"El nacionalismo es una ideología del siglo XIX que diviniza lanació y subordina los demás vínculos de la vida este diosecillo (Toynbee insinuaba que era “una religión antigua y siniestra” de divinización de la colectividad). Pero como vio Gustave Thibon, la idolatría acaba siempre por destruir al ídolo. Eso es lo que está sucediendo en Cataluña.
En el aspecto empresarial el nacionalismo
está impulsando un proceso abrasivo que lentamente deforesta el
vibrante ecosistema económico de Cataluña. En 2 años 1.424 empresas han trasladado su sede fuera de Cataluña. En un período similar han salido de Cataluña 1.121 empresas más de las que han entrado.
Ahora dice Bayer que ya ha decidido marcharse de Tarragona en 2017. Como resultado, Ercros se verá obligada a cerrar una parte sustancial de su negocio en la zona. Y General Electric también se va: cambia Cornellá por Bilbao y Barcelona por Nantes, enviando a 300 catalanets al carrer.
Gràcies, Artur Mas. Gràcies, nacionalisme. Gràcies, prusés.
Dolça i arruïnada Catalunya…" (Dolça Catalunya, 21/01/16)
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