17/3/16

España roba, mata, encarcela a los catalanes por rencor y envidia contra la Cataluña rica y plena

"El presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, afeó mucho a Pedro Sánchez que aludiera en el Congreso a la fractura social o crisis de convivencia en Cataluña

Desde Pujol, lo primero que hace un presidente de la Generalidad es decir a sus visitas o anfitriones, tanto da, que de Cataluña y lo que ocurre sólo pueden hablar los nacionalistas catalanes porque el “territorio” es tan complejo que sólo a ellos les resulta comprensible.

(...) Lo que es obvio y cristalino es que en los últimos años la inmersión lingüística ha sido un fracaso educativo pero un éxito propagandístico que se resume en que, para no pocos habitantes de Cataluña, España roba, mata, encarcela y encausa porque en los propios de tal nacionalidad anidan el rencor y la envidia contra la Cataluña rica y plena. 

El modelo educativo catalán, además de prohibir hasta en el patio que los niños hablen la lengua de sus madres, ha extendido con eficacia la impresión generalizada de que el español, sea idioma o viandante, oscila entre lo malo y lo peor. 

Y para demostrarlo exhiben a Rufián y acallan de paso la sospecha de etnicismo; eso de la escasa calidad del hombre andaluz en comparación con el mosso catalán que escribiera Jordi Pujol. 

Los ataques con asiduidad y pasividad d’esquadra a las sedes de los partidos “unionistas” no significan nada. Ni las amenazas contra los representantes de esos partidos. Los gritos por la calle que han recibido algunos políticos asimilados a la idea de lo hispánico tampoco son indiciarios de nada.

 ¿Qué fractura? Las manifestaciones a las puertas de un colegio o en la plaza del pueblo contra las pocas familias que se atreven a pedir que a sus hijos les enseñen también en español no son relevantes más allá de la defensa del “modelo” de las ampas, los comisarios lingüísticos y el pueblo en modo Fuenteovejuna. 

Al exprimer secretario del PSC, Pere Navarro, se le acercó una familiar de un concejal convergente de pueblo y le arreó un bofetón por “traidor” en medio de una comunión y tampoco es para tanto. (...)

¿Te enteras, Sánchez? Que no te vengan con milongas. Te lo dice Puigdemont: “Que a Navarro le soplaron un moco… Eso le pasa por no estar en el derecho a decidir. Mira lo bien que le va a Josep Maria Àlvarez, el de la UGT. Habla con él, Pedro”.               (PABLO PLANAS – LIBERTAD DIGITAL – 17/03/16, en Fundación por la Libertad)

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