"Estos últimos días se oye en boca de nuestros políticos el concepto de inmersión lingüística
aludiendo al sistema de educación único que se utiliza en Cataluña y
que afecta a centros educativos públicos y concertados.
Pues bien, la
inmersión lingüística es solo, y exclusivamente, un método específico de
conocimiento de una segunda lengua (L2).
Es un procedimiento
muy empleado en todo el mundo que consiste en introducir al niño o
adolescente en esa segunda lengua que desconoce e impartir los
conocimientos a través de esa lengua. Cambio de lengua
hogar/escuela. Ni es la única forma de aprendizaje de una segunda lengua
(L2), ni es el mejor método para todos los niños en todas las
circunstancias.
El método nació ligado a la pólitica. En Quebec en 1976 subió al
poder el Partido Quebequés que tenía como prioridad reivindicar la
cultura y lengua francesas en la región canadiense.
En ese ambiente de
reivindicación política y cultural hay que encuadrar los estudios sobre
bilingüismo de Lambert que fue el primero que lo utilizo en Montreal.
Inmersionó a niños anglófonos en francés y dio muy buenos resultados,
aprendieron francés y su nivel de razonamiento lógico y verbal aumentó. Su método fue imitado en EEUU con los chicanos y fue un fracaso.
Las comunidades lingüísticas con lenguas minoritarias en Europa como
Cataluña protestaron, ya que sus hijos estaban inmersionados en la
lengua del Estado, en este caso en español, y por ello el razonamiento
lógico y verbal de los niños catalanohablantes inmersionados en español
no era mayor.
Lambert fue muy receptivo a estas acusaciones y propuso
unas condiciones sociológicas para que el método fuese exitoso. Dependía
de que el conocimiento de la L2 fuese ‘aditivo’ o ‘sustractivo’, que
daba lugar a un método de ‘enriquecimiento lingüístico y cultural’, el
primero, y el segundo pretendía una ‘sustitución lingüística’ de una lengua por otra.
El caso del bilingüismo ‘aditivo’ ocurre cuando los niños incorporan
una nueva lengua sin que la suya resulte perjudicada, entonces la
actitud ante esa nueva lengua y cultura resulta positiva
y los aprendizajes de ambas se refuerzan mutuamente; o bien porque
ambas lenguas tienen la misma presencia en la escuela o en los programas
de inmersión en los que un alumnado perteneciente a un grupo
etnolingüístico de alto prestigio participa en ellos de una manera
voluntaria -caso de los anglófonos en Canadá-.
El bilingüismo
‘sustractivo’ se da en grupos etnolingüísticos de bajo prestigio
(castellanohablantes en Cataluña a los que se les denomina inmigrantes) en los que la adquisición de una segunda lengua va acompañada de una trasmisión de valores superiores hacia esa nueva lengua y cultura (la nació catalana, su cultura, su historia) y a la vez se denigra sus propios valores socioculturales
(rechazo social e institucional de todo lo español: lengua, toros,
costumbres, historia, etc.).
En estas condiciones, la adquisición de la
segunda lengua tiene lugar en detrimento de la lengua materna provocando
su sustitución por la de mayor prestigio y generando sentimientos de
ambigüedad e inseguridades que coartan el desarrollo adecuado de las
lenguas y los progresos cognitivos del niño, como el caso de las
minorías étnicas en EEUU, y de castellanohablantes en Cataluña.
El método de inmersión lingüística en catalán solo para los niños
castellanohablantes e inmigrantes como única forma de escolarización y
aprendizaje de la lengua catalana entra dentro del bilingüismo
‘sustractivo’. No hay ningún prestigio del español ya que está
ausente de las funciones altas de la sociedad: Parlamento autonómico,
Administración pública, escuela… El grueso de la población
castellanohablante en Cataluña no es la más culta ni la más adinerada.
Los métodos pedagógicos dejan mucho que desear a tenor de los resultados
PISA y no existe voluntariedad porque no hay capacidad de elección. El
método de inmersión se ha convertido en el único sistema educativo
posible si la familia no tiene una economía altamente saneada.
El resultado es que los niños castellanohablantes inmersionados en catalán tienen un fracaso escolar el doble de los catalanohablantes.
Lo curioso es que el aprendizaje de la lengua catalana para los
castellanohablantes se realiza exclusivamente por método de inmersión,
pero el aprendizaje de la lengua española para los catalanohablantes no se realiza por inmersión en castellano en las situaciones de entorno social y familiar exclusivo en catalán.
En el sistema educativo actual en Cataluña de inmersión forzosa tampoco
tiene en cuenta las investigaciones de Cummins, y sus hipótesis.
Cummins, desde 1978, analiza la propia estructura del aprendizaje lingüístico. Sostiene que el niño debe haber llegado a un conocimiento determinado de su propia lengua
para introducir la otra L2 con éxito y sin daño cognitivo para el niño,
de tal manera que la lectoescritura se inicie en la lengua propia del
niño, y no en la del territorio siempre que eso sea posible.
Por
ejemplo: que la lengua del niño no sea solamente oral como muchas
lenguas africanas. Ningún niño castellanohablante tienen las habilidades
lingüísticas desarrolladas a los 3 años en el que inicia su exposición
total en la escuela a esa segunda lengua que desconoce.
La inmersión no solo es obligatoria sino que también es precoz, desde que el niño pisa la escuela maternal a los 3 años y aun antes en las guarderías.
Posteriores trabajos de Taukaoma y Skutnabb-Kangas (1977 ) se
añadieron a los trabajos de Cummins. Hay un primer umbral de competencia
lingüística que es necesario haber adquirido para que la transferencia
entre las dos lenguas ocurra sin daño cognitivo para el niño y que este
se pueda comunicar en las dos lenguas a un cierto nivel básico: Basic
Interpersonal Comunicative Skills (BICS), que representa una capacidad
básica de comunicación interpersonal.
Para este conocimiento se necesita el aprendizaje de elementos como la pronunciación, el vocabulario y una mínima gramática que permita la expresión y comprensión con un soporte contextual.
Pero se necesita un segundo umbral o nivel de otro orden: el
cognitivo-conceptual y académico llamado Cognitive Academic Language
Proficency (CALP), que está basado en aspectos cognitivos, lingüísticos y
metalingüísticos en un lenguaje descontextualizado y que son necesarios
para procesar una información abstracta y descontextualizada.
Este
segundo nivel es imprescindible para las habilidades académicas y
explica muy bien el fracaso académico de muchos niños
castellanohablantes que reciben toda la enseñanza en catalán.
Pensemos
en un niño castellanohablante que le presentan un problema sencillo en
la clase de matemáticas en catalán y no ha adquirido el segundo umbral lingúístico.
No hay un solo país del mundo en el que el aprendizaje de una
L2 se realice como en Cataluña, inmersión de forma precoz, total y
obligatoria.
La conclusión es que a la comunidad castellanohablante en Cataluña, nada menos que el 55% de la población,
se la trata como si fuese un grupo lingüístico inmigrante (marroquí,
subsahariano, rumano, chino, etc.) que ha de adaptarse a otra lengua, el
catalán.
Aunque son ciudadanos españoles, su lengua es tan oficial como
la catalana en Cataluña y pagan los mismos impuestos sin gozar de los
mismos derechos: la utilización de su lengua -el castellano- como lengua
vehicular en la escuela.
Hace muchos años que la educación en Cataluña se ha utilizado como herramienta para la consecución de la nació catalana, esa Cataluña virtual que preconizan nuestros gobernantes: “Una lengua, un país, una nación, un Estado”.
No hay más que ver los textos escolares:
la hiper valoración de aspectos culturales catalanes, himnos, banderas,
gastronomía, música, junto con la ínfima presencia en las escuelas de
la materia de Lengua Española y la nula presencia como lengua de
aprendizaje.
Por medio de una sustitución lingüística y de la
ideologización nacionalista desde la escuela, Cataluña va camino de ser
un ente distinto y distante de España.
Nunca ningún tribunal avaló la inmersión lingüística (lo han recordado Francesc de Carreras y Antonio Robles) y tampoco la UNESCO.
Lo que se propicio fue la conjunción lingüística.
Y la palabra conjunción supone el concepto de igualdad y equilibrio
entre una y otra lengua. Distintas asociaciones civiles impugnaron desde
1983 decretos y reglamentos.
Obtuvieron la callada por respuesta. Ahora
los tribunales les dan la razón, la escolarización solo en catalán es inconstitucional.
Pero con el recurso presentado por la Generalidad que deja en
suspensión el auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que
obliga a utilizar el español como lengua vehicular, ¿hasta cuando tendremos inmersión? El fracaso escolar de los niños castellanohablantes pobres esta garantizado.
Aún hay más, la política lingüística de Cataluña ha sido imitada por otras CCAA,
como País Vasco, Galicia, Comunidad Valenciana y Baleares que gozan de
otra lengua oficial ademas del castellano, única oficial y común en toda
España, de tal manera que se van repitiendo de forma escalonada los problemas lingúísticos, educativos, legales y sociales. La inmersión lingúística se ha convertido en un problema de Estado."
Carmen Leal es profesora de Lengua y Literatura españolas (lavozdebarcelona.com, 26/09/2011)
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