"(...) Els Joglars utiliza en Señor Ruiseñor
la figura de este hombre apasionado por la jardinería para realizar,
con ironía y humor, una mordaz crítica a la situación creada en Cataluña
a raíz del procés. (...)
Tras su paso por Valladolid y Zaragoza, con los teatros llenos, Señor ruiseñor -así es como llamaban a Rusiñol en Aranjuez, donde vivió los últimos años de su vida- ha llegado este miércoles al María Guerrero
de Madrid, donde se representa hasta el 27 de enero.
La gira posterior
de la función solo incluye, de momento, un día de representación en
Canovellas, una localidad de Barcelona. “No estamos vetados, pero no nos
alquilan” asegura Fontseré parafraseando de nuevo a Josep Pla. “No
tenemos ninguna respuesta de los teatros en Cataluña, solo nos
encontramos el silencio.
No vamos de víctimas, pero la realidad es que
no nos contratan. Nosotros estamos dispuestos a ir a donde sea, incluso a
Waterloo [localidad belga donde se ha refugiado Carles Puigdemont]”,
añaden los miembros de la compañía que proclaman: “La libertad de
expresión está para defender no solo lo que te gusta, sino lo que no te
gusta” (...)
El hilo conductor de Señor Ruiseñor, con una escenografía
muy funcional y plástica que busca apoyar el juego de los actores, se
centra en un jardinero que tiene reuma y es trasladado a un museo donde
hace de guía. El jardinero se enamora tanto del personaje de Rusiñol,
cuyas pinturas cuelgan en las paredes de la colección, que se enfrenta
al patronato del centro cuando deciden convertir la pinacoteca en un
museo de la identidad.
“Tuvimos el privilegio de vivir en una Cataluña
amable y placentera, moderna”, asegura en la función el
jardinero/Rusiñol. ¿Ya no lo es? Ramon Fontserè
contesta: “De amable ya no tiene nada. La sonrisa en Cataluña es un
eufemismo, al menos en la mitad de la ciudadanía. La crispación y la
brecha social entre amigos y familias es enorme”.
El actor y director tiene claro que todo el fanatismo actual de Cataluña viene de la época de Jordi Pujol, personaje sobre el que Els Joglars, compañía que ha cumplido 55 años, realizó en 1995 Ubú president.
“Yo soy del mundo rural y no viví esa Cataluña cosmopolita y abierta de
los años setenta, donde no existía el nacionalismo ni te obligaban a
decir qué profesabas.
Tarradellas, un hombre que venía de la guerra,
harto de tanta confrontación y sangre, abogaba por la unidad, algo que
comenzó a destruirse con la llegada de Pujol, a lo que ayudó el PSC, que
abandonó su política contra el nacionalismo y se hizo más convergente que los propios convergentes.
Desde entonces, todo se fue al carajo y llegó el delirio. En Cataluña
se ha arrancado o falseado el pasado y de esta manera se ha podido
configurar un orden inventado”.
La sensatez y la racionalidad que representaba Rusiñol ha
desaparecido, reitera Fontserè, para quien lo más preocupante es que las
instituciones y los políticos no se dan cuenta del fanatismo y el
delirio al que han llevado a la ciudadanía. No es optimista sobre el
futuro, aunque advierte: Els Joglars no cejará de indagar en el arte, la
virtud, la verdad y la belleza, con ironía, humor y sarcasmo." (Rocío García, El País, 10/01/19)
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