16/6/21

Se ha terminado pidiendo libertad, amnistía, estatuto de autonomía... para volver cuarenta años atrás en lugar de «presidente ponga las urnas» bastaba «presidente, dénos pantalones de pata de elefante y chaquetas de pana»

 "Lo que comenzó como el intento de montar una republiqueta, ha terminado pidiendo libertad, amnistía, estatuto de autonomía. Para volver cuarenta años atrás no había tanta murga, en lugar de «presidente ponga las urnas» bastaba «presidente, dénos pantalones de pata de elefante y chaquetas de pana». 

Pero el viaje en el tiempo no sería completo sin volver a las arcaicas campañas de defensa de la lengua, ya saben, el catalán cosa de todos y etcétera. Aquí destaca el ANC (Asociación Nacional del Rifle, delegación catalana), que ya que no sirve para nada y de alguna forma debe justificar subvenciones, prebendas y minutos televisivos, dispara contra todo lo que no hable la lengua más bonita de todas las que se hacen y se deshacen.

 Imaginen el disgusto, cuando se ha sabido que una voluntaria de la ANC respondía al teléfono en castellano. No en inglés o en árabe, que mira. ¡En castellano! Se desconoce cómo ha sancionado tal afrenta la Paluzié, la Charlton Heston llacista, sólo se sabe que hizo público en las redes que había identificado la delincuente, y aseguró que no volvería a pasar.

 Quiero creer que antes de echarla, del trabajo y quién sabe si de este mundo, fue castigada como hacían los capitanes de barco con quienes amotinaban, si bien en lugar de ser flagelada con un látigo de tres puntas, lo fue con una gramática de Pompeu Fabra.

 - ¡Así terminan los traidores! - aullaba la Paluzié fuera de sí, azotandola ante el resto de voluntarios, obligados a presenciar tan cruenta escena. Es lo que pasa, que uno se dedica a fiscalizar y pedir el despido de camareros que dicen «aquí tiene su cortado» en lugar de «aquí té el seu tallat», y olvida que puede tener el enemigo en casa.

 Descubrir un castellanohablante infiltrado en el ANC es como si en la guerra fría, la CIA hubiera localizado un topo soviético en su sede de Langley. Deben rodar cabezas, alguien debería haber investigado los antecedentes de los trabajadores de la ANC para comprobar que son todos de raza pura catalana, como los burros pero en bípedo. La tarea de los talibanes del catalán, además de hacernos sentir jóvenes por el método de remitirnos a épocas pasadas y olvidadas, tiene otras virtudes. 

Mi abuelo, el abuelo Enrique, me contaba a menudo que tenía un amigo que, tras la guerra, era funcionario en Girona, atendiendo campesinos que venían de los pueblos a hacer cualquier trámite. Cuando alguno de aquellos pobres semianalfabetos se le dirigía en catalán, la humillaba a gritos ante todo el mundo, «¡aquí se habla en cristiano!», «¡Si vuelve a hablar en catalán le pego una hostia!», Etc. 

Por la tarde, en el café, saludaba mi abuelo y el resto de amigos con una gran sonrisa y con la frase habitual. 

- Hoy he hecho otro catalanista.

 El ANC sigue el mismo sistema. Trabaja a favor del castellano, gracias a convertir la lengua catalana en antipática, politizada y arisca, haciendo que renuncie gente que la hablaría sin problema. Ya que cuesta creer que sean tan idiotas de no darse cuenta del daño que hacen, sólo queda una posibilidad: la infiltrada en el ANC, la traidora que desde dentro está dinamitando el catalán, es la misma Paluzié."         (Albert soler, Diari de Girona, 11/06/21; traducción google)

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