"(...) La corrupción en Cataluña se ha soslayado con una gran naturalidad.
La prueba más feroz es el pacto que firmaron los anticapitalistas. Y la
explicación más probable de la naturalidad es la considerable extensión
de las prácticas corruptas. No se pueden odiar las metáforas hasta el
punto de ignorar el sentido recto que indican a veces.
Todos los miembros de la familia Pujol están imputados: el matrimonio
y sus siete hijos. Yo he combatido siempre la idea de que Pujol fuera
Cataluña, pero tal vez ha llegado el momento de reconocer mis errores.
No conozco a fondo la política africana, pero diría que no hay un caso
similar.
El matrimonio y sus siete hijos. La familia de un hombre que
gobernó durante 23 años. Si esta situación no ha producido un harakiri
colectivo en Cataluña sólo es porque fueron muchos y muy poderosos los
que pagaron. Cataluña es un país petit y no hay tierra para absorber
tanta sangre.
Por lo demás, el nacionalismo se ha adscrito a la doctrina Arguiñano,
que es la de robar con fundamento. Es importantísimo el impacto del
fundamento en la opinión pública. En el caso catalán el fundamento ha
sido la patria. Tan potente que si hasta los anticapitalistas se han
aliado con Convergència es (necesidad de cobrar aparte) porque creen que
la mafia puede ayudarles a destruir el Estado: una línea que ya
exploraron con éxito las Brigadas Rojas o el M-19.
Con fundamento roba
también la izquierda, cuyos Eres son sólo una sofisticada manera de
combatir la desigualdad. Desde que se llamó orgánica a la democracia o
azul al cielo sabemos hasta qué punto desfigura el atributo. De ahí que
robar, robar, sólo robe la derecha.
Las imputaciones hay que manejarlas con cuidado y sólo deben producir
efectos de opinión. Pero en las imputaciones pujolistas hay hechos
delictivos de tipo fiscal que ya han sido reconocidos por sus autores. Y
el primero, y más significativo, el de Pujol.
El 25 de julio de 2014
reconoció que tenía una fortuna sin declarar en el extranjero, y que la
tenía desde 1980. La confesión tuvo un efecto doble: lo expulsó del lado
bueno de la historia, pero le aportó también cierta grandeza pecadora.
La infección literaria empezó a extenderse.
Fácilmente se llegó en los periódicos a la analogía con los grandes
trágicos y sus personajes atormentados por el peso de un secreto que
debían levantar cada mañana, al tiempo que su cuerpo. A medida que el
cuerpo iba decayendo, el secreto crecía. Cuando un hombre confiesa,
pasados los ochenta años, ya sólo hay secreto y era, en apariencia, el
que estaba hablando.
Compareció también la religión, el catolicismo.
Sobre todo por las últimas líneas del comunicado: «Y también les pido
que sepan separar los errores de una persona –aunque haya sido muy
significativa–, y que esta declaración sea reparadora en lo posible del
mal y de expiación para mí mismo».
Expiar supone el borrado religioso de
las culpas. Y era la palabra que se entendió como clave. Pujol,
católico de siempre, no podía aspirar al perdón de la historia ni de los
ciudadanos catalanes, pero aún optaba al perdón de dios.
La confesión era muy golosa. Pujol se había pasado toda su larga vida
pública dando consejos morales. Es propio de los padres de la patria y
fue una de sus marcas como político.
Yo recogí en un tumblr
(http://1984puntocat.tumblr.com/) un centenar largo de páginas con
párrafos morales extraídos de su obra completa, ensayos, discursos,
artículos, que alcanza una dimensión parecida a la de Enver Hoxha. Una
búsqueda minuciosa daría otros cientos de páginas más.
La confrontación de esa obra con el folio de su confesión probaba que
Enric Marco sólo es el segundo gran farsante de la historia
contemporánea de Cataluña. La evidencia del dinero oculto, que alcanza
una cantidad real de unos siete millones de euros, permitía otras
consideraciones de interés psicológico.
La primera es que la familia
Pujol había vivido muchos años en su piso de General Mitre con una
cocina de origen y una fabulosa colección de muebles y enseres tronados,
lo que introduce la famosa duda sistemática del pobre sobre el rico:
para qué coño querrán el dinero. La segunda afecta al famoso dilema
nature/nurture: abuelo, hijo y nietos han tenido dinero fuera, libre de
impuestos.
Tengo dudas de que la instrucción del juez derive en
responsabilidades penales efectivas para el patriarca de los Pujol, que
seguramente hará valer una madeja de prescripciones eficaces. Sin
embargo, sus conclusiones introducen una duda demoledora; y es la de que
Pujol no hubiera en realidad confesado y su documento del 25 de julio
fuera meramente instrumental.
Pujol no estaría hablando entonces desde
la culpa, sino desde la renovación del engaño. Por así decirlo, Enric
Marco aún no habría vuelto de Auschwitz. La duda, de amplio espectro, no
sólo supondría que Pujol ha mentido sobre el origen del dinero andorrano. Supondría que los que le pagaron siguen también callando. (...)" (Arcadi Espada, El Mundo, 14/02/16)
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