"El Gobierno catalán debate desde hace un mes un documento que
pretende ser el borrador del programa ideológico de Convergència
Democràtica (CDC) para la próxima década, y que sirva de base para las
elecciones autonómicas de 1992.
La obsesión por inculcar el sentimiento
nacionalista en la sociedad catalana, propiciando un férreo control en
casi todos sus ámbitos -el documento propugna la infiltración de
elementos nacionalistas en puestos clave de los medios de comunicación y
de los sistemas financiero y educativo-, y las referencias a un ámbito
geográrico -los Países Catalanes- que sobrepasa los límites del
Principado, son algunos ejes del que viene a ser el Programa 2000 de los
nacionalistas catalanes.
El documento, de 20 folios de extensión, equipara Cataluña a los
Paises Catalanes -entendiendo estos como el área de influencia de las
comunidades catalana, valenciana y parte de sureste francés-, y sostiene
que Cataluña es una "nación europea emergente", una "nación
discriminada que no puede desarrollar libremente su potencial cultural y
económico".
Desde esta perspectiva, los redactores del documento
resaltan que la búsqueda de la soberanía hace imprescindible la
"sensibilización ciudadana hacia el reforzamiento del alma social",
objetivo que persiguen las directrices dadas en el texto, entre las que
se incluye la reforma del Estatut.
El documento propugna la configuración de un sociedad catalana de
claro corte conservador, en la que tengan vigencia "Ios valores
cristianos" y en la que se fomenten las "fiestas populares, tradiciones,
costumbres y trasfondo mítico". Una sociedad a la que se debe
sensibilizar sobre la "necesidad de tener más hijos para garantizar su
personalidad colectiva".
Objetivos
Para cumplir sus objetivos, los ponentes no ocultan la necesidad de
controlar a los educadores para que cumplan lo estipulado en la doctrina
nacionalista. Se aboga, así, por "vigilar la composición de los
tribunales de oposición" para todo el profesorado.
Asimismo, se alienta a "reorganizar el cuerpo de inspectores de forma
que vigilen la correcta cumplimentación de la normativa sobre la
catalanización de la enseñanza". También se considera necesario "incidir
en las asociaciones de padres".
La voluntad de dirigismo queda de nuevo patente en el apartado
relativo a los medios de comunicación: hay que "introducir gente
nacionalista (...) en todos los puestos claves de los medios de
comunicación". También se postula "incidir en la formación inicial y
permanente de los periodistas y de los técnicos de comunicación para
garantizar una preparación con conciencia nacional catalana".
El documento promueve la creación de organizaciones patronales,
económicas y sindicales catalanas, y la conveniencia de diseñar "una
estrategia para optar a los cargos directivos de las instituciones"
financieras.
De igual forma, se propugna "incidir sobre la administración de
justicia y orden público con criterios nacionales", y revisar los
mecanismos de acceso y promoción del funcionariado.
El Consell Executiu de la Generalitat ha abordado en las últimas
semanas diferentes aspectos del documento y su presidente, Jordi Pujol,
ha mantenido reuniones individuales con miembros de su Gobierno y con
diferentes dirigentes de la coalición nacionalista. Pujol distribuyó un
preborrador del documento a los miembros del Gobierno catalán al inicio
de las vacaciones de verano de 1989 con el ruego de que lo leyeran y
que, en septiembre, hicieran sus aportaciones.
Notas de Pujol
Poco o casi nada se volvió a hablar del asunto en un año. Hace dos
meses, Pujol repartió el documento, que tenía novedades. A diferencia de
la ocasión anterior, el presidente de la Generalitat solicitó que las
aportaciones al documento se hicieran llegar con rapidez y pidió a los
consejeros que lo distribuyeran entre los secretarios generales de los
departamentos para que abordaran conjuntamente aspectos que les
corresponden y propusieran iniciativas.
La génesis del documento se produce a partir de unas notas de Pujol.
Aunque no tiene, aparte del presidente de la Generalítat otros padres,
se sabe que han participado los consejeros Macià Alavedra (Economía),
Joan Guitart (Educación), Joan Vallvé (Agricultura) y Josep Laporte
(Sanidad), así como el secretario general de Convergència, Miquel Roca." (El País, 28/10/2990)
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