28/3/18

Director de e-notícies: El soberanismo aún no ha entendido nada. Vive en las nubes. Hemos entrado en la fase de depresión... todavía tiene que poner los pies en el suelo, aceptar la pura verdad: el trompazo ha sido de las que marcan época

"El soberanismo aún no ha entendido nada. Vive en las nubes. Hemos entrado en la fase de depresión -hace meses que estamos, vistos los resultados tangibles del proceso-, pero todavía tiene que poner los pies en el suelo, aceptar la pura verdad: el trompazo ha sido de las que marcan época .  (...)
 

Los países no sólo se gobiernan con dignidad, también se necesitan votos. Acuerdos transversales, alianzas parlamentarias, mano extendida, cintura, incluso química. De todo un poco. Lo demás es darnos cabezazos inútilmente contra una pared. 
Por ello, Torra ha empezado más suave. En cierto modo ha presentado también su candidatura después de los fiascos de Puigdemont, Sánchez y Turull. El plan D. Y el reloj se ha puesto en marcha. Ahora ya no quieren elecciones. 
Porque cuesta creer que la CUP vote una discípula de Mas-Colell como Elsa Artadi, doctorada en Harvard. Aunque, en la Cataluña actual, ya puede pasar de tono. En el Auditorio del Parlamento, estaban todos juntos. Unos con el puño en alto. Los otros con traje y ropa de marca. 
Pero el soberanismo aún no ha aterrizado. Lo más sorprendente de todos los discursos ha sido la insistencia en la debilidad del Estado. Para Quim Torra, España "se derrumba y cae a pedazos". Para Sergi Sabrià ha "quebrado" y "se tambalea". Para Natalia Sánchez, de la CUP, está "humeante" y sólo quedan "los restos". 
"En la aparente fortaleza del Estado encontraremos siempre sus debilidades", ha insistido la diputada cupaire. Ha terminado su intervención con un "No pasarán! Viva la república! ". Era lo que clamaba la Pasionaria antes de la batalla del Ebro. 
El proceso ha subestimado muchas cosas -Rajoy, la justicia española, etc-, pero sobre todo ha subestimado la fuerza del Estado. Este es un Estado que movilizó 17.000 policías para impedir el referéndum, que impuso la decisión del TC a porrazos, que ha recibido el apoyo de la UE, que ha procesado la cúpula del proceso y que ha metido media docena de consejeros en prisión. Pero ya ven: está en crisis.

Lo subestimaron desde el principio. Este es un Estado que ha derrotado incluso a ETA. Y eso que estuvieron jodiendo disparos durante 40 años. Ahora los de ETA piden que, por favor, a ver si los pueden trasladar a cárceles del País Vasco. Digan lo que digan ha sido una derrota por goleada. Política y policial. Incluso ideológica. Otegi no ha llegado ni a lehendakari. 
Curiosamente es un error histórico del catalanismo. O quizás es que sobrevaloramos también las propias fuerzas. Porque si el Estado español es tan débil como dicen, ¿por qué no aprovechamos la Guerra del Francés para declarar la independencia? ¿O la crisis del 98? ¿O el advenimiento de la República ?. 
El processisme debería despertar definitivamente del sueño, hacer autocrítica de verdad -no sólo de cara a las elecciones-, aprender de los errores, lamerse las heridas e intentar minimizar los estragos, sobre todo por los que están en prisión y sus familias. Los homenajes están muy bien, pero no tendrán ningún efecto práctico. 
Visto el coste personal y humano necesitaríamos unos dirigentes que, de entrada, admitan la realidad. La dura realidad. Hasta que no lo hagan no saldremos del pozo. Cualquier otra cosa es alimentar esperanzas inútiles o seguir con la estrategia equivocada. El proceso no ha tenido nunca estrategia. Más bien ha sido de ir poniendo parches y generar ilusiones."                    (Xavier Rius, director de e-notícies, 24/03/18)

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