1/4/20

Xavier Rius: Benditos alcaldes... cuando más de una quincena de alcaldes piden a Torra, en una carta abierta, que “se ponga al frente” no les falta razón.

"Algún día, a las ocho de la noche, también habría que aplaudirles a ellos. Son los que están más al pie del cañón.

No es fácil ser alcalde.

¿A quién se quejan los vecinos cuando se estropea una farola? ¿Cuando huele el contendor de las basuras? ¿Cuando aparece un bache en plena calle?
Al alcalde. Sobre todo en los municipios pequeños. Por eso ejercer de primer edil es una ardua tarea. Con frecuencia es la escuela perfecta para cargos superiores. (...)

Algunos alcaldes han decidido coger el toro por los cuernos y tirar pa’lante. Benditos sean.
El jueves pasado los de la Conca d’Òdena ya decidieron poner en marcha un hospital de campaña en el complejo deportivo municipal de Igualada. El mismo en el que juega el equipo local de baloncesto. Está dotado de calefacción.

Son alcaldes de todos los colores: Marc Castells (Igualada, PDECAT); Noemí Trucharte (Vilanova de Camí, PSC); Jesús Miguel Juárez (Santa Margarida de Montbui, Ara Montbui) y Maria Sayavera (Òdena, ERC).

Dos días después le pregunté a la consejera de Salud, Alba Vergés, en rueda de prensa telemática sobre el tema y evidenció la descoordinación entre ayuntamientos y consejería. Aseguró que “no había aún en marcha ningún hospital” e incluso que no era “necesario”.

El mismo día la Guardia Civil ya había instalado otro hospital de campaña en Sant Andreu de la Barca (Baix Llobregat) a petición del alcalde, Enric Llorca, socialista en este caso.

Llorca -alcalde desde 1995- juega quizás con ventaja porque antes de dedicarse a la política municipal full time ejerció como médico de família en la sanidad pública.

Se lo vio venir y recurrió al instituto armado que tiene, en esta localidad, su acuartelamiento más grande en Catalunya.

Paradójicamente, ha sido objeto de críticas tras el 1-0. Indepes protestaban delante del cuartel en protesta por las cargas policiales.

Y hubo polémica en un instituto cercano entre profesores e hijos de guardias civiles. Justicia y el Departament d’Ensenyament acabaron archivando el asunto.

El de Martorell, Xavier Fornollosa, del PDECAT, ha decidido por su parte convertir el hospital de salut mental del Sagrat Cor en otro de campaña y medicalizar un hotel de la localidad de cuatro estrellas: el Ciutat de Martorell.

Por eso, cuando más de una quincena de alcaldes piden a Torra, en una carta abierta, que “se ponga al frente” no les falta razón. “Sin ánimo de hacer reproches” explicaban que llevan días haciendo gestiones. Pedían hoteles para que puedan “descansar el personal sanitario” y evitar que lleven el virus -en caso de ser portadores- a sus familiares más cercanos.
Reclamaban la “instalación de hospitales de campaña equipados” y finalmente llamaban la atención sobre las “personas mayores que se están muriendo en nuestras residencias”.
Tampoco es fácil antender sus demandas en estos momentos. Una cosa es preparar un hospital de campaña o reconvertir un hotel y la otra dotarlo del equipo y el personal necesario.

Lo sabemos. Por eso nos vamos ahorrar ahora las críticas al Departament de Salut. Tiempo habrá de analizar su gestión y aprender de los errores.

Pero lo que no se merecen los alcaldes de uno y otro lado es una respuesta com la de la portavoz del Govern, Meritxell Budó -muy en su línea por su parte-, que casi los mandó a freir espárragos. “Si un gobierno de la Generalitat tiene vocación municipal es el gobierno actual”, empezó recordando probablemente su propia trayectoria.  (...)

“Ahora no es el momento de hacer política, es el momento de remar juntos”, añadió la portavoz de un gobierno que no a parado de hacer exactamente lo contrario.

De hecho, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, casi acusó al Gobierno español de dejar morir a los catalanes en una entrevista en la BBC. Y luego todavía envió cartas a los mandamases de la Unión Europea.

“No es el momento de hacer partidismo”, insistió Budó tras unos momentos de titube y de volver a mirar la chuleta. Acabó con una indirecta final a los alcaldes socialistas: “lo que pediría es que si quieren colaborar, el hecho de formar parte del mismo partido político, del PSC, y por tanto del paritdo que gobierno en el Estado español, el PSOE, les pediría que que nos ayuden a que el gobierno del Estado español tome todas las medidas que la ciudadanía nos pide”. Con esta tendencia innata en los dirigentes del proceso de hablar en nombre de todos.

“Todas aquellas medidas que nos permita proteger a los trabajadores y trabajadoras de nuestro país”. El mensaje subliminal que lanzó Torra al principio de la crisis -y Puigdemont desde Waterloo- de que España nos mata.

A continuación todavía ofreció una muestra de solidaridad. Pidió que “sea el Estado el que soporte el peso económico de esta crisis”. Una cosa es pedir y la otra dar ejemplo porque el mismo Govern que ha pedido una renta universal -sin ni siquiera estudios sobre su impacto económico- es incapaza de ofrecerla de motu propio.

Sólo se le olvidó pedir la devolución de las competencias en sanidad e interior, congeladas con el estado de alarma, como ha venido insistiendo últimamente en casi cada compacencia.

La agresividad de Budó refleja su propia inseguridad personal -y de paso la del Gobierno- al pensar que incluso en estos momentos la mejor defensa es un buen ataque. Se equivoca. Lo que pide la ciudadanía a la que tanto ella recurre es tranquilidad, firmeza e ideas claras.

La realidad es que ante la inoperancia, inefectividad o desbordamiento del Departament de Salut algunos alcaldes han decidido dar un paso al frente Lo dicho antes: tiempo habrá de evaluar la gestión de la Generalitat en las semanas previas a la crisis pero no inspira al optimismo. Pero por internet ya circulan vídeos verídicos con declaraciones de consejeros y altos cargos que denotaban exceso de confianza, imprudencia o irresonsabilidad.

La misma portavoz empezó su rueda de prensa el martes 11 de marzo -un día antes que saltaran todas las alarmas- explicando la concesión de las cruces de Sant Jordi. No es ella más indicada para dar lecciones. Lo peor de todo es que seguramente podían haberse ahorrado muchas vidas de haberse puesto las pilas antes.

Aquí no hay excusas: la Generalitat tiene -o tenía- competencias plenas en sanidad."              (Xavier Rius, director de e-notícies, 30/03/20)

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