"Catalunya no es a España una extremidad que puede ser arrancada del
tronco y que el tronco tenga capacidad para seguir viviendo",
argumentó, metafóricamente.
Gallardón se unió, así, a la línea
antiindependista de su partido (PP). Si el ministro de Asuntos
Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, aseguró, hace unas semanas,
que la independencia catalana dejaría a la comunidad fuera de la Unión
Europea (UE) "eternamente"; el titular de Justicia extendió ese peligro
al resto del país. Gallardón aventuró que la independencia de Catalunya
significaría "terminar" con España y que, además, el Estado español no podría continuar en el euro, viéndose arrastrado hacia un retroceso económico irrecuperable en muchas generaciones.
También
insistió en que si la comunidad catalana sigue su camino hacia la
separación; lo que quedaría no sería España, sino otra cosa: "No puede concebirse una España sin Catalunya; sería una realidad radicalmente distinta".
Por otro lado, el titular de Justicia arremetió contra CiU y el PSC en su discurso en Barcelona. "Convergència está desbordada por un discurso que no ha escrito,
que se han encontrado, sobre la independencia de Catalunya", espetó.
"Su agenda política no la han ideado ellos, sino que ellos se han
sumado por temor a no saber escribir una alternativa", declaró Gallardón ante los medios de comunicación.
Asimismo, se mostró "especialmente preocupado" por la actitud de UDC:
"Nos preocupa que no haya una voz en Unió más potente y más
coincidente y concordante con lo que ha sido su histórico discurso
catalán". En cuanto al PSC, Gallardón criticó "la división y falta de criterio dentro del socialismo español". (Público, 08/10/2012)
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