3/4/19

Director de e-notícies: ¿Puede haber muertos en Catalunya? Me temo que, a este paso, sólo es cuestión de tiempo. Al menos si no se rebaja la tensión. Se está normalizando una espiral de violencia. Aunque sea de baja intensidad...

"La pregunta clave es: ¿Puede haber muertos en Catalunya?
Me temo que, a este paso, sólo es cuestión de tiempo.
Al menos si no se rebaja la tensión.

Se está normalizando una espiral de violencia. Aunque sea de baja intensidad.
La sede de Catalunya Ràdio ha sido atacada con huevos en la madrugada de este miércoles.
El día anterior lo fue la sede de Ciudadanos y el PPC. Con pintura y cristales rotos.
Arran ha justificado la acción por diversos motivos.

Incluso ajenos al proceso: “Volver a la ley de aborto de supuestos, la amenaza de leyes racistas contra las mujeres migradas, defensa de los vientres de alquiler.”
Han dicho que atacar la sede de ambos partidos es simplemente “señalar”. Lo han fijado orgullosos en su perfil de twitter. I el hashtag con el viejo lema de La Pasionaria: #NoPassaran
En TV3, tras informar del hecho, entrevistaban al diputado Carles Riera diciendo que era una organización juvenil “absolutamente independiente” de la CUP y que sólo quieren criminalizar a su partido.

Pero si es tan independiente ¿por qué salía él en antena?
Catalunya ha quedado dividida en dos bandos: el indepe y el unionista.
El sector indepe ha vuelto a empezar.
Hizo algo de autocrítica tras la aplicación del 155.

Aquella famosa frase de Tardà de que no había mayoría suficiente.
Pero recuerdo que Jordi Tururll, en una entrevista a El Nacional cuando ya estaba en la cárcel, dijo que “la autocrítica se tiene que hacer, pero con el nivel de represión que estamos sufriendo me niego a autoflagelarme y menos en público”.

De hecho, siempre he creído que la controversia de los muertos de Marta Rovira sirvió para zanjar la polémica.
Es la primera norma del marketing político: la mejor manera de tapar una polémica es con otra mayor.

Además la generación que ha llegado al poder ahora en Catalunya -la anterior está huida o en el extranjero- es todavía más vehemente que la anterior.
Consideran que la independencia es “una causa justa” y que están en “el lado correcto de la historia”.
Son expresiones utilizadas, con frecuencia, por el presidente Torra.
Fíjense que habla de “causa justa”, no de “causa legítima”.

¿Cuantas muertes han provocado las causas justas a lo largo de la historia?
Yo creo que unos y otros sólo esperan un muerto para poder echarle la culpa al rival.
También han llegado a deshumanizar al rival. No me hagan recordar en que otros momentos del pasado se han hecho cosas semejantes.

Recuerdo unas declaraciones del presidente del Parlament, Roger Torrent, tras una visita institucional a la Oficina Antifrau en las que acusaba a Inés Arrimadas de no tener sentimientos porque quería visitar a los presos.

Si no tienes sentimientos no eres humano porque es una de las cosas que nos diferencia de los animales o de las cosas.

Lo decía no sólo el segundo cargo institucional del país sino también la misma persona que, después de su elección, decía que había que “recoser” la sociedad catalana.
¡Que era lo mismo que decía Arrimadas!

El otro sector -el unionista o constitucionalista- debe estar por su parte hasta los cojones.
De que los llamen el “bloque del 155”.
De que los acusen de haber puesto ellos en la cárcel a los exconsejeros.
Cuando, en realidad, ordenó su ingreso en prisión el juez Pablo Llarena. Decisión ratificada por una instancia superior tras los correspondientes recursos de apelación. Y porque hay siete huidos.
Además por unos hechos presuntamente delictivos que se están juzgando ahora en el Supremo.

Durante el proceso les han dicho también de de todo: colonos, vasallos.
Yo recuerdo incluso una rueda de prensa del entonces consejero de Presidencia, Jordi Turull, a la que asistí en el que llegó a emplear el término “súbditos”.

En resumen, las costuras sociales en Catalunya se han roto.
Hasta ahora el catalanismo era transversal. Más o menos -desde la época del PSUC y del Barça- todo el mundo se identificaba con Catalunya y el catalanismo
Esto, ahora, se ha acabado.

Fíjense que hasta la senyera -la bandera oficial- ha pasado a ser la bandera de Ciudadanos y del PP. Los indepes sólo van con la estelada.
Con un poco de suerte no llegaremos a ver sangre. Pero la alternativa no parece muy halagüeña: dos sociedades impermeables y enfrentadas.
Com en el Ulster.

En Irlanda del Norte han avanzado mucho desde la primera vez que estuve a finales de los 80.
Se siguen odiando pero ya no se matan por las calles. Es un gran avance.
No parece, en todo caso, muy reconfortante."                (Xavier Rius, e-notícies, 20/03/19)

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