"Pues bien. Según ha sabido El Confidencial Digital de fuentes empresariales de alto nivel, los principales directivos catalanes están ultimando un contundente informe que tumba cualquier futuro escenario económico de una Cataluña independiente.
Y su intención es hacérselo llegar en las próximas al presidente de la Generalitat, Artur Mas, para 'asustarle' de la deriva que puede tomar la región si insiste en su apuesta independentista.
Los tres aspectos que más inquietan a los Gódó (Grupo Godó, editor de la Vanguardia), Lara (Planeta), Oliu (Banco Sabadell), Fainé (La Caixa) o Alemany
(Abertis)..., y en los que van a incidir en el documento, son: 1) Temor
a un boicot a lo catalán, 2) La salida de Cataluña del euro y la fuga
de multinacionales y 3) Perdida de competitividad de las empresas
catalanas.
Un boicot europeo
Un escenario secesionista entraña sus riesgos, y los empresarios están convencidos de que habría un boicot comercial a sus productos en el resto del Estado.
Pero no solo en España. También son conscientes de que el rechazo podría extenderse a otros países de Europa,
como por ejemplo, Alemania, donde no se entendería que una región
española esté enzarzada en esta deriva -lo que vendría a agravar aún más
la desconfianza de Europa hacia las comunidades autónomas-, mientras el país está recibiendo ayudas millonarias de la Unión Europa para aliviar su delicada situación económica.
Salida del euro y fuga de multinacionales
Otro de los aspectos que preocupa a los grandes
empresarios catalanes, y en el que insistirán con detalle en su informe,
es una salida de Cataluña de la unión monetaria. Compañías como Nissan, SEAT, Nestlé, Danone, Lidl o Sony,
con plantas en la comunidad autónoma, se verían afectadas por la
entrada en vigor de unos aranceles para las exportaciones, o el uso de
una moneda distinta al euro, en caso de una separación de Cataluña del resto de España.
Esta nueva situación elevaría los costes de manera
importante a todas estas empresas, lo que llevaría a muchas de ellas a
plantearse si les compensa o tiene sentido continuar en el entorno de Barcelona.
Pérdida de competitividad
Los directivos catalanes difícilmente pueden integrar en su estrategia empresarial un troceamiento del mercado español, que para todos ellos es único.
Las empresas con sede en Cataluña perderían competitividad y valor respecto a sus competidores internacionales, incluidos los españoles." (El Confidencial, 15/10/2012)
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