"Aunque el Govern que preside Quim Torra está intentando ocultar ante la
opinión pública catalana el fracaso total de su gestión sobre las
consecuencias de la epidemia del coronavirus, mediante un gran
despliegue mediático, algunos dirigentes independentistas moderados
opinan que es muy posible que este notable fiasco acabe pasando al
independentismo una importante factura de tipo electoral.
Así, las larguísimas y frecuentes ruedas de prensa de los miembros del Govern no están impidiendo que la opinión pública sea consciente de los graves errores cometidos por los departamentos de la Generalitat respecto a una cuestión como el confinamiento de la Conca d’Òdena, un asunto dirigido por el consejero de Interior, Miquel Buch, que provocó un desbarajuste total en la zona, donde finalmente nadie sabía cuál era la situación jurídica real del territorio.
También ha provocado un grave desprestigio del Govern su incapacidad ante el caos en las residencias geriátrias catalanas, sin que haya dimitido el consejero responsable, Chakir El Homrani. Muchos ciudadanos tampoco han entendido algunas negativas -no en todos los casos- a aceptar la ayuda de instituciones españolas, como la Guardia Civil y el Ejército. También será difícil de olvidar la dificultad del Govern para cuadrar cifras reales sobre los afectados y fallecidos por el coronavirus, y su caótica gestión sobre la distribución de mascarillas sanitarias. Todo esto podría tener un elevado coste electoral." (e-notícies, 27/04/20)
Así, las larguísimas y frecuentes ruedas de prensa de los miembros del Govern no están impidiendo que la opinión pública sea consciente de los graves errores cometidos por los departamentos de la Generalitat respecto a una cuestión como el confinamiento de la Conca d’Òdena, un asunto dirigido por el consejero de Interior, Miquel Buch, que provocó un desbarajuste total en la zona, donde finalmente nadie sabía cuál era la situación jurídica real del territorio.
También ha provocado un grave desprestigio del Govern su incapacidad ante el caos en las residencias geriátrias catalanas, sin que haya dimitido el consejero responsable, Chakir El Homrani. Muchos ciudadanos tampoco han entendido algunas negativas -no en todos los casos- a aceptar la ayuda de instituciones españolas, como la Guardia Civil y el Ejército. También será difícil de olvidar la dificultad del Govern para cuadrar cifras reales sobre los afectados y fallecidos por el coronavirus, y su caótica gestión sobre la distribución de mascarillas sanitarias. Todo esto podría tener un elevado coste electoral." (e-notícies, 27/04/20)
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