7/11/17

Los primeros presos políticos de la democracia no han sido los Jordis. Fueron los presos, hoy en el trullo y con sentencia firme, condenados durante las manis que rodearon el Parlament en 2011. Algunos fueron condenados por “increpar a un diputado, con las manos en alto”. Las condenas fueron más duras porque la Gene se personó como acusación y pidió que el juicio fuera en la Audiencia Nacional...

"(...) 6- Cambiemos, alehop, de trinchera. Según parece, los consellers, en la Audiencia ---salvo uno--, han respondido sólo a su abogado. Es decir, se han acogido a ese derecho. Es decir, han reconocido al tribunal, contrariamente a lo que sugieren los medios públicos y concertados cat. Como siempre que el Procés llega a juicio, no desobedece, no la lía, no se pone en plan Sinn Fein. Por otra parte, el Govern parece que está aprovechando las detenciones para reescribir la gran ecuación del Procés.

7- Gran ecuación del Procés: Procés + represión = Cosa, mientras que Procés - represión = Nada.
8- En ese sentido, desde el momento 0 de las detenciones, la programación de los medios públicos y concertados cat cambió

 Se volvió sentimental. Como antaño sucedía en los medios públicos y concertados esp, coincidiendo con cada atentado. Los mensajes se volvieron sentimentales y lacrimógenos y dibujaron una indignación épica ante una persecución inaudita. Lo es. Pero, precisamente por ello, es preciso no sentimentalizarla.

 La sentimentalizacion es el porno de la política. El hecho de que se produzca es un indicio de que vivimos una política abocada al porno. El porno son muchas cosas, pero nunca es análisis de la situación. La sentimentalización impide análisis de la situación. Es decir, es un filón gubernamental cat.

9- Sobre el porno. Esas detenciones injustas, de pronto, zas, dotaron de función a cosas que no la habían tenido. La DUI dejó de ser una improvisación deshonesta --tan deshonesta que, de hecho, no se llegó a proclamar una República--, sino una respuesta inteligente a la persecución gubernamental. La desaparición del Govern desde ese día hasta ayer, cuando se entregó a la Audiencia, pasó a ser algo meditado, pasó a ser algo que respondía a un plan que tiraba de espaldas. 

El viaje y estancia de Puigdemont en Bruselas dejó de ser una colgada para ser una jugada maestra, ejecutada por un jugador con visión profunda del juego. La represión, en fin, volvía a dotar de sentido una serie de jugadas cat que carecen de sentido. Mucho más desde que el Govern en el exili y el no en el exili habían dado como buenas las elecciones, es decir, el 155.

10- De hecho, lo de ayer fue rápidamente instrumentalizado por el Procesismo como inicio de la campaña electoral. Por todo lo alto. En el tuit en el que Junqueras comunicaba a su afición que iba a ser encarcelado, encomendaba al electorado a “hacer todo lo posible para que el bien derrote al mal en las urnas del 21D”. 

A su vez --eso se sabrá en las próximas horas, y antes del 6N--, volvió a haber una ofensiva, por parte del sector presidencial del PDeCAT, para volver a reeditar una lista conjunta con ERC, que ERC no quiere, pero que, cosas del porno y las cruzadas nacionales, igual se tiene que comer con patatas.

11- En el exilio, o como se llame, Puigdemont triunfó por todo lo alto. Verbigracia: en una alocución televisada --al parecer, grabada en una habitación de hotel; el porno político cada vez se parece más al porno al secas--, explicó que era un “error condenar a un Govern que ha cumplido con un programa electoral”. 

Algo que, por cierto, el Govern no ha hecho. Se presentó a las elecciones con un programa indepe más expeditivo que el efectuado. Por ejemplo, carecía de referéndum --una desobediencia iniciada en septiembre--, y aportaba desobediencias más radicales y unilaterales que jamás se llevaron, no a término, sino a inicio. (...)

13- La Audiencia, por cierto, notificó la emisión de dos órdenes de detención para el Govern belga. El trámite durará un par de meses. Vamos, que puede ser la banda sonora de la campaña electoral --Rajoy, ese genio, ha regalado, en fin, varios millones de euros a JxS para que haga campaña--. Es de suponer que se acabe negociando la petición de extradición en los tribunales belgas. Es decir, que se acabe rebajando. 

 El abogado de Puigde y de los consellers es, en ese sentido, me dicen, un genio. Consiguió que no se extraditaran a Esp a varios miembros de ETA, alegando violación de derechos humanos y el hecho de que no recibirían un juicio justo. Algo, por otra parte, verosímil también en este caso. El motivo del exilio de Puigde --mejorar sus condiciones penales-- ha adquirido sentido. Y, por el mismo precio, parece que épica. 

En Cat se interpreta que Puigde está luchando por la internacionalizacion del conflicto cat --algo que, definitivamente no ocurrirá después del ridículo de la DUI fake del viernes; no ocurrirá, claro, a menos que el Gobierno se pase ocho pueblos--, cuando es más verosímil pensar que está trabajando para una solución penal más satisfactoria. Lo que me parece fenomenal. El primer deber de una persona en trance de ir a la cárcel es luchar para no ir. En mi barrio, eso era sagrado.

14- El encarcelamiento de un Govern elegido democráticamente ha causado más perturbaciones en la Fuerza. Todas, en beneficio del Procesismo. Un alcalde sociata de una población chachi ha dimitido. Y Comuns se ha visto nuevamente descentrado por la realidad y la ficción procesista. Ada Colau ha llamado a un frente común contra las detenciones.

 Es decir, un frente común de procesistas y no procesistas y con un único fin, que sería la liberación de los presos políticos, y no el advenimiento del Procés en la Tierra. Pero eso supone la aproximación y el contacto entre Procés y Comuns. Y las izquierdas que se acercan al Procés siempre acaban tocadas. Por otra parte, también se empieza a hablar en Comuns de incorporar una amnistía en el programa de las elecciones.

 Lo que, snif, es otro Procecismo. A saber: la amnistía no es una forma aceptada por la Consti. Defenderla equivale a defender espirales épicas, sin traducción en la realidad, salvo electorales. Procés, vamos. La única solución para liberar presos políticos es a) tomar el palacio de invierno, que vete a saber dónde para, o b) acceder al Gobierno Central, serlo, y decretar indultos, lo que igual es menos fácil que a).  (...)

15- Bueno. Minuto y resultado. El Gobierno ha satisfecho a su afición. Ha modulado esa fantasía derechista consistente en afirmar que todo, incluso la política, es defensa de la ley. Lo que equivale a defender que vivimos en una sociedad perfecta y acotada por la ley. Ganará las elecciones cuando las convoque. 

El Govern, a su vez, ha limpiado su ridículo absoluto en martirologio, ese producto tan apreciado en la cultura cat. Es muy posible que vuelva a ganar las elecciones, por todo lo alto, si bien es poco probable que más del 50% de la sociedad les vote. Las opciones constitucionalistas --PP, PSC, C's- han perdido frescura y han ganado brutalidad. Comuns, la defensa de un referéndum legal frente al 155 y a la DUI, ha perdido épica frente al Procés, que sigue ofreciendo a la sociedad orden, austeridad, pero también un mundo de sensaciones inigualables.  (...)

Los primeros presos políticos de la democracia no han sido los Jordis. Vete a saber quiénes han sido. Siempre hay un retén de personas que acaban con sus huesos en la cárcel --es fácil acabar con los huesos en una cárcel; esa es la primera lección de Derecho Penal-- por opciones políticas. Pero son especialmente llamativos los presos, hoy en el trullo y con sentencia firme, condenados durante las manis que rodearon el Parlament en 2011. 

Algunos fueron condenados por acciones como “increpar a un diputado, con las manos en alto”. Las condenas fueron más duras porque la Gene se personó como acusación y pidió que el juicio fuera en la Audiencia Nacional. La razón: podían declarar así por vídeo, lo que quedaba como guay y rebelde, si bien eso suponía que los acusados se enfrentaran a cargos más rigurosos, como atentado a institución del Estado. 

Es contradictorio que un partido procesista haya votado la Ley Mordaza, el fin de la democracia tal y como se la describía en el 45. Es contradictorio, en fin y por otra parte, declarar una DUI y pirarse. No tenían plan A, o B --otro aspecto contradictorio-- y esperaban una reacción violenta del Estado como plan C. 

El 155 fue, en sus inicios, despacito, lo que les desbarató el plan C --lo que es contradictorio; es contradictorio que el Govern esperara violencia sobre su sociedad--. Es contradictorio que todos los tramos del Procés (2012-2015, 2015-2017) finalicen en consulta y en elecciones. Es contradictorio que un Govern en el exilio, y un Procesismo en la pomada, acepten unas elecciones impuestas por el Gobierno. 

Es contradictorio que la campaña electoral de esas elecciones no trate sobre lo que ha hecho el Govern con su monocultivo, sino --me juego una copa-- sobre el abuso de haber detenido a un Govern, que políticamente no se encuentra el culo con ambas manos, hace poco y lo que hace es contradictorio y poco efectivo. Es contradictorio que todas las contradicciones del Govern finalicen en elecciones.

 Es contradictorio que la gran baza electoral del Govern nunca sean sus éxitos políticos, sino su martirologio, su sufrimiento, su persecución. Es contradictorio que un Govern, que no se come un colín, y un Gobierno, que no sólo no canaliza problemas sino que los radicaliza, se necesiten electoralmente. Es contradictorio el siglo XXI, cambalache y sentimental.  (...)"            (Guillem Martínez  , CTXT, 03/11/17)

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