4/11/19

Alfons López Tena: “Nunca apoyaré el procés porque sería colaborar con un régimen autoritario”... un régimen en el que el presidente lo controlará todo y lo nombrará todo. Ni siquiera se podrán recurrir judicialmente los decretos que dicte el presidente... Yo sería de los primeros a los que Torra llevaría a un campo de concentración. No tengo la menor duda...

"Con 158.000 seguidores en Twitter, el jurista y exvocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)  Alfons López Tena es hoy una de las personas que con más sentido critica el procés independentista catalán. 

No en balde, y desde el partido Solidaritat Catalana, conoció desde dentro los mimbres con los que se tejía “el cuento de hadas” en el que, en su opinión, quieren creer los partidarios de la independencia. Un cuento, sin embargo, cargado de peligros pues, según su hipótesis, el objetivo de la cúpula del procés no es otro que el de convertir Cataluña en “una autonomía autoritaria”.  (...)

¿Cómo se pasa de una situación en la que el único partido que defendía claramente la independencia no tiene ningún éxito a otra en la que una mentira tiene todo este apoyo?

En Cataluña hay dos tipos de catalanes. Unos son los que están en contra de la independencia y otros son los que la desean pero no la quieren. Hay que recordar que en 2010, después de haber fracasado rotundamente el Estatut, ellos decían que tenían un plan B. Y ese plan consistió en votar de nuevo el preámbulo del Estatut. Paralelamente, habían ocurrido todas las movilizaciones de las consultas. 

Con Solidaritat entramos por la mínima en el Parlament. Nuestra labor a partir de entonces fue decir que, si se quería la independencia, se tenía que hacer de una manera determinada. Pero la gente no quería eso. Querían un cuento de hadas. Como me preguntó en cierta ocasión un senador de EEUU: “¿Usted cree que su pueblo quiere la independencia o lo que quiere es manifestarse por la independencia?”. (...)

¿Hasta dónde cree que pueden llegar las cosas ahora?

La independencia, en un Estado democrático liberal, solo se consigue en el caso de que sea inclusiva, que no genere una situación de guerra civil y que el paradigma internacional sea el de democracia liberal. Eso se dio entre 2010 y 2014. Ahora no es el caso. El paradigma internacional actual son los populismos autoritarios. Y ese es un enorme obstáculo. También sería necesario que los que están en contra de la independencia no tengan el miedo de, en caso de que sucediera, ser excluidos, marginados. Y no es el caso tampoco.

Con alguien como Quim Torra al frente eso sería difícil.

Claro. Yo sería de los primeros a los que Torra llevaría a un campo de concentración. No tengo la menor duda. Mi hipótesis es que ellos quieren una autonomía autoritaria. Quieren tener un régimen en Cataluña en el que ellos manden para siempre. De ahí lo de “els carrers seran sempre nostres” o, como dijo también Ernest Maragall, “el país serà sempre nostre”. Y hay otra cuestión importante.

 David Madí, en un momento determinado, dijo que, si controlaban a los jueces, no haría falta la independencia. Y, relacionado con esto, están las leyes del 6 y el 7 de septiembre de 2017. Se hizo mucho énfasis en cómo se hicieron pero no sobre su contenido, que es de una dictadura electiva. Esas leyes establecían para Cataluña un régimen en el que el presidente lo controlaba todo y lo nombraba todo. Ni siquiera se podrían recurrir judicialmente los decretos que dictara el presidente.


Salvando las distancias, recuerda un poco a lo que hizo Adolf Hitler cuando, democráticamente, llegó al poder en Alemania.

Aquí es más radical. Hitler tenía todo el poder porque era un Estado y esto es una autonomía. Hitler, Mussolini, Erdogan o el mismo Trump lo que hacen es tomar el control del poder judicial por vías indirectas. Ni siquiera Hitler hizo una ley diciendo que los decretos que él dictara no podían recurrirse ante los tribunales. Esto aquí se ha hecho. Y no contra la maléfica Justicia española. Sino para cuando controlaran la Justicia catalana.  (...)

La verdad es que entre ellos tampoco se ponen de acuerdo y, cuando Quim Torra habla de infiltrados, la CUP le responde con que son sus hijos, sus sobrinos y sus primos los que protagonizan los actos violentos.

Sí, pero hay otro elemento a tener en cuenta. Y son los 40 años de una sociedad catalana en la que priman la cooptación, las redes clientelares, la fidelidad y la sumisión y no se tienen en cuenta para nada ni el mérito ni la capacidad. Esto sucede aquí en todos los ámbitos.

Es una sociedad perfecta para una dictadura.

Sí, claro. Y para una autonomía autoritaria también. ¿Qué efectos genera todo esto? La selección negativa. Al personal no se le nombra por su valor sino como consecuencia de su no valor. Cuanto más inútil, mejor. Porque, cuanto más inútil sea alguien, más obediente y fiel será.

¿Eso no pasa en otras partes de España?

No. Además, es que ellos viven en una burbuja. Le cuento una anécdota. Cuando yo estaba en Convergencia, en su dirección real, llega un día Quico Homs y nos anuncia que va a lanzar una intoxicación. Al cabo de unos días, presumía de que eso había salido en La Vanguardia y en TV3. En realidad, lo que había lanzado era una intoxicación. Pero, claro, ya salía en La Vanguardia y en TV3 y hasta él mismo se lo creía. Estamos hablando de una gente que se droga con la misma droga con la que trafica.

Pero, entonces, ¿hacia dónde va todo esto?

 ¡A nada! Vamos a una sociedad en descomposición, marginal, provinciana y que se va hundiendo con rapidez

¿Y el panorama político catalán?

La cuestión fundamental para los tres jugadores (JxCat, ERC y CUP) es mantener una situación en la que tengan la hegemonía. Y, por lo tanto, la capacidad con los presupuestos públicos de la Generalitat y los ayuntamientos de generar redes clientelares y mantenerlas. Es decir, el país será siempre nuestro. Y el sistema electoral catalán hace que no parezca que eso lo vayan a perder porque los suyos, hagan lo que hagan, les van a votar. Pero, insisto, no para lograr la independencia, sino para poder decir qué malos son los otros.  (...)

En el caso de que lo lograran, la única vía para mantenerse en el poder sería la autoritaria.

Ellos quieren una autonomía autoritaria. Luego, dentro de ese bloque, lo importante es ver quién tiene la mayoría. Enfrente están los otros, que no consiguen la mayoría porque entre ellos hay diferentes posiciones ideológicas en todos los sentidos. Por eso ellos piensan lo de que “el país será siempre nuestro”. Pero ahí está la guerra entre Convergencia y ERC.

Hay una contradicción porque un partido de izquierdas como ERC se muestra partidario del diálogo con el Estado y de una vía lenta hacia la independencia, frente a un partido de derechas como JxCat que, en cierto modo, apoya la violencia y vuelve a hablar de DUI.

¡Pero si es todo mentira! Este cambio de posiciones va según las semanas o la temporada. Es un puro juego táctico para lograr vencer al otro. Por eso ves ahora a la candidata de Convergencia, o como se llame el partido esta tarde a las 5, haciendo discursos propios de la CUP. Es la pinza con respecto a ERC. Luego hay que tener en cuenta que, cuando se presentan por separado, gana ERC.

 Pero si el candidato de JxCat es Puigdemont, pierden. Y eso es porque la veneración que tiene la presidencia de la Generalitat para ese electorado no la tiene la vicepresidencia. Por eso Junqueras necesita ser presidente de la Generalitat, aunque solo sea por dos horas. Así tendrá el aura mística de la presidencia.

Si Junqueras llegara a presidir la Generalitat, ¿estaríamos ante otro Jordi Pujol?
Junqueras es más cínico que Pujol pero bastante menos hábil y competente. Sobre todo porque Pujol era consciente de sus limitaciones y Junqueras no.

Una última pregunta. Me llama la atención que, en su cuenta de Twitter, usted era un defensor acérrimo de la independencia, con enfrentamientos con otros tuiteros que, muchas veces, se saldaban con palabras fuertes y bloqueos. Ahora tuitea en diferentes idiomas y sobre temas que nada tienen que ver con Cataluña. Sobre todo escribe sobre política internacional y arte. ¿A qué se debe este cambio?

 Como ya he dicho, yo he dejado del todo la vida pública catalana. Pero Cataluña a mí me ha dado los elementos conceptuales para poder entender la ola de populismos autoritarios que venía. Y para poder percibir por dónde iban a ir las cosas. Cataluña, para mí, está en el mismo paquete que el Brexit, que Trump, que Erdogan…"                     (Entrevista a Alfons López Tena, Gisela Revelles, Vox Populi, 02/11/19)

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