"Da clase de Derecho Internacional Público en la UB, y escribe en e-noticies lo que sabemos todos los catalanes:
“Es imposible hacer
salir a un territorio de un Estado por la puerta de la insurrección
(desacato a la Constitución, a las leyes) en la Europa del Siglo XXI.
Imposible. Pertenecemos a la Unión Europea y allí hay unas reglas de
juego. Ya no se trata ahora de si entraríais o no, si un día fueseis un
Estado en la UE. Se trata de que nunca podréis ser un nuevo Estado si os constituís por la puerta de la insurrección. ¿Lo entendéis? (…)
No existe jurídicamente tal expresión como “desconexión del Estado”. Otro juego de niños: inventar expresiones. Es insurrección. No lleva a ninguna parte. (…)
Resulta que en unas elecciones que de por sí eran un abuso de poder
-porque las elecciones al parlamento son para formar un gobierno que
durante 4 años gestione nuestro dinero en bien de la comunidad y no para
votar sí o no a un proyecto, por lo demás sin salida y mal explicado-,
ha salido que más de la mitad de la población catalana no estaba de acuerdo con el proyecto de la independencia express. (…)
Esto ha ganado. Y sin embargo, unos del grupo, deciden que no, que es al contrario, y que ellos se reparten todos los caramelos, porque lo dicen ellos.
¿Lo ves ahora más claro? Sabrás que la ley D’Hondt, seguida en nuestro
Parlament, utiliza un criterio representativo, dando más peso a los
votos de las localidades menos pobladas.
Por tanto, un escaño salido por
Lérida, por ejemplo, ha necesitado menos de la mitad de votos que uno
salido por Barcelona. Esto ya lo sabes, ¿no? Entonces, no sigas diciendo que hay mayoría de escaños, por favor, para responder a la pregunta formulada en las elecciones: sí o no a la independencia”. (Dolça Catalunya, 08/11/15)
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