25/8/23

Yo soy español de origen cubano con vecindad catalana... nosotros sabemos detectar el autoritarismo, tenga el color que tenga... Un fatídico día descubrí que, para algunos, hablar catalán no era símbolo de riqueza cultural, sino de posicionamiento político y superioridad étnica, con la que hacer inferiores a otros como yo que veníamos de Hispanoamérica. Aprender catalán –y no generalizo– era simplemente que el servicio hablara el idioma de los amos... A los nacional regionalistas no les gustan los hispanos porque ponemos de manifiesto la gran mentira que es todo su montaje ideológico, y a nosotros no nos pueden contar sandeces como que Cervantes y Colón eran catalanes... El problema de Adrián no es con Cataluña, ni con el catalán, de hecho deja muchos amiguitos aquí, el problema de Adrián porque le viene de galgo, es con el autoritarismo... Me duele que estos nuevos españoles con vecindad catalana se hayan ido de Cataluña porque unos señores feudales han secuestrado la riqueza cultural de esta región

 "El problema de Adrián no es con Cataluña, es con el autoritarismo.

 Yo soy español de origen cubano con vecindad catalana, de los más de veinte años que llevo en España, la mayoría del tiempo he vivido en Cataluña, incluso cuando a voy a otros lugares de España, o al extranjero, extraño mi segunda patria, y particularmente a Cataluña. En serio, no saben el alivio que me da bajarme del tren en la estación de Sants, el Prat, o entrar por la Junquera. Este es mi nuevo país, España, y Cataluña es mi casa. Aprendí catalán rápidamente por aquello que denominan ósmosis; es imposible que no aprendas, todo absolutamente todo está en catalán. Un día allá por el dos mil cuatro, dos años después de llegar a Cataluña, me descubrí en Zaragoza inconscientemente traduciendo los carteles de la calle al catalán. La cosa fue tan fuerte que incluso hice tres discos en idioma catalán. En uno de ellos, hasta musicalicé un poema del premio Cervantes Joan Margarit, que, por cierto, era vecino mío.

Me convertí en un embajador de la catalanidad, que no es más que una característica de la españolidad. Tengo una bisabuela catalana de apellido Soler, que es la castellanización del apellido catalán Solé. Lo mío con esta tierra es tan curioso que vivo en la plaza Joan Maragall, que es otro poeta español de esta región. Yo soy más catalán que la crema catalana y la sardana, cosas que, por cierto, una es de Andalucía y la otra francesa. Esa es la prueba viviente de que Cataluña, y particularmente Barcelona, Gerona y Tarragona, han sido puerto de cosmopolitismo. La cosa es tan puñetera para algunos resentidos que lo que se denomina como marca hispánica comenzó aquí en Cataluña con reyes godos.

Un fatídico día descubrí que, para algunos, hablar catalán no era símbolo de riqueza cultural, sino de posicionamiento político y superioridad étnica, con la que hacer inferiores a otros como yo que veníamos de Hispanoamérica. Aprender catalán –y no generalizo– era simplemente que el servicio hablara el idioma de los amos, para ser humillados en esa lengua. Ya en mi segundo disco incluí una frase que decía: «Oye asere, no te preocupes del idioma, fuera los conflictos, convivencia». Mientras entonaba un poema de Joan Salvat. Algún día contaré cómo mi arte fue asesinado por aquellos que no soportaron que fuera de derechas y me opusiera al nacional regionalismo catalán.

En una ocasión, mientras hacía el trabajo de poner subtítulos a videos en un colegio de niños con deficiencias auditivas, descubrí algo de lo que ya me habían hablado, las famosas aulas de apartheid en Cataluña. Allí, en aquel edificio, había una persona responsable comarcal de aquellas aulas «especiales» donde iban a parar niños hispanos y de otras nacionalidades. Ya no eran importantes las matemáticas, la física, o la biología, lo cardinal, como dije en mi tribuna: «España y la batalla que tenemos que dar por su libertad»

Era la ideología, y con la lengua lo que están haciendo no es impartir cultura, es doctrina para hacer catalanes de primera y de segunda, y ese lugar lo determina tu pensamiento.

Yo conozco a Adrián y a su papá Ahmed Rodríguez. Sí, el caso de la familia cubana que ha tenido que dejar Cataluña:

Lo que no contó Ahmed Rodríguez es que fue preso político en Cuba, y solicitante de asilo político en España. ¿Su delito? Tener ideas similares a las de Elon Musk, creador de Paypal. De hecho, sigue creando soluciones informáticas para que los cubanos no tengan que depender de un sistema bancario, que los esquilma como buenos señores feudales que son. Adrián es un niño con en el que en muchas ocasiones conversé, porque le apasiona la libertad de su patria de nacimiento. Recuerdo cómo me hablaba de sus sentimientos contra aquellos que habían encarcelado a su padre por nada. Desde muy niño conoció las imposiciones de la dictadura. Por eso rápidamente nosotros sabemos detectar el autoritarismo, tenga el color que tenga.

Me duele que estos nuevos españoles con vecindad catalana se hayan ido de Cataluña porque unos señores feudales han secuestrado la riqueza cultural de esta región, incumpliendo de forma reiterada los pactos que tienen como representación del estado en el territorio, y no respetando los derechos civiles por los que ellos dicen tanto abogar, y que están por encima de cualquier lengua, incluida la que ellos mismo están asesinando. A los nacional regionalistas no les gustan los hispanos porque ponemos de manifiesto la gran mentira que es todo su montaje ideológico, y a nosotros no nos pueden contar sandeces como que Cervantes y Colón eran catalanes. Espero que Adrián con mi artículo pueda ayudar a otros niños que están pasando por lo mismo. De hecho, creo que Adrián sí habla y comprende el catalán perfectamente, pero en algún momento de su formación alguien le dijo que era inferior si no hablaba esa lengua, y no pudo evitar acordarse de que en Cuba si no eres comunista eres un ciudadano de segunda que hasta puedes ir a prisión. El problema de Adrián no es con Cataluña, ni con el catalán, de hecho deja muchos amiguitos aquí, el problema de Adrián porque le viene de galgo, es con el autoritarismo. I els gossos intolerants supremacistes que estan a internet assetjant un nen autista, que us bombin a tots.

Sayde Chaling-Chong García es periodista hispano-cubano."            

(Revista de prensa, 15/07/23; Este artículo se publicó originalmente en El Debate)

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