"(...) Un reciente libro sobre la alcadesa Colau incluye esta frase, según el diario El País:
"Hay un cierto estilo de Pablo [Iglesias] y el núcleo impulsor de Podemos con el que no conectamos. Me hacen sentir más catalana que nunca. Es una diferencia de estilo, personal y política." (...)
Hundidos hasta el cuello, fallidos, y esta pobre gente catalana aún tiene los arrestos de sentir-se'n més que mai." (Arcadi Espada, El Mundo, 21/03/16)
"HA DICHO Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona, que Pablo Iglesias la hace sentir más catalana que nunca. La noticia tuve que leerla dos veces para asegurarme que no aludía a los toqueteos habituales en el partido Podemos. Pero no.
"Hay un cierto estilo de Pablo [Iglesias] y el núcleo impulsor de Podemos con el que no conectamos. Me hacen sentir más catalana que nunca. Es una diferencia de estilo, personal y política." (...)
Hundidos hasta el cuello, fallidos, y esta pobre gente catalana aún tiene los arrestos de sentir-se'n més que mai." (Arcadi Espada, El Mundo, 21/03/16)
"HA DICHO Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona, que Pablo Iglesias la hace sentir más catalana que nunca. La noticia tuve que leerla dos veces para asegurarme que no aludía a los toqueteos habituales en el partido Podemos. Pero no.
Está publicada en un libro titulado Ada, la rebelió
democràtica, que ha escrito el periodista Joan Serra, y alude al estilo
arrogante, personal y político, de Iglesias. Las deducciones están a la
altura del pensamiento sociológico de la alcaldesa: mientras que los
españoles son arrogantes, los catalanes no lo son.
La alcaldesa bebe en
fuentes contaminadas, pero patrióticas. Al fin y al cabo un versito de
Los Segadores, el himno nacional de Cataluña, dice: «¡Vade retro esa
gente/tan arrogante y soberbia!»
De más está decir que esa gente son los
españoles. La mísera sinécdoque tiene otro lado, igualmente injusto y
lamentable. La imposibilidad de ser catalán y arrogante. Por suerte yo
ya me quité: tal posibilidad me habría provocado una inquietud
considerable.
En este libro vertebral, Cataluña en España. Historia y mito, que ha
escrito Gabriel Tortella con la ayuda de otros autores, se señala como
una de las causas del nacionalismo el «desdén y la irritación hacia el
resto de España, del que Cataluña dependía económica y políticamente».
Es una observación aguda y justa. Y lo más interesante: que se proyecta
hasta nuestros días.
Si la expansión del independentismo tiene algo que ver con la crisis,
será en la forma retorcida y avergonzada con la que el nacionalismo
replica a lo inexorable: el autogobierno catalán ha quebrado (ha fet
fallida, en vernáculo) y su restablecimiento verdadero depende de que el
Estado se avenga a pagar las deudas. Un nuevo capítulo del inacabable
pleito de los siameses.(...)" (Arcadi Espada, El Mundo, 22/03/16)
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