"Hasta ahora me habían llamado muchas cosas en la vida. Durante una temporada incluso estuve coleccionando insultos. Como aquellos que coleccionan monedas o sellos. Pero recibía tantos que al final me cansé. No daba a basto para actualizar la web. Hoy he tenido la inmensa suerte de que la consejera Budó me ha llamado indecente.
No es moco de pavo. Esto ya es top ten. Y además en la rueda de prensa de Govern.
Le estoy muy agradecido. Algo debo estar haciendo bien cuando pierden las formas de esta manera. Ha quedado retratada. Todo por recordarle que, a fecha de hoy, hay más de 22.000 fallecidos por covid en Catalunya. De ellos 4.500 en residencias. Y que, a pesar de eso, llevamos 226 días con gobierno en funciones. 86 desde que se celebraron las elecciones.
Los acuerdos del Consell Executiu de este martes son apenas cinco. Había uno sobre unos depósitos de agua. En menos de cinco minutos los había ventilado. Todavía recuerdo cuando Mas decía que, cuando ellos gobernasen, sería el Govern dels Millors. Si te descuidas, Artur.
O Francesc Homs, antecesor de Meritxell Budó en las tareas de
portavoz, que se refería despectivamente al entonces gobierno Montilla
(2006-2010) como gestoría Montilla. (...)
He asistido a muchas ruedas de prensa de Meritxell Budó -como antes de Elsa Artadi, Neus Munté, Francesc Homs o Quim Nadal- pero lo de hoy ha sido un constante echar balones fuera.
Budó habla de los partidos de gobierno o del Parlament como si no fuera con ellos. Que si tienen que “aislarse”, que si el “ruido mediático”, que no le corresponde hablar "sobre las negociaciones”, que si están “comprometidos” con gobernar.
Lo que no sé es que deben decirse durante la reunión porque, en realidad, hasta llegan por separado. Sin mezclarse. En plan los niños con los niños y las niñas con las niñas.
Hasta un veterano periodista catalán, que las ha visto de todos los colores, les ha pedido hoy que dimitan “para facilitar las negociaciones”. El bochorno es evidente. Porque si insisten tanto en aislarse de la realidad va a parecer que viven en un balneario.
No hay que olvidar tampoco que ellos son los responsables de todo: incluso del bloqueo institucional, la inestabilidad política y la parálisis legislativa. Al fin y al cabo, si el presidente Torra hubiera dimitido antes quizá ahora no estaríamos como estamos. O no se habría perdido un tiempo precioso. Pero el hombre quería hacerse la víctima y salir por la puerta grande. Ni convocó elecciones ni dejó que se eligiera su sucesor. Todavía recuerdo cuando decía, en plena pandemia, que sólo le interesaba la "salud de los catalanes".
Además, Budó ha vuelto a decir que fue condenado “por defender la libertad de expresión”. Otra mentira. Fue condenado por el Supremo -por unanimidad- por desobediencia “reiterada y contumaz”. Cosa por otra parte previsible. El propio Torra admitió durante la vista oral que “desobedeció”. Ahora que se quejen.
El momento álgido de la jornada ha sido, sin embargo, cuando la portavoz ha afirmado que “el gobierno en funciones seguirá en funciones hasta que haya un nuevo gobierno y, por tanto, seguiremos así hasta el último día”.
Ha suat la cansalada, que decimos en catalán. Un poco más y se desloma con el esfuerzo.
Pero lo peor de todo es que ni siquiera han explicado, ni unos ni otros, por qué no se ponen de acuerdo.
Pese a que todo el mundo sabe qué es una lucha feroz por el poder y para evitar que Pugidemont quede relegado.
En definitiva: la pasta, los altos cargos, las canonjías, los asesores, el control de TV3, las subvenciones a los medios, especialmente digitales.
Esto, consejera, sí que es una indecencia.
Me embarga, en todo caso, una última pregunta: ¿Cómo esperan construir una República si ni siquiera son capaces de formar Govern?" (Xavier Rius, director de e-notícies, 11/05/21)
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