2/12/11

No es expolio fiscal... es expolio de clase. Las fuerzas nacionalistas mueven las banderas para ocultar la enorme injusticia social

"Un dogma ampliamente promovido por el establishment catalán de sensibilidad nacionalista conservadora (reproducido por gran parte de los medios públicos de información de la Generalitat) es que el gran retraso del gasto público en Catalunya (Catalunya tiene el gasto público (incluyendo la social) más bajo de la UE-15 (el grupo de países más desarrollados de la UE) se debe al déficit fiscal, que algunos definen como “el expolio a Cataluña por parte de España”.

Esto constantemente se reproduce en artículos, tertulias, conferencias y otros foros mal llamados debates. Los datos, en cambio, muestran que el gran retraso social de Cataluña no se debe primordialmente al expolio nacional, sino a otro tipo de expolio del que deliberadamente ese establishment no quiere ni oír hablar. Esta otra causa no aparece ni en los medios de mayor difusión, ni en las tertulias, ni en TV3 o Catalunya Ràdio.


Pero vayamos por partes y veamos primero si los datos confirman ver si este retraso se debe al déficit fiscal. Según las propias cifras provistas por el nuevo gobierno de la Generalitat, este déficit fiscal representa aproximadamente un 9% del PIB de Cataluña, lo que es un porcentaje muy elevado y que representa un resto de recursos disponibles para Cataluña.

Ahora bien, según las cifras del mismo gobierno la aportación de Cataluña en España para pagar los gastos comunes, así como el correspondiente a la solidaridad con otras partes de España, debería ser alrededor del 4% del PIB.

El déficit fiscal neto, por lo tanto, sería de 5 puntos del PIB (9-4). Esta es, entonces, la cifra real del déficit fiscal. Miremos ahora cuál es el déficit social de Catalunya.
Cataluña no es un país pobre. Al contrario, es más rico que el promedio de la Unión Europea de los quince (el PIB per cápita catalán es el 110% del PIB per cápita de la UE-15).
En cambio, el gasto público social por habitante, que cubre todas las transferencias y servicios públicos del estado del bienestar catalán, tales como sanidad, educación, servicios de ayuda a las personas con dependencia, guarderías, vivienda social y otros, es el más bajo de la Unión Europea del quince, junto con España, y es sólo el 74% del promedio de la Unión Europea de los quince.

Si en lugar de ser el 74% fuera el 110%, Cataluña se gastaría el 29% del PIB en gasto público social. Esto quiere decir que tenemos un déficit del 12% del PIB, ya que ahora se gasta el 17% del PIB y debería gastarse el 29% del PIB, según le corresponde por su nivel de riqueza.(...)

 Cataluña está dividida en clases sociales. La mayoría de la población adulta trabaja. Pues bien, los catalanes que trabajan y están en nómina ya pagan en impuestos unos porcentajes similares a los que pagan sus homólogos en la Unión Europea del quince (es ligeramente inferior, pero no mucho más).

En cambio, lo que pagan las grandes fortunas, las grandes empresas que ganan más de 150 millones de euros al año (que representan menos del 0.12% de todas las empresas) y la banca, es mucho menos que lo que pagan los sus homólogos en la Unión Europea de los 15. Y lo mismo pasa con el 3% superior de las rentas del país, que obtienen sus ingresos de las rentas del capital y no del trabajo.

La diferencia entre la declaración de renta nominal y la real es enorme, porque el número de deducciones, oportunidades legales y otras ilegales de dejar de pagar impuestos, es muy grande en Cataluña y en España. Estos grupos no utilizan los servicios públicos del estado del bienestar (envían a sus hijos a las escuelas privadas y utilizan la sanidad privada) y el hecho de que no paguen al estado y a la Generalitat lo que deberían pagar, hace que el estado del bienestar de la mayoría de los catalanes esté muy poco desarrollado.

Esto es lo que se solía denominar como expolio de clase, del que nadie ahora habla. La Generalitat tiene los medios para resolver estos temas, tanto a nivel de Cataluña como a nivel de España.

 Las fuerzas nacionalistas, que debido al control que ejercen sobre los medios son hegemónicas en Cataluña, mueven las banderas para ocultar la enorme injusticia social, una situación en la que las clases populares (la clase trabajadora -término que casi no se utiliza en el lenguaje político y mediático del país- y la mayoría de las clases medias) no reciben los servicios públicos que se merecen debido a que las rentas del capital no pagan lo que deberían pagar y la burguesía, pequeña burguesía y clase media profesional de renta alta no contribuyen en la misma medida en que lo hacen sus homólogos del centro y el norte de Europa."                  (www.vnavarro.org, 15/11/2011, Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario PÚBLIC, 13 de noviembre de 2011)

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