"Tomás Saz, profesor interino desde hace ocho en el Instituto de Sabadell, está viviendo un auténtico calvario y sufriendo mobbing por su manera de pensar. Según relata a gaceta.es “lo que sufro no es un acoso directo, es peor. Los alumnos se niegan a ser receptivos,
se niegan a aprender y no captan lo que les explicas.
Los chavales
están en clase predispuestos a desacreditarme porque vienen con la lección aprendida
por sus tutores, que hacen muy bien su trabajo. Cuando llegan los
resultados y tengo que suspender a muchos alumnos es cuando empieza lo
peor, ya que el resto de profesores desacreditan tu trabajo, te ningunean
y señalan que tu manera de enseñar no es la correcta. Y no me pasa a
mí sólo por ser interino. También le ha pasado a profesores titulares
que, curiosamente, tampoco quieren saber nada del nacionalismo catalán”
El profesor habla de actuaciones estudiadas desde la dirección y el profesorado para mermar su moral, bajarle la autoestima y hundirle en situaciones casi depresivas. “La actitud de mis compañeros de profesión es lo peor. Te faltan al respeto, te humillan, no te consideran profesor y uno se hunde. Los chicos hablan con sus tutores, que les señalan a los profesores que ellos consideran despectivamente españoles y les ponen en nuestra contra.
Cuando doy clase es cómo si hablase a la pared. Pero esto viene de lejos. Cuando entro por la mañana en el instituto ya oigo gritos en plan mofa de “Yo soy español, español, español”,
o dicen “Visca Cataluña” a mi paso. Con ellos ya estás infravalorado
desde el principio porque se ha pasado cualquier línea de respeto. Noto el rechazo hacia mi persona”.
Tomás Saz lo reduce todo a una cosa: independentismo. “Así es, no es cuestión de que yo de las clases en catalán o español. Yo hablo perfectamente el catalán pero las doy en español porque lo estimo oportuno.
Es cuestión de ideología, de despreciarme porque yo defiendo España, la
constitución, las leyes…, y cada vez que digo algo de esto se hace el
silencio.
Levanto ampollas y les mata. Pero yo no me voy a callar ni
esconder lo que siento. El director me ha llamado al orden varias veces,
muy indignado por decir que yo estaba en España y que Sabadell forma
parte de España. Aquí el que no participa en su ideología es marginado. Y
yo no soporto el adoctrinamiento que hacen de unos chicos que tienen
unos padres que son andaluces o extremeños y que en sus casas hablan en
español. Aquí el objetivo es captarles para la causa nacionalista. Y por
eso yo no paso”.
El docente interino fue apartado de sus clases tras el segundo semestre. Le relegaron de su puesto de trabajo. “Ahora soy un profesor sin alumnos y con nómina. La dirección del centro me mandó el 13 de mayo unas instrucciones sobre el cumplimiento de mi horario laboral muy severas.
Para no despedirme me han colocado en un sitio donde me dedico a
realizar archivos de literatura y lengua para los alumnos de
bachillerato. Estos trabajos se cuelgan en la web del centro y los
alumnos los consultan para sus deberes y exámenes. Pero no quieren que
me mueva con libertad por el instituto y pretenden que mi presencia en
el centro se ajuste estrictamente a mi horario laboral. También tengo
prohibido acudir en otras horas ni me permiten acceder a la sala del
profesorado ni a otras aulas del centro.
El profesor, harto de su situación, pretende que se queja llegue a
cuanto más gente mejor y mandó una serie de correos electrónicas desde
su cuenta. Su sorpresa vendría cuando una pareja de mossos de d´esquadra le abordó alertándole para que no mandase más emails:
“Me dijeron que podían aparecer denuncias de delitos e injurias que justificarán porque me habían quitado de mi puesto de trabajo. Y me vinieron a decir que me podían inhabilitar,
con lo que podría perder mi puesto de trabajo. Lo que afectaría a mi
vida personal, que está pasando por un momento complicado”. (Somatemps, 20/08/2015)
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