"El columnista despedido de La Vanguardia cree que "vamos a un choque institucional" el 1 de octubre.
- La primera pregunta es obligada, ¿cómo está de salud?
Pues mucho mejor, prácticamente recuperado de las enfermedades
físicas. Las enfermedades de otro tipo todavía permanecen, el problema
del trabajo, del despido. Afecta no sólo a la moral de combate, sino
también a la salud.
- ¿Relaciona el infarto que tuvo con la tensión vivida después de que La Vanguardia no publicara su artículo?
Es un problema médico, pero yo creo que sí, es evidente la tensión vivida entonces.
- Llegué a leer un artículo de una persona que decía que era imposible porque usted no tenia corazón
(Se rie) (...)
- ¿Va a irse Catalunya?
No tengo ningún plan de irme de Catalunya, yo soy un voluntario
barcelonés, a diferencia de otros que están aquí por obligación. Yo
escogí venir a vivir a Barcelona porque antes, en los años 90, era una
ciudad mucho más abierta.
- Pero me consta que lo han insultado a veces por la calle?
Sí, sí, sí. Felizmente la gente no me conoce porque no soy tertuliano y no estoy en los saraos estos. (...)
- A usted le han colgado la medalla de “charnego desagradecido”
Sí, entre otras, pero sí.
- Ni que tampoco quiere integrarse
No tengo ningunas ganas. Yo he vivido en París algún tiempo y nadie
me planteó si yo quería integrarme o no integrarme. Es una preocupación
que hay aquí que quieren integrarlo todo. No sé, cada uno lleva su vida.
Hay que ser tertuliano y esas cosas que yo no soy, ni aspiro a ser ni
tengo el más mínimo interés.
- Recuerdo una sabatina suya que decía que el soberanismo o
para ser más exactos el procesismo era una minoría mayoritaria, pero
minoría al fin y al cabo.
Sí. Además ahora se ha convertido en una fórmula que tienen los
norteamericanos, que es referirse al período de McCarthy como la
“dictadura democrática”.
- Hombre, tampoco es una dictadura.
Evidentemente, esto no es una dictadura pero es un comportamiento
absolutamente inquisitorial. Es decir, la inquisición democrática sí que
existe.
- Para utilizar la expresión de Jorge Valdáno: ¿Hay miedo
escénico en Catalunya? Es decir, ¿si no comulgas al 100% con el proceso
está mal visto?
Primero, son una minoría, una minoría mayoritaria entre comillas,
porque es la que dispone de los medios de comunicación. Los referéndums
se parecen a los del franquismo, la situación de las televisiones tiene
visos al viejo régimen, eso sí, siempre con la libertad de expresión en
la boca. Lo cual no acabo de entender muy bien, es decir, es de una
hipocresía absoluta.
La libertad de expresión se manifiesta en que tu
puedes silbar e insultar a quien te dé la gana en función de esta
supuesta libertad de expresión, pero lo que no puedes hacer es lo
contrario, porque sino te aplican el articulo 39, que se decía en la
antigua mili. Es decir, sencillamente te hacen callar.
- Es lo que usted decía en su artículo que hay periódicos que la gente dice que no lee pero que están allí.
No tienen tanto derecho a las subvenciones, porque eso lo pagamos
todos los ciudadanos y a mí eso me parece escandaloso. Por ejemplo, yo
me encuentro con un quiosco cerca de mi casa que se niega a vender El
Mundo, igual que si fuera un talibán en un supermercado que no vende
alcohol.
- En su artículo también decía que, en caso de choque de trenes, nosotros somos un tranvía, no un AVE
Lo del choque de trenes es una grandilocuencia típica de los últimos
años. Como nos gusta esa especie de victimario, más el orgullo y la
vanidad, bueno... hay incluso un grupo de historiadores que han afirmado
que Cervantes era de aquí. Yo creo que eso es el ramalazo carlista del
“procés”. Hay un componente carlista, no hay que olvidar que Berga fue
capital carlista. No han pasado tantos siglos.
- Déjeme volver a su despido, ¿pidieron su cabeza o fue iniciativa propia?
Lo desconozco, a mí solamente me llegó un burofax en el que me
comunicaban que quedaba despedido. Además firmado por el director
gerente al que no he visto en mi vida.
- La Vanguardia ha jugado un papel extraño en el proceso,
durante la época de José Antich dio un apoyo casi sin fisuras, no sé si
Màrius Carol intentó recuperar la centralidad, ¿qué percepción tiene?
Màrius Carol lo que intentará sobretodo es hacer buenos negocios, lo que sea más rentable para sus negocios y los de su señora.
- ¿Habla de él o del periódico?
Hombre, él es el director, por lo tanto, por acción o por omisión tiene una responsabilidad.
- Usted que viene de la izquierda, ¿cómo juzga la actuación de la CUP?
Yo vengo de la izquierda y sigo en la izquierda, el problema es que
los demás se han desplazado hasta posiciones muy insólitas. De la CUP,
creo que el hecho de que en la última investigación del CEO demuestre
que a la CUP la votaron las clases más altas de la Barcelona eterna,
pues yo creo que la CUP es a la izquierda en la misma medida que yo
puedo ser un monje cartujo.
- Algunas de las propuestas más curiosas de la CUP como
retirar la estátuta de Colón o expropiar la Catedral parece que sean
hechas a posta para tapar el pacto con el PDECAT.
Yo creo que sobre todo la CUP, como supuesta izquierda, es una
frivolidad. Esos actos de pinchar ruedas y ensuciar los autobuses son
cosas que hacen los críos. Esa especie de benevolencia … porque el
buenismo es otro de los problemas de esta sociedad.
Que después de los
atentados del 17 de agosto el hecho más importante sea ver al padre de
una de las víctimas asesinadas dándole un abrazo al imán y el imán
llorando, yo creo que es surrealista. Esto es una especie de Síndrome de
Estocolmo colectivo. (...)
-¿Usted a quién se cree: al mayor Trapero o a El Periódico?
Trapero miente políticamente. ¿Cómo un hombre que tenía que limitarse
a su trabajo como profesional, se ha convertido en este momento en una
vedette independentista que le hace paellas a Pilar Rahola en Cadaqués?
Es un personaje, de Valladolid lo cual acaba teniendo su gracia. Y
significa que los conversos son lo peor que puede ocurrir. Eso sí que es
un problema real.
Exceptuando la paella, parecía un buen profesional
pero lo cierto es que, en la rueda de prensa, diciendo al director de El
Periódico y al otro periodista, Luis Mauri, que debían estar la rueda
de prensa… Es una intimidación absoluta a los medios de comunicación y
una ofensa para El Periódico. Una ofensa hecha por una institución. Una
provocación de tal envergadura que en cualquier sociedad habría que
pedir la dimisión del señor Trapero.
- Catalunya se va al carajo por utilizar una expresión suya
Catalunya está en el carajo ¿Tiene arreglo? Eso depende de si
alguien tiene voluntad arreglarlo, pero si nos sentimos tan felices como
estamos, va a ser… en fin, esto necesita muchos años. Quiza yo no lo
vea.
- ¿Y cómo se arregla? Porque el Gobierno del PP tampoco facilita las cosas.
Entre el secesionismo, la pachorra de Rajoy y las implicaciones
político-económicas de Rajoy y el PP, tenemos un panorama realmente
desolador. (...)
- Usted sacó un libro hace tiempo que era una recopilación de
artículos sobre la decadencia de Catalunya. ¿Estamos en decadencia?
Yo creo que estamos absolutamente mentiéndonos en un pozo de difícil
salida, pero eso sí, la gente es buenista y tiene conciencia de que
somos la ostia, además volvemos a una idea de una minoría reaccionaria
durante el periodo de la república que fue aquella organización
“Nosaltres sols”.
Yo creo que esto se ha convertido en una especie de
partido de fútbol, y ahora que el fútbol lo empaña todo... ¿cómo se
puede decir que España entrega armas a Qatar y no hablar de que ese país
era el patrocinador del Barça? Habría que señalar esto. Y resulta que
la empresa más importante en tráfico de armas está en Barcelona y además
participa uno de los hijos de Pujol. Florentino Pérez es un viejo socio
de las familias de Barcelona, ahí hay una simbiosis perfecta.
- ¿Lo de la familia Pujol lo sabia todo el mundo?
Independientemente de lo que supiera todo el mundo y de que era una
obviedad, recuerdo aquellas entradas fastuosas de la señora Ferrusola en
las inauguraciones de su ilustre marido diciendo: “¡Qué plantas más
pochas tienen aquí!” y sugería llamar a su empresa de floristería.
Esto
lo hacia con el descaro de una verdulera antigua, que es lo que es. ¿Qué
mas daba que se supiera si eso no podía salir? ¿Acaso hemos llegado más
lejos en el cas Palau? El cas Palau es un retrato de la oligarquía
catalana. (...)
- En el artículo no publicado usted dice que el proceso necesita casi un muerto, ¿usted cree que vamos al choque institucional?
Yo sé de una autoridad de la Generalitat que ha dicho esto mismo que
yo digo, pero se trata de una conversación privada, pero sí, vamos a un
choque institucional. Aquí se necesitan víctimas, aunque sean muy
efímeras. Resulta que hay 16 muertos del atentado y no hay pancartas
sobre las víctimas en la manifestación. Aquí estamos respirando un aire
de violencia y no se sabe hasta que graduación va a llegar.
- ¿Lo dice por la crispación acumulada?
Lo digo por el ambiente y, sobre todo, por la soberbia absoluta del
sector secesionista. No puede quedarse quieto, están en una bicileta a
piñon fijo, como se decía antiguamente, y por lo tanto pedaleas o te
caes.
- Incluso en este caso de choque institucional, o el
escenario más trágico de alguna víctima, parece que el Govern quiera
apelar a Europa. Pero incluso en este caso, creo que hasta Europa
pasaría de nosotros.
Absolutamente. (...)" (Entrevista de Xavier Rius a Gregorio Morán, e-notícies, 02/09/17)
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