijo que el
pujolismo era algo transitorio, risible, anecdótico y no pasaba de ser
una reencarnación más o menos moderna del viejo SenyorEsteve de Rusinyol.
Grave error. Tras aquella fachada de campechanía sabihonda, de persona
culta y pagesa a la vez, existía, agazapada, la bestia del supremacismo
más radical, más excluyente, más horrible. (...)
cuando se lee como yo he leído que
Serrat es poco menos que un facha, hay que decir basta y cualquiera que
disponga de un altavoz, por pequeño que sea, debe alzar su palabra para
denunciar a toda esa corte de Tartufos que se han apropiado de nuestra
tierra, de su cultura, de todo lo que hace de cualquier sociedad algo
digno y encomiable.
Diré, como final, recordando otra
canción del Nano, que entre esos tipos y yo hay algo personal. Porque lo
que han hecho con esta tierra no tiene perdón de Dios. Y hablando de
Dios, que tengan todos ustedes unas felices navidades." (Miquel giménez, Vox Populi, 24/12/18)
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