"Historiador y articulista, César Alcalá es uno de los mejores conocedores del carlismo. (...)
¿Debemos remontarnos hasta el s. XIX para entender lo que pasa hoy en Cataluña?
Aunque
nos hayan vendido historias que nada tienen que ver con la realidad,
todo empezó a mediados del siglo XIX. No es cierto que Cataluña se
levantara en armas en la guerra de Sucesión para seguir siendo
independiente. Todo lo contrario. Los catalanes de aquella época siempre
se sintieron muy españoles.
A mediados del siglo XIX, el romanticismo
influyó en algunas mentes que decidieron estructurar un relato ficticio.
Sobre esta base, los hombres de la Renaixença
empezaron a tejer una mitología, se inventaron una historia y le dieron
importancia a una lengua que muy pocos hablaban. Luego evolucionaron
hacia un catalanismo racista, en el cual se autoproclamaron seres
superiores al resto de españoles.
Hablamos de una Cataluña protegida
por el Estado, industrial, con una potente burguesía pero también
esclavista, que es algo de lo que no se suele hablar.
Cierto.
Y algunos de estos esclavistas, que formaban parte de la burguesía
catalana, utilizaron parte de su dinero y financiaron lo que acabo de
decir. Era una distracción en un mundo en el cual el analfabetismo era
muy elevado y los burgueses necesitaban distracciones.
Muchos independentistas creen hoy que
el franquismo tuvo un interés especial en aplastar a Cataluña. Incluso,
ven la Guerra Civil como un conflicto entre España y Cataluña en el
que, por supuesto, los buenos eran ellos. ¿Cómo se llega a tergiversar
así la historia? ¿Tienen algo de razón?
No
tienen razón. Es cierto que algunos piensan que la Guerra Civil ocurrió
como consecuencia de querer acabar con Cataluña. El problema radica en
la actualidad. El Institut de Nova Historia ha hecho mucho daño. Un ente
subvencionado por el movimiento independentista para tergiversar la
historia y para inventársela.
Lo de la guerra civil, que Teresa de
Ávila, Calderón de la Barca, Erasmo de Rotterdam, Cristobal Colón,
entre otros, eran catalanes. Todas estas falacias han calado en una
parte de la sociedad catalana hiperventilada y adoctrinada por TV3.
Mire, Joan Casanovas, presidente del Parlament y miembro de ERC, quiso
entrevistarse con Franco durante la guerra. Le propuso apoyarlo a
condición de que Cataluña mantuviera su estatuto. (...)"
Las
familias de muchos de los que hoy lideran el procés vivieron muy bien
durante el franquismo y no destacaron precisamente por luchar contra el
régimen. Sus descendientes niegan ese pasado pero, a la vez, demuestran
unos tics autoritarios que recuerdan mucho a esa etapa. ¿Qué quieren
realmente los independentistas?
El problema
del independentismo es que han creado una estructura económica que ha
permitido liberar a mucha gente. Eso significa que muchas personas viven
del independentismo. Lo que realmente quieren es que esto no se acabe.
No tienen ganas de ser independientes. Todo lo contrario. Viven muy bien
del independentismo. Si se les acaba, se quedarán en el paro y será
difícil recolocarlos.
Aquellos hijos del franquismo hoy son independentistas porque, en el
fondo, reniegan de sus principios familiares. Han encontrado una excusa
para hacer algo que nunca habían hecho. Esto es, rebelarse contra el
poder establecido. No deja de ser un acto de rebeldía y un intento de
demostrar que son algo, que están vivos. (...)"
(Entrevista a César Alcalá, historiador del carlismo, Gisela Rivelles, El Liberal Cat, 23/01/20)
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