"Incluso un premio Nobel tendría dificultades para enseñar ciencia en algunas de las mejores universidades de España". Así comenzaba
una carta publicada a finales de enero por dos investigadores de la
Universidad de Valencia (UV) en la revista 'Nature'.
El texto alertaba
del riesgo que supone el cambio de legislación del centro levantino,
que desde septiembre exige a los profesores un nivel C1 de valenciano
-dominio operativo eficaz-, para la salud de la ciencia española. Esta
semana, un grupo de profesores de la Facultad de Economía superaba las 1.500 firmas recogidas con el objetivo de eliminar el nuevo requisito.
"Hasta
ahora, el nivel de valenciano era un mérito, como ser doctor o haber
publicado. No tenemos problemas con eso, pero si se exige, resulta
discriminatorio", aclara a Teknautas el investigador de la UV e impulsor
de la recogida de firmas, Juan Sanchis. El profesor de Economía subraya
que es valencianoparlante y ha impartido miles de horas de clase en esa
lengua.
El problema, en su opinión, es que el requisito es "una
barrera" para el fichaje de talento e incluso para el retorno de
estudiantes a los que el cambio en la normativa ha pillado en el
extranjero. "La universidad tiene que ser universal y estar abierta al
resto de España, de Europa y del mundo", añade.
El cambio en la
legislación supone un escollo en un campo tan internacional como es la
ciencia, donde el movimiento de investigadores entre centros es
constante. El biólogo de la UV y coautor de la carta publicada en
'Nature', Pau Carazo, defiende como necesarias las políticas que
fomentan el uso del valenciano, pero considera "absurdo" sacrificar la
excelencia en investigación.
"La gente debe entender que el idioma de la ciencia es el inglés, nos guste o no, y deberíamos promoverlo", asegura a este periódico. (...)" (El Confidencial, 03/03/16)
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