"(...) el Partit dels Socialistes de Catalunya posee cada vez más la fisonomía,
el perfil de Federación Catalana del PSOE. Quizá no en el discurso
oficial, ni en la actitud de una parte de sus dirigentes, pero sí en la
sociología de los votantes que le quedan y en la geografía de sus
reductos institucionales, que es lo que termina prevaleciendo.
Aquello que, durante una treintena de años, hizo del PSC un partido
distinto del PSOE no eran tanto los textos estatutarios, ni el voto
diferenciado de sus respectivos diputados en el Congreso —que no se
produjo nunca—, ni el espíritu rebelde y respondón de sus líderes, sino
la capacidad del PSC para conciliar en una síntesis bastante estable a
dirigentes, cuadros, militantes y electores de culturas políticas
distintas: la cultura clásica del PSOE jacobino que se embelesaba con
Felipe y, en su momento, adoró a figuras como Pepe Borrell o Carmen
Chacón; y la cultura profundamente catalanista de quienes, sobre todo en
las demarcaciones de Girona y Lleida, añoraban a Josep Pallach, creían
en un federalismo plurinacional y consideraban al PSC una apuesta
pragmática gracias a la cual se podía gobernar no sólo en L’Hospitalet,
Santa Coloma de Gramenet, Sant Adrià, Sabadell o Barcelona, sino también
en Girona, Banyoles, Igualada, Manresa o la Seu d’Urgell.
Dicha síntesis, la que amalgamaba a Celestino Corbacho con Joaquim
Nadal, a Manuela de Madre con Antoni Dalmau, a Jesús María Canga con
Joan Solana, se ha deshilachado por completo, y los resultados del 24 de
mayo lo certifican de modo implacable. En aquellos lugares donde domina
la cultura PSOE (L’Hospitalet, Tarragona, Santa Coloma, Cornellà, Sant
Boi, Viladecans, Rubí, Sant Adrià, etcétera) el PSC aguanta
—generalmente a la baja— de modo parecido al conjunto del socialismo
español.
Por el contrario, allí donde el PSC destacó —y a menudo poseyó la
alcaldía— gracias a un perfil marcadamente catalanista, el hundimiento
es espectacular. Si lo cuantificamos poniendo tras el nombre del
municipio las cifras de concejales socialistas obtenidos en 2007, 2011 y
2015, los guarismos son los siguientes: Lleida, 15-15-8; Reus, 10-8-4;
Girona, 10-7-4; Igualada, 10-5-3; Vic, 4-2-1; Berga, 6-4-1; Vilafranca
del Penedès, 8-6-4; Sitges, 10-7-3; Vilanova i la Geltrú, 10-8-5;
Manresa, 8-4-3; Olot, 9-6-3. (...)
De manera que sí, con 530.909 votos (el 17,06 % de los emitidos) y 1.278
concejales, el Partit dels Socialistes sigue siendo la segunda opción
más votada en Cataluña, y la tercera en número de ediles electos. Y,
desde luego, el voto de un elector de Singuerlín, en Santa Coloma, tiene
el mismo valor que el de uno del centro de Girona. Pero el PSC ya no
es, como quince años atrás, el partido más parecido a la Cataluña real.
Uno y otra han cambiado mucho." (
Joan B. Culla i Clarà , El País,
5 JUN 2015)
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