7/9/12

¿Hacia dónde apunta el resultado electoral en Québec? ¿Los quebequeses votaron por los nacionalistas? No, votaron por un cambio social

"Este martes los quebequenses fueron a las urnas y además de la derrota del gobernante Partido Liberal de Québec (PLQ) dirigido por Jean Charest, el resultado fue un ajustadísimo triunfo del Partido Quebequense (PQ) dirigido por Pauline Marois. (...)

La victoria del PQ es tan corta (54 de los 125 diputados de la Asamblea Nacional de Québec), que el futuro del gobierno de Pauline Marois estará en manos de la oposición desde el primer día de la apertura de los trabajos de la nueva sesión parlamentaria (...)

 Este ha sido el peor resultado posible para el PQ, según algunos observadores. (...)

El independentista y socialdemócrata PQ recibió el 31.9 por ciento de los votos, apenas más que el 31.2 por ciento de los votos que tuvo el federalista y conservador PLQ de Jean Charest, que iba a la búsqueda de un cuarto mandato consecutivo, y que ganó en 50 de los 125 distritos electorales. (...)

En las elecciones federales del 2011 resurgió a nivel canadiense, y por el masivo voto de los quebequenses que lo convirtieron en la segunda fuerza política en el Parlamento de Ottawa, el Nuevo Partido Demócrata (NPD).

De manera mucho más discreta en las elecciones del pasado martes en Québec se cristaliza como una fuerza política reconocida el partido Québec Solidario (QS).

El partido QS, que tiene una ambiciosa agenda de transformaciones socioeconómicas y también reivindica la independencia de Québec, pero no a partir de un estricto punto de vista nacionalista, como el PQ (...)

En la elección federal del 2011 los votantes quebequenses desertaron el Bloque Quebequense (BQ), el partido que defiende la plataforma independentista del PQ en el Parlamento canadiense, para apoyar al NPD, y este viraje masivo puede ser algo más que un cambio político circunstancial.

En los últimos meses cientos de miles de estudiantes vienen librando una dura lucha contra el alza del costo de los estudios superiores decidido por el gobierno de Charest, y este movimiento concitó un amplio respaldo popular, que se manifestó en los “cacerolazos” y las manifestaciones espontáneas en Montreal y otras ciudades.

Ciertamente que esto creó un contexto favorable para Québec Solidario, que desde el comienzo apoyó las reivindicaciones estudiantiles, pero también es cierto que eso no se reflejó en el voto del martes pasado porque muchos simpatizantes de QS “votaron útil” en la mayoría de los distritos electorales, para derrotar a los Liberales y elegir a los más probables ganadores, o sea los candidatos del PQ.

Como se puede ver, y como uno escucha de los propios estudiantes, esta lucha ha sido una “marcante” experiencia política para muchos jóvenes, no solo por la arbitraria legislación destinada a reprimirlos y por la brutal represión policial, sino fundamentalmente por los debates políticos que animaron los estudiantes, por sus esfuerzos para respetar los principios de la lucha y conciliar los diferentes intereses en juego de los estudiantes, y el fascinante trabajo de organización que permitió tal movilización.(1) (...)

El resultado de la elección de este martes en Québec nos muestra el estado de la situación y un electorado que, como se ha visto en el pasado, parece presto a dar un viraje “a la primera de cambio”, sin preaviso.

El estado de la situación es un gobierno del PQ minoritario, sin poder ni capacidad de alianzas que le permitan gobernar con un programa propio y respetar sus promesas, un gobierno que tampoco caerá fácilmente porque su principal adversario, el PLQ, por el momento tratará de evitar otra elección y una peor derrota.

En otras palabras, estamos en un momento de gran fluidez política, con fuerzas políticas desgastadas y sin opciones que presentar en una provincia muy sensible al contexto político nacional, regional e internacional, y por otra parte un electorado impaciente, y una juventud que se radicaliza como en los momentos que precedieron los virajes políticos en los años 70.

Antes y después de 1976 el fundador del PQ, René Lévesque, me dijo en varias entrevistas que tuvimos que él concebía la independencia de Québec en el contexto de la descolonización, de la recuperación de la soberanía política que permitiera establecer la justicia social y la independencia económica, razón por la cual cada vez que podía me interrogaba sobre todo lo que este periodista podía saber sobre la situación del movimiento de los países no-alineados (NOAL).

Pero el PQ, donde convergían diversas tendencias nacionalistas y algunas de ellas conservadoras y pro-estadounidenses, rápidamente abandonó el ideal de Lévesque.

Lo que me lleva a pensar que ahora, con un QS que rescata los elementos socioeconómicos de ese ideal y que atrae el interés de los jóvenes, como el PQ a mediados de los 70, sería imprudente descartar un viraje “en la primera de cambio”.      (Rebelión, 07/09/2012, Alberto Rabilotta, Alainet)

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