"(...) Paralelo al deterioro democrático, crece la xenofobia. Se observa en la
cobertura propagandística que exacerba el nacionalismo chovinista alemán
y nórdico. Propaganda que cala hondamente en esos países que, sin
embargo, no están compuestos de masas ignorantes y depauperadas. El
nacionalismo de los ricos se extiende por toda Europa, alimentando el
fascismo de los pobres. (...)
quiero reflexionar sobre los fenómenos
independentistas serios en la Europa actual: el conflicto territorial en
Bélgica; Italia; España, que tienen relación con la debilitación de los
lazos de solidaridad nacional entre territorios con diferentes grados
de desarrollo, y con la pérdida de competencias de los Estados-nación a
favor de la UE, la OCDE y otras instituciones supranacionales, y no
controladas democráticamente.
En países donde convivían nacionalidades, o
viejos territorios separados por conflictos religiosos, lingüísticas y
de desarrollo desigual, el conflicto se ha trasformado en: ¿Quién paga
manos impuestos y recibe mas trasferencias públicas?.
Con una clase
trabajadora industrial con altos salarios en las regiones separatistas, y
un salariado precario o en paro en amplias zonas del resto. Cuando la
crisis crea problemas a los trabajadores de las zonas ricas, las elites
aprovechan y exacerban los sentimientos diferenciadores.
Regiones que se saben mas ricas y
desarrolladas, conviven en el mismo estado con territorios cuya
evolución ha sido bloqueada por la globalización, cristalizando en un
esquema de relaciones basadas en “subvenciones”, con orígenes muy
diversos, y estancamiento: altos niveles de paro, desarrollo de sectores
de servicios con bajo valor añadido, una juventud sin perspectivas de
empleo.
Circunstancias comunes al Sur de España, Sur de Italia y que
empiezan a notarse tras la crisis industrial secular en la zona Valona.
El choque de la City con Escocia, cuestión reclamo de los nacionalistas
independentistas, tiene mas que ver con la relación con la Unión
Europea, y no puede ilustrar los casos catalán o vasco.
La política territorial penetra incluso
la lucha laboral; en los casos donde, como en Catalunya y Euzkadi,
coexisten diferenciación por desarrollo y nacionalismo, las
instituciones de la clase obrera industrial han sido profundamente
penetradas por el nacionalismo chovinista, lo cual define lo profundo de
la crisis: los padres, trabajadores emigrantes, los hijos, en paro,
votan independencia.
Primero el “statut” creó malestar, mas
tarde, la cuestión fiscal acabó de encender los ánimos. Los ciudadanos
pagamos impuestos y, teóricamente, deberíamos poder saber a donde van.
Una parte de la imposición catalana va a pagar el gasto común del
estado, y otra se dirige a las políticas de solidaridad
interterritorial. La otra, la mas importante, revierte en el gasto
público catalán. ¿Se discute de la administración eficaz, o de la
solidaridad interterritorial?
Con el discurso de “España nos roba”, se
persigue escamotear a la opinión pública, y se consigue, que los
estados del bienestar, con mas de un 30% del producto nacional
administrado por organismos públicos, suponen un suculento negocio en
disputa entre las elites autonómicas y el estado Central.
Como estamos
viendo, por los sonidos que se cuelan, entre los pocos silencios que
dejan los discursos de las banderas, la rentabilidad financiera derivada
de la gestión de esos presupuestos es superior a la proporcionada por
los debilitados mercados de dinero… (3%).
Por esos vericuetos se dirigen
enormes cantidades de dinero, que alimentan, en cada una de las
administraciones, el conjunto del negocio. ¿Desaparece el espolio porque
sean las elites catalanas las que gestionen,…? ¿No serían necesarias
reformas profundas en todas partes, antes de sentenciar a otros para
salvar a tus ladrones? (...)
Porqué se ha enquistado el conflicto, y
eso pide ser explicado. Rajoy no puede enviar a los tanques estando en
la U.E… Evidente! Aunque su franquismo sociológico le impide otro tipo
de soluciones, y por lo tanto se paraliza y tensa la situación,
esperando que las amenazas funciones. Pero también, ha contribuido a
enconar el debate territorial, porque diluye los conflictos sociales y
encubre la corrupción y el clientelismo.
Se pretende, con el choque de
ambos nacionalismos (español y catalán), mantener oculta la persistencia
de las redes clientelares franquistas, incluidas los herederos de la
vieja “Lliga”, en las administraciones locales y provinciales, en
algunos altos funcionarios y magistrados.
Los lobbies no declarados que,
desde las altas empresas y entidades financieras, han penetrado varios
partidos políticos. La red periférica de empresas públicas, fundaciones y
patronatos, satélite de las administraciones autonómicas. Red que
permite eliminar los controles públicos, ya de por si débiles, a las
decisiones de gasto, que esas redes trasforman en negocio para unos
pocos.
Y, mientras, el factor Europa sigue ahí,
manteniendo factores de estancamiento y bloqueo político del Estado
español, que el PSOE ya ha sufrido, y que está experimentando el PP, que
van a hacer muy difícil dar salida a la crisis abierta por Cataluña, y
condicionaran las elecciones de diciembre; entre ellos, no menor, la
política fiscal, que al venir marcada desde Bruselas, prácticamente no
deja resquicio.
Pero, tras el plebiscito, que todos han
perdido, la democracia, si es algo mas que una palabra, ha salido
ganando: Los resultados de Cataluña mantienen muy abierta la crisis del
estado, lo cual es muy positivo,.. porque se abre la oportunidad para un cambio constitucional, en cuyo proceso discursivo se permita la visualización de los problemas.
Pero no es menos cierto que no hay un relato coherente para la situación, una propuesta de “hogar público”; de reforma para democratizar las instituciones y hacerlas mas trasparentes y eficientes, y esto último es muy negativo….." (José Candela Ochotorena, Economistas frente a la crisis, 03/10/2015)
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