30/4/19

Emilia Landaluce: Ví el discurso del rey con mi madre... Recuerdo que estaba de bajón y que el discurso supuso un subidón. De bajón porque venía de leer la prensa internacional de esos días, en la que a los que estábamos de parte de la legalidad se nos llamaba franquistas y no sé cuántas cosas más. Y subidón por la defensa que hizo el rey de esa misma legalidad... Diría que su defensa de la ley por encima del capricho, de la arbitrariedad, fue casi republicana...

"(...)Sin embargo, hay ocasiones en las que la gente parece pedir a gritos que su rey se manifieste, como recientemente con lo de Cataluña. Vio el discurso, claro. 

Lo vi con mi madre, porque, ¿sabe?, en casa somos muy de que nos gusta ver al rey en familia y todas esas cosas. Recuerdo que estaba de bajón y que el discurso supuso un subidón.
¿Y eso?
De bajón porque venía de leer la prensa internacional de esos días, en la que a los que estábamos de parte de la legalidad se nos llamaba franquistas y no sé cuántas cosas más. Y subidón por la defensa que hizo el rey de esa misma legalidad. ¿La verdad? Me esperaba un discurso políticamente correcto.
 Fue, más bien, lo contrario.
Diría que su defensa de la ley por encima del capricho, de la arbitrariedad, fue casi republicana.
A propósito, ¿dónde estuvo usted el 1-O?
En Gerona, territorio comanche, un lugar donde el Estado hace muchos años dejó de existir y en el que si dices que eres periodista de El Mundo, te miran como si fueras nazi o tuvieses rabo y cuernos.
No era esa la primera vez que su periódico la enviaba a informar sobre el prusés desde el terreno.
No. Y cualquiera que lleve años cubriendo Cataluña sabía que iba a pasar lo que ha pasado, o algo parecido. El otro día, por ejemplo, encontré un artículo de Cayetana Álvarez de Toledo que valía para hoy.
O sea, que la fractura social ya estaba allí.
Y no solo la fractura social. También el adoctrinamiento en las escuelas, y cómo se margina lo español, y la manipulación de la gente, y la paranoia colectiva…
Hoy hay, sin embargo, un elemento que antes no se daba.
La reacción de los españoles.
¿Por qué esa reacción?
Porque después de quinientos años de historia común, los españoles sienten Cataluña como propia y no quieren que se la quiten. Bueno, eso y cierto hastío también.
Reacción y hastío que salieron a las calles de Barcelona el 8-O: usted estuvo allí también. 
Y con el mismo respeto y admiración a Sociedad Civil Catalana con el que digo que fue un éxito de convocatoria, digo también que fue un caos de organización. Vargas Llosa, por ejemplo, llegó a la tribuna de oradores de milagro, teniendo que abrirse paso entre la gente, a lo largo de un kilómetro, ¡a su edad!
De haberse tratado de una diada…
… a la actriz de turno le hubieran llevado al escenario en volandas. Porque en las diadas todo está muy organizadito, con puestos con tentempiés, camisetas y huchas para Mas o Puchi (según toque), y radios y televisiones retransmitiendo en directo, y voluntarios que te dicen dónde colocarte para, cuando pase el helicóptero, expandirse y parecer que hay más gente. Y sin embargo…
¿Sin embargo…?
Me quedo con la espontaneidad del 8-O. De ese día y, en general, con la espontaneidad en cualquier cosa que vaya de sentimientos o reacciones.
 ¿Por qué?
Porque la planificación, y más la planificación desde arriba, no tiene como resultado nada bueno. Lo vemos en el nacionalismo y, en concreto, en las diadas, que terminan pareciendo uno de esos murales de la ONU, tan artificiales, con el tío de la Casa de Extremadura subiendo al escenario y hablando en castellano, y luego una mujer, y un árabe, y un rumano, y un indio… O peor que un mural de la ONU: las diadas parecen coros y danzas organizados por Kim Jong-un. (...)"                

No hay comentarios: