7/6/18

En el referéndum del 9-N hubo una lista blanca donde están los que han votado y una lista negra con los demás, de la que se apropiaron los voluntarios nacionalistas. Todo el mundo sabrá quién ha ido a votar y quién no. Los funcionarios que no se hayan apuntado como voluntarios quedarán retratados ante sus jefes políticos. Y si no van a votar también quedarán registrados. Hay un miedo que no se visualiza, pero que está ahí... como con Franco, otra vez los métodos intimidatorios del fascismo... cousas veredes

"Manuel Ballbé (Barcelona, 1951), catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad Autónoma de Barcelona, es muy crítico con el llamado proceso participativo del 9-N, que considera una «aberración» que carece de las mínimas garantías democráticas.

-¿Cómo valora la consulta?

-Las mesas no se forman por sorteo sino por voluntarios que pertenecen a un solo bando, el independentista, porque, claro, quién se va a presentar sin la camiseta amarilla.

 No hay interventores de todos los partidos. Esto supone una vulneración del principio democrático más importante, que es que las mesas estén controladas y se constituyan por sorteo. Pero lo más grave son las listas. 

Habrá una lista blanca donde estén los que han votado y una lista negra con los demás, que se apropian estos voluntarios. Todo el mundo sabrá quién ha ido a votar y quién no. No se garantiza la privacidad.

 Los funcionarios que no se hayan apuntado como voluntarios quedarán retratados ante sus jefes políticos. Y si no van a votar también quedarán registrados. Hay un miedo que no se visualiza, pero que está ahí.  (...)

-¿Los resultados de participación y votos serán fiables?

-El principio sagrado de la democracia es que con las urnas no se juega. Nadie se las puede apropiar. Estas tienen que estar en manos de un árbitro imparcial como en el fútbol, no de voluntarios de una sola opción, en este caso independentista. 

Repito, las mesas se deben constituir por sorteo, debe haber interventores de todos los partidos y las listas de votantes tienen que estar protegidas. No se dan ninguna de estas condiciones. Tampoco han permitido que haya un debate previo ni espacios en los medios de comunicación públicos como TV3 donde hablen los partidos y organizaciones opuestos a la independencia. 

Es una aberración sin las mínimas garantías, algo que no pasaba ni en la Venezuela de Hugo Chávez, donde al menos había interventores. A partir de ahí todo es cuestionable. Tenga en cuenta que serán ellos mismos quienes hagan el recuento."                (Entrevista a Manuel Ballbé, Enrique Clemente, La Voz, 08/11/14)


"(...) Pregunta. ¿Es impugnable la consulta del 9 de noviembre?
 
Respuesta. Totalmente, incluso las meras intenciones se pueden recurrir si se va a cometer una ilegalidad

P. ¿Con qué argumentos?

R. La constitución de las mesas con voluntarios de una sola opción, la independentista, y la falta de interventores de todos los partidos constituye una parodia antidemocrática por muy participativa que aparente. Con las urnas no se juega.

P. ¿Qué leyes se vulneran?

R. La Ley Orgánica de Régimen Electoral General y toda la legislación electoral y constitucional porque no se garantiza un proceso democrático, sino propio del chavismo. El Gobierno central no necesitaba informes del Consejo de Estado, ha tenido tiempo para recurrir antes y lo único que provocará es más crispación entre gente que tiene una ilusión y un proyecto, que es el de la independencia.

P. La Generalitat dice que no va a dar responsabilidades a los funcionarios de las mesas. ¿Tiene sentido recurrir entonces?

R. Por supuesto. Esta parodia de consulta crea dos listas. Una lista amarilla de los que voten y otra negra de los que no vayan. No se garantiza la privacidad, ni el derecho al voto. Además se configurará otra lista negra con los funcionarios que no se han apuntado como “voluntarios” y que quedarán retratados ante sus políticos, que después premiarán a los que sí vayan.

P. ¿Por qué no se puede hacer ahora una consulta de andar por casa como la que se celebró en Arenys de Munt en 2009?

R. Entonces votó una minoría y el 9 de noviembre pasará lo mismo. Los que han elaborado esta estrategia van a quedar atrapados en su propia trampa. Las autonómicas de 2012 ya fueron una consulta. Solo hubo 1,78 millones de votos o 2,1 si se cuenta ICV, a opciones independentistas sobre un censo de 5,25. Más de tres millones no lo hicieron. En las europeas aún menos.

P. ¿La voluntad política no puede superar las estrecheces de la legalidad, que a veces son muy anchas?

R. Es un problema legal y de democracia. El artículo 2 de la Constitución habla de que España es una unidad compuesta por “nacionalidades y regiones que la integran”. Por tanto, hay que integrar a Cataluña y lo que están haciendo ambos Gobiernos con sus políticas y falta de diálogo es desintegrar el mandato constitucional.

P. ¿Cómo se puede negar una consulta si se cree de verdad en la democracia?

R. La Corte suprema americana establece en su jurisprudencia que las consultas son una fórmula discriminatoria. Derrick Bell, el primer catedrático de Derecho de raza negra de la Universidad de Harvard, también asegura que “la democracia directa deviene la más amenazadora para los derechos de las minorías”.

P. ¿Cómo lo razona?

R. Si permites una consulta para que los padres elijan el colegio de los hijos será imposible la inmersión lingüística. O si consultas para que impedir que los inmigrantes compren en los supermercados y gana el atentarías contra derechos fundamentales.

P. En Suiza hacen consultas a menudo.

R. Siempre que no afecten a las minorías. Lo curioso del 9-N es que la minoría cuyos derechos se vulneran es en realidad la mayoría de cuatro millones de noes, frente a un máximo de dos millones que dicen a la independencia."             (Entrevista a Manuel Ballbé, Pere Ríos, El País, 01/11/14)

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