3/4/20

La Plataforma per la Llengüa amenaza con llevar ante las autoridades Europeas a Sánchez porque la información del coronavirus se hace solo en español. Como si uno pudiera morirse de manera distinta en catalán que en español

"La Plataforma per la Llengüa amenaza con llevar ante las autoridades Europeas a Sánchez. ¿Por su imprevisión, por su ineficacia, por sus mentiras? No, lo hará porque la información del coronavirus se hace solo en español. 

No es broma. La gente está cayendo como moscas, los hospitales están saturados, los equipos llegan tarde mal y nunca, pero a esta gente lo único que les preocupa es que no se dé información en catalán.  (...)

Importa más el idioma que la muerte, la sintaxis que los respiradores, la preminencia supremacista que la enfermedad. Como si uno pudiera morirse de manera distinta en catalán que en español

 Es la gota que desprecia el gasto en sanidad, en escuelas, en todo lo que afecte a la vida cotidiana de la gente porque lo único que cuenta es su onanismo ideológico, que solo atiende al imaginario urdido por la cofradía del tres por ciento para mejor meter la mano en la caja, mientras los suyos viven anhelando que se aparezca la república catalana en medio de las luces de Manresa, la epifanía de Sant Jordi matando al dragón español y Puigdemont descendiendo de los cielos belgas, resurrecto y triunfante.

En esa gota se encierra el corpus del fanatismo, y nos permite entender que el conseller Buch se refiera, ahí sí, en español, al gobierno de la nación con retintín del niño repipi con su dedo levantado. “El Gobierno de España”, decía en unas declaraciones en catalán, pretendiendo ser irónico y resultando ridículo. 

Toda la coña que quiera, conseller, pero sus propios alcaldes están pidiéndole al ejército, español, sí, quina gràcia, que acuda a sus localidades para echarles esa mano que ustedes les niegan. Por incompetencia, por ignorancia, porque les sacan de los pronoms febles y la historia de los Cucurull and company y ya no saben qué hacer.

 Porque se pasan el día reclamando que el confinamiento ya lo había dicho Torra, refugiándose en el vil rincón del tonto de la clase, con orejas de burro fabricadas con las cartas que le enviaban al Gobierno para que la mesa de diálogo continuara, aunque la pandemia estuviera asolado al mundo.

 Son tan patéticos que, si no fuera por que está en juego la salud pública, provocarían la hilaridad más descabalgada. A partir de ahí, todo vale. (...)"            (Miquel Giménez, Vox Populi, 30/03/20)

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