"(...) Hoy, el nacionalismo apuesta sin ambages por la secesión y desde la
izquierda no han salido voces críticas a este despropósito que apunta
contra la clase trabajadora en Cataluña y en toda España. El
desviacionismo hacia posiciones nacionalistas de partidos
autodenominados de izquierda deja desprotegida a gran parte de la
población catalana.
A la alienación socio-económica se une una
alienación cultural a través de todo el entramado mediático y social,
fuertemente subvencionado, que junto al proceso de aculturación de la
escuela y a la alineación de la izquierda parlamentaria (PSC, ICV-EUiA,
CUP), la no parlamentaria (Anticapitalistes, Iniciativa
Internacionalista, PConstituens, etc.) y todos los sindicatos (UGT,
CCOO, IAC, COBAS, CGT, etc.) junto al secesionismo, ha dejado huérfanos e
incapaces de levantar un proyecto de izquierdas a los trabajadores de
Cataluña.
El acomplejamiento de la clase trabajadora, mayoritariamente
castellanohablante, generado desde una Transición mal e, sin xplicada;
interiorizando una culpa impropia: la represión franquista de la lengua
catalana; le ha llevado a asumir como clase subalterna un proyecto (el
secesionismo) que no entiende y que internamente repele, pero sin
capacidad para rebelarse.
Todo ello ha permitido que al
nacionalismo/secesionismo le haya sido fácil acceder a la dirección de
los partidos de izquierda, prácticamente sin oposición, aplaudiendo y en
algún caso haciendo directamente el papel de los nacionalistas
(Montilla es el paradigma). La izquierda en Cataluña es un erial. (...)" (Vicente Serrano, Crónica Global, Domingo, 22 de septiembre de 2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario