18/1/22

Xavier Rius: La retirada de Jordi Cuixart de la primera fila del poceso es la prueba irrefutable de que no lo volverán a hacer

 "La retirada de Jordi Cuixart de la primera fila del poceso es la prueba irrefutable de que no lo volverán a hacer. Al menos a corto o medio plazo.

Al fin y al cabo el todavía presidente de Òmnium es aquel que dijo aquel 12 de junio del 2019 en su alegato final durante el juicio del Supremo: “Ho tornarem a fer"

¿Pero qué quería decir?

Pues no está claro.

La colega Júlia Regué se lo preguntó en una entrevista en El Periódico en Julio del 2019:

- “Cuando afirma "Lo volveremos a hacer", ¿se refiere, más allá de volver a ejercer estos derechos, a realizar otro referéndum e impulsar una declaración unilateral de independencia?”

Cuixart se iba por las ramas: “Hay una voluntad nada disimulada por parte del Estado de limitar el ejercicio de derechos fundamentales, y lo que decimos es que seguiremos ejerciendo todos los derechos juzgados, también el de la autodeterminación en Catalunya".

"No hacerlo -insistía- supondría renunciar a ellos y tenemos la obligación de preservarlos. Corresponde a los representantes políticos definir los instrumentos, no a Òmnium.

Un mes después la directora y un periodista del diario Ara, Ester Vera y Aleix Moldes, volvieron a plantearle la misma cuestión.

- ¿“Lo volveremos a hacer” significa que volverán a manifestarse, que volverán a hacer un referéndum y que volverán a desobedecer leyes españolas?

Cuixart volvía a tirar pelotas fuera: "Tenemos todo el derecho del mundo a manifestar nuestra disconformidad frente a las decisiones de los poderes del Estado, también del judicial. 'Lo volveremos a hacer' significa que nunca renunciaremos a las conquistas alcanzadas como sociedad y que volveremos a ejercer cada derecho que sea condenado".

Ahora parece que iba de "conquistas alcanzadas".

"Incluido el derecho a defender el ejercicio del derecho a la autodeterminación. El juicio tiene la voluntad de recortar derechos y libertades, y por eso considero que habría claudicado si no hubiera reconocido mis actos ante el Tribunal o hubiera renunciado a asumir sus consecuencias, que ni mucho menos significa aceptar la legitimidad de ningún condena. No podíamos haber hecho algo distinto al que hicimos. Y el Estado no podía haber actuado de forma diferente. Si no estuviéramos en prisión querría decir que no habríamos hecho el referéndum", terminaba.

Finalmente, en una entrevista en Nació Digital el pasado mes de noviembre, admitió que “en nuestro caso, ahora mismo, lisa y llanamente, no hay posibilidad de hacer un referéndum pactado, un nuevo referéndum unilateral o una declaración efectiva de independencia".

Como renunciaba incluso al referéndum del 1-O lo pusieron a caldo. Igual que la CUP o Junts, por cierto. Éstos últimos para proteger a Laura Borràs, que ya tiene una causa pendiente con la justicia.

Quizá podría añadirse que, cuando aseguraba que "ho tornarem a fer" lo que quería era “salvar la humanidad”. “Lo volveremos a hacer para que el planeta Tierra no se vaya al carajo”, llegó a afirmar en un charla en Manresa lo cual induce a pensar en serias secuelas psicológicas tras su paso por prisión.

Pero por todo lo expuesto tiendo a pensar que no lo volverán a hacer. Las condenas de cárcel han sido fundamentales. Nadie se atreve ahora a repetir el 1-0.

Además, la retirada de Cuixart de la primera línea política también refuta otra posverdad del proceso, es decir, otra mentira: que “això va de democràcia”.

Porque ya ha anunciado que su sustituto será el filósofo Xavier Antich. Los socios de Òmnium no pintan nada."                 (Xavier rius, e-notícies, 14/01/22)

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