19/9/12

La forma de plantear el problema es ya discutible porque Cataluña no aporta nada, son los ciudadanos de Cataluña individualmente considerados los que tributan, y si tienen mayor capacidad económica es lógico que, en un sistema fiscal progresivo, aporten más

"Los dirigentes catalanes apelan continuamente al «déficit fiscal» en virtud del cual Cataluña recauda y aporta a los ingresos del Estado mucho más de lo que recibe. La forma de plantear el problema es ya discutible porque Cataluña no aporta nada, son los ciudadanos de Cataluña individualmente considerados los que tributan, y si tienen mayor capacidad económica es lógico que, en un sistema fiscal progresivo, aporten más.

 En este sentido, el supuesto déficit fiscal de las comunidades autónomas de Madrid y de Baleares aun resulta mayor. En las demandas catalanas no hay atisbo alguno de autocrítica. La culpa de todos sus males es de Madrid, y por ello no dudan en pedir su rescate económico (6.000 millones de euros) al mismo poder del que quieren independizarse. De las posibles causas que expliquen las continuas pérdidas de competitividad de la economía catalana no se dice nada.

 De cómo los excesos reguladores del nacionalismo catalán han perjudicado a la economía catalana, tampoco. De la ineficacia de la gestión pública, de la corrupción, de los gastos superfluos, menos. Desde esta óptica, la apelación a la independencia es un salto al vacío.(...)

 Alemania podría ser en este sentido un referente. El reparto de competencias y el sistema de financiación no pueden continuar siendo un tema abierto permanentemente a la discusión y resuelto por mayorías coyunturales. Se trata de asuntos que deben ser recogidos en la Constitución.

 Desde esta óptica, el modelo alemán impide que tras la aplicación de los mecanismos de solidaridad, el orden de las regiones se vea alterado. Esto quiere decir que el ‘lander ‘que más recauda es el que más capacidad de gasto sigue conservando. En concreto, el ‘land’ de Hessen, que es el más rico, sigue manteniendo esa posición una vez aplicado el mecanismo de nivelación.

 Aunque no suene bien, esto supone que, constitucionalmente, se limita el alcance del principio de solidaridad. La solidaridad se mantiene, pero de forma parcial, de tal manera que si Madrid es la región con más ingresos y Extremadura la que menos, los mecanismos de solidaridad sirven para estrechar las diferencias, pero no para invertir las posiciones. Ahora Cataluña pasa de ser la tercera comunidad en recaudación a la décima en capacidad de gasto.  (...)

Las instituciones europeas están pendientes del déficit y del endeudamiento de Cataluña, y de otras comunidades, de las tensiones secesionistas y de la falta de rumbo de la dirección política de España. En este confuso y peligroso contexto es absolutamente necesaria una acción contundente que restablezca la confianza de nuestros socios y les demuestre que podemos evitar la balcanización de España. 

Una acción que ponga de manifiesto que en un mundo globalizado la independencia no es nunca la solución. Y es que el lema mismo de la manifestación de Barcelona era confuso. Cataluña (o el País Vasco) podrán ser un Estado en Europa, desde un punto exclusivamente geográfico, pero su secesión de España supondría su salida automática de la Unión Europea. Es cierto que podrían solicitar el ingreso, pero bastaría el veto de uno de los 27 Estados para impedirlo."             (Javier Tajadura, EL CORREO, 14/9/12, Fundación para la Libertad, 14/09/2012)

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