ZP rompe con ETA, pero nadie se entera

“Imagino que los lectores de El Mundo se habrán quedado desconcertados al ver la portada del domingo. Después de un par de años leyendo que España está rota, que el 11-M lo montaron a medias entre la ETA y los socialistas infiltrados en la Policía y que ZP cede sin mesura al chantaje de los terroristas, se encuentran de repente con la siguiente información: "Moncloa cree liquidado el proceso de paz y que ETA volverá a atentar". Como la noticia la firma Fernando Garea, uno de los periodistas más fiables y serios que trabajan en ese diario (nada que ver con los viceperiodistas agujerólogos y acabadillos), es recomendable leerla con atención. Les transcribo algunos párrafos:

El Gobierno considera que ya es imposible recuperar el proceso de paz y que la suspensión decretada por José Luis Rodríguez Zapatero tras el doble asesinato de Barajas es, de hecho, una ruptura irreversible, según fuentes autorizadas.

Según estas fuentes, si hay comunicado de ETA en las próximas semanas será negativo y en ningún caso espera ya que la organización terrorista vaya a anunciar su renuncia a la violencia, que sería la única posibilidad de volver a recuperar el proceso de paz.

La pregunta entonces sería por qué desde el Gobierno se han hecho en las últimas semanas movimientos que pudieran verse como gestos hacia ETA o Batasuna. Dichas fuentes explican que se trata de restar en lo posible base social a la organización terrorista y que su entorno no pueda argumentar que existe inmovilismo por parte del Ejecutivo.[...]

La situación objetiva es, por tanto, que Batasuna no ha conseguido dar ese paso que le permitiría presentarse a las elecciones municipales y forales del 27 de mayo. Se ha limitado a hacer gestos que, sin el atentado de Barajas, hubieran supuesto pasos importantes, pero que después de ese doble asesinato son insuficientes, según el análisis del Gobierno.” (Periodista incendiario, 26.3.07)

Una buenísima estrategia de ZP para quedar con el culo al aire, perder unas elecciones, dar un susto de muerte a los demócratas y obligar a las organizaciones antifascistas vascas (Foro de Ermua, etc...) a ir a las manifestaciones de la derecha (en defensa de su libertad). ¡Menos mal que era una tregua definitiva!