10/10/11

Durán i Lleida insulta a los andaluces... para que no se hable de sus recortes a los servicios sociales de los catalanes

"No es probable que Duran i Lleida, el xenófobo, haya leído alguna de sus obras. Algunos de sus asesores, seamos generosos, tal vez sí. El candidato de CiU no es epistemólogo, ni anarquista claro está, sino un político profesional, ambicioso donde los haya, que sabe –o cree saber- tocar las teclas que más interesan en el momento oportuno.

Pero, ¿interesan? ¿A quién? A los suyos. Duran i Lleida sabe muy bien para quién habla y a quienes defiende. El dominio de la clase social que representa siempre en el lugar central de sus intervenciones.

Ahora, con un gobierno convergente-unionista, en alianza con el PP, recortando aquí y allá, con las tijeras siempre orientadas a las partidas sociales y fuertemente contestando desde diversos sectores de la ciudadanía, especialmente desde los trabajadores y trabajadoras de la sanidad pública, ahora, decía, toca hablar de otra cosa, mirar hacia otro lado, hacia el sur en este caso, y arremeter contra los sectores más desfavorecidos, y todo ello, vale la pena recordarlo, en una sociedad, la catalana, en la que la mitad de su población, en su mayor parte trabajadora, tiene orígenes inmediatos o muy recientes en la, digamos, comunidad de García Lorca y Luis Cernuda, la más cercana al lugar de nacimiento del presidente Negrín.

El xenófobo mayor del principado habló primero, hace unos días, con el duro tono al que quiere acostumbrarnos, de la inmigración. ¡Hay más de la necesaria! ¡Fuera de aquí! Sabe de lo que habla. Él mismo es oscense, de Alcampell.

Oculta, eso sí, que dentro de muy poco, como en los viejos tiempos, España, Catalunya incluida, será un país de emigrantes. Ahora toca hablar de la laboriosidad de los catalanes y de la holgazanería de los andaluces. El eterno retorno, regreso al pasado.

Sus afilados ”argumentos”: mientras los campesinos catalanes no pueden recoger la fruta por los bajos precios, "en otros sitios de España, con lo que damos nosotros de aportación conjunta al Estado, reciben un PER para pasar una mañana o toda la jornada en el bar del pueblo" [1]. Todo en uno: pobres campesinos catalanes, expolio fiscal, holgazanería de los otros, bares de pueblo sin estilo.

La afirmación –nada de hablar desde luego de los “organismos” que imponen esos bajos precios-, insultante y falsaria donde las haya, cosechó aplausos entusiastas y sonoros en el Consell Nacional que la federación de CiU ha celebrado en Barcelona esta misma semana, a principios de octubre. Tal como son: solidarios, educados y justos los haya. ¡Para correr y no parar! [2]

Le acompañó la música de siempre tan del agrado de convergentes y afines: "Cataluña no está justamente tratada en materia de nuestra aportación fiscal al conjunto del Estado". Luego la guinda: "No me meto con el pueblo andaluz, ni con ningún pueblo del Estado Español”. ¿No se mete con el pueblo andaluz? ¿El Estado tiene pueblos?

Duran i Lleida, aseguró, sólo defiende lo que “es nuestro”, lo que es de Catalunya. Para eso le pagan, confesó -¿quién?-, para eso le han elegido. ¿Para eso, para levantar montañas de incomprensión entre unos y otros, generalizando ad nauseam y mintiendo como un bellaco y sin límites poliéticos?" (Rebelión, 10/10/2011, 'Duran i Lleida, el xenófobo clasista, ataca de nuevo', deSalvador López Arnal, Rebelión)

"Duran Lleida, frente a la cultura de la subvención sureña. 

Sus críticas. Absolutamente irrisorias. El objetivo inmediato (de tan obvio, casi pornográfico) es limitar los daños electorales que pueda sufrir Convergència a causa de los recortes del gasto decididos por la Generalitat. A Duran sólo pueden votarle los empadronados en Cataluña y las consecuencias negativas que pueda tener su discurso son, desde el punto de vista electoral, inexistentes.

Pero en clave catalana el España, país de vagos, nos roba es una de las pocas muletillas que puede encelar a sus electores, en gran parte menestrales muy tocados por la crisis. La aspiración central de la irresponsabilidad convergente es acabar demostrando que la crisis es un asunto interno español. Como la Guerra Civil.

Las palabras de Duran son también irrisorias por venir de quien vienen. Todo nacionalismo es, ontológicamente, una subvención. El estado catalán trabajosamente construido en estos últimos treinta años se asienta sobre el principio de la subvención pública, que afecta por igual a escritores, empresarios y cantantes flamencos.

Yo no dudo que el diputado Duran Lleida y el presidente Mas serían unos irreprochables liberales… si no tuvieran un pueblo cautivo que redimir y sobre el que proyectar todas las variantes de la discriminación positiva: al fin y al cabo los catalanes llevan mucho más tiempo oprimidos que los homosexuales, las mujeres o los borrachos andaluces.

Cualquier institución catalana es siempre un algo más, se trate del Barça, TV3, La Caixa o La Vanguardia. Esa plusvalía del ser es, y muy precisamente, el puro efecto de la subvención. Ninguno de esos cuatro, como los cuarenta mil restantes que vienen luego, podría ser lo que es a la pura intemperie del mercado."           (Diarios de Arcadi Espada, 11/10/2011)
  

"Antonio Avendaño, periodista, este martes en Público:
‘El subsidio agrario lo perciben unos 130.000 andaluces por trabajar al menos 35 peonadas al año. Teniendo en cuenta que la percepción es por un máximo de seis meses por año, durante los cuales cobran unos 420 euros netos, la cantidad que se llevan mensualmente a casa como media cada año viene a ser de 210 euros. He ahí el expolio de los jornaleros.
Aun así, mucha gente en España y en Andalucía piensa que ese subsidio es un abuso insoportable. De hecho, en los años noventa la derecha estaba todos los días denunciando lo mismo que ahora acaba de denunciar el líder catalán y varias veces casi ministro español Duran i Lleida.

La derecha andaluza sigue pensando del subsidio exactamente lo mismo que pensaba hace diez o quince años, lo que pasa es que ha dejado de decirlo porque ahora sí está en condiciones objetivas de ganar las elecciones. Para Duran, en cambio, es provechoso electoralmente decir ahora en Catalunya lo que la derecha española decía de Andalucía en el pasado.

Duran nos ha acabado saliendo más castizamente español de lo que él mismo habría deseado
. Pero no está solo en su casticismo. La izquierda catalana piensa de los andaluces pobres lo mismo que la derecha catalana y que la derecha española.Ni una sola voz convincente de la izquierda catalana, que quizá defiende en sus congresos el derecho a una Renta Básica Universal, ha dado la cara por esa legión de aprovechados que se llevan a casa 210 euros cada mes.

Ni unos ni otros parecen entender que el subsidio es, en último término, un fracaso. Y todo fracaso merece indulgencia. Y, si es posible, alguna idea para salir de él’. (lavozdebarcelona.com, 12/10/2011)



"Subsidio a los jornaleros, no; subvenciones a entidades nacionalistas, sí.

Duran ha vuelto a cargar contra lo que ha calificado de “cultura del subsidio”, en referencia al PER. “Lo que no tiene sentido es que haya paro y al mismo tiempo haya que importar mano de obra extranjera para recoger el fresón en Lepe”, ha señalado.

Sin embargo, ha insistido en que las subvenciones millonarias otorgadas por la Generalidad a todo tipo de organizaciones nacionalistas y secesionistas “no son subsidios”. “Alargar la prestación de desempleo no es política social, como dice Zapatero.

La política social es crear empleo, no dar dinero. Otra cosa es la subvención a una cultura, al cine, a una empresa para crear puestos de trabajo“, ha subrayado. Tampoco le parece mal el dinero gastado en embajadas autonómicas. “Lo que tiene la Generalidad no son embajadas, son oficinas de representación”, ha indicado."            (lavozdebarcelonalcom, 02/11/2011)
  

"Carta abierta de Diego Cañamero a Durán I Lleida

Señor Antoni Duran i Lleida,

Es usted uno de esos políticos, profesionales que sin “saber que es el PER”, ni por qué “existe”, ni cuáles son los problemas del medio rural andaluz, habla y opina solo para congratularse con la burguesía catalana y para arrancar unos cuantos de votos miserables aunque sea a costa del desprestigio de los jornaleros/as de Andalucía.

Usted sabe bien que el PER y los subsidios son un insulto a los jornaleros/as, siempre hemos defendido que el dinero público fuera a cambio de trabajo, respeto y dignidad. Pero es usted y los que piensan como usted los responsables de que los jornaleros/as tengamos este subsidio ( el paro alcanza el 40% en el medio rural andaluz).

No sea demagogo ni corto de memoria, ya que la burguesía catalana a la que representa pactó con los terratenientes el que Andalucía fuera una zona subdesarrollada, para proporcionarles materias primas (el 80% del algodón se cultiva en Andalucía y todas las empresas textiles están en Cataluña) y mano de obra barata, así 2.000.000 de andaluces tuvieron que emigrar a su tierra. ¿No tiene nada que decir de esa mano de obra? ¿También reciben el jornal en los bares de Cataluña?

En vez de criticar el PER que suponen 7 euros al día, y que solo lo reciben 220.000 jornaleros/as de los 513.000 existentes, ¿por qué no critica que un 20% de propietarios (terratenientes) se lleven 5.200 millones de euros cada año de de la política agraria comunitaria (la PAC, el PER de los ricos) a cambio de nada, solo por tener tierras? Y encima le dan medallas como a la Duquesa de Alba.

Si tanto le molesta el PER de los jornaleros/as ¿Por qué no defiende la reforma agraria (un 2% de propietarios posee el 50% de toda la tierra de Andalucía) que supondría el fin de este subsidio?

Señor Duran i Lleida,

A usted le pasa como a ese ministro de agricultura y ganadería que le regalaron una oveja y se llevó el perro del pastor creyendo que era una de ellas.

DIEGO CAÑAMERO

Secretario General DEL SINDICATO DE OBREROS DEL CAMPO DE ANDALUCIA " (Ganas de escribir, 11/10/2011)

No hay comentarios: