"(...) ¿No hay una fuerte ideología nacionalista en todo este proceso,
proceso en el que los valores e ideas asociadas a las fuerzas de
izquierda han quedado muy pero que muy diluidas?
FM: Me parece absolutamente evidente. Me remito a lo que señalaba más arriba.
JLMR: Amén.
Las clases dominantes catalanas, ¿qué opción os parece que están tomando? ¿Apuestan por la ruptura?
FM: La gran burguesía financiera e industrial, creo que no. Callan,
pero ese silencio es estruendoso en el momento actual. Sin duda, su
opción es la del pacto fiscal (o algo similar), pero no se atreven a
mostrar abiertamente su rechazo a la independencia, que es
contradictoria con la estructura de sus intereses, claramente
compartidos con otras fracciones de la burguesía española.
Puede que los
sectores económicos orientados a la exportación fuera de España, y más
claramente los que tienen su mercado fundamental o únicamente en
Cataluña, sí puedan sentirse tentados por la independencia (mayor
posibilidad de captar recursos públicos por la proximidad del poder
político que lo haría posible, entre otras cosas). En todo caso, creo
que la clarificación de la situación en que quedaría una Cataluña
independiente en relación con la UE sería fundamental para decantar
posiciones.
JLMR: Como el juego nacionalista es equívoco y
tramposo, procuran también mantener el equívoco y no pillarse los dedos.
Aunque las manifestaciones de Gay de Montellá, o las de Oliu (Banc de
Sabadell)son cada vez más claras: no se trata solo de la cuestión de la
UE, o del euro, es que es en España donde tienen las mayor parte del
negocio, sobre todo del negocio financiero.
Es significativa la burla de
los de Polonia -cada vez menos corrosivos con el poder nacionalista; no
sé que diría ahora de ellos Ferrán Monegal -sobre Durán LLeida,
"volando" en círculos con la ayuda de un ejemplar de La Vanguardia.
CCOO y UGT han apoyado la consulta. ¿Qué os parece su posición? Son dos sindicatos obreros.
FM: En general, y como se ha señalado en muchas ocasiones, las élites
políticas de Cataluña son más catalanistas que sus respectivas bases
políticas y sociales. Me parece que eso es aún más claro en el mundo
sindical.
Tengo escrito que, en Cataluña, la cuestión nacional cohesiona
a buena parte de las clases medias y a una parte no desdeñable de las
burguesas, pero divide profundamente a la clase trabajadora. Los
sindicatos mayoritarios no han sido en esto neutrales, y han comprado
completo el discurso nacionalista del derecho a decidir.
No sé si les
pasará factura; sí tengo pocas dudas sobre que ello vaya a reportarles
grandes muestras de apoyo en lugares de Cataluña donde se sitúan los
restos de sus bases obreras.
JLMR: Me produce la misma angustia
que la cuestión de ICV-EUiA. No quiero participar del linchamiento de
los sindicatos y de los partidos, de izquierda, que impulsa la derecha,
con profusión de medios. Pero lo ponen muy difícil seguir
defendiéndoles. No romperé, todavía, mi carnet de UGT; aunque la
paciencia tiene un límite.
¿Queréis añadir algo más?
FM: Tengo la sensación de que la izquierda catalana puede ir
preparándose para una larga fase de hegemonía político-cultural de la
derecha nacionalista, a cuya consolidación ella misma esta contribuyendo
con increíble satisfacción.
Daba grima ver algunas sonrisas la noche
del día en que se dio a conocer el formato de la pregunta y la fecha de
la consulta. ¿Qué es exactamente lo que la izquierda tenía que celebrar
ese día?
¿Alguien se paró a pensar que ese acuerdo lo que significaba
era la vía libre para la aprobación de los presupuestos antisociales
contra los que la misma izquierda que celebraba el pacto había llamado a
manifestarse hace unas semanas? ¿Nos hemos vuelto todos locos?
JLMR: Algunos se han extraviado y su extravío parece locura. No lo es.
Es error político, debilidad. Incapacidad para actuar a partir de los
principios y luchar por ellos; aunque se esté en minoría.
Aunque no
llegáramos ya al ni al 1 por ciento, yo seguiré defendiendo la igualdad
social y política, la república, el federalismo, la democracia, la
sociedad sin clases,....Acepto la derrota, no acepto la renuncia. Ni
creo que la debamos tolerar." (Entrevista a los historiadores Francisco Morente y José Luis Martín Ramos sobre la consulta anunciada en Catalunya para noviembre de 2014, Rebelión, 20/12/2013)
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